Cheer Up Miku! | LenKu

»Pasado, porque puedo, perdOm«

—Debí decírtelo, mi error. — dijo la chica pelirrosa mientras salía con la aquamarina una vez la jornada escolar había llegado a su fin.

—No te preocupes, me pasaron cosas peores. — sonrió.

—¿Ah sí? ¿Cómo qué? — preguntó con una sonrisa confusa.

—En mi anterior escuela tenía amigos que me ignoraban. — rió.

—¿Eso es peor? — se burló.

—No solo eso, tenía unos pocos que siempre me golpeaban “en broma”. Y otros me molestaban con comentarios como “no sabes hacer nada, eres realmente mala en esto” — rió.

—Oh, lamento que hayas tenido que pasar por eso.

—Tranquila, de cierto modo me acostumbré. Aunque gracias a eso me esforcé más en las materias que me iban mal. Todo tiene un lado bueno.

—Se ve que eres muy positiva. — rió.

—¡Lo intento! — sonrió.

—Bueno, ¿te veo mañana?

—¡Sip!

—¡Bien! ¡Nos vemos! — la pelirrosa se alejó.

—¡Adiós! — la aquamarina sonrió hasta que la pelirrosa cruzara la calle.

La aquamarina partió rumbo a su casa.

—Creo que algo peor sería que alguien a quien ames te trate como basura. — dijo mientras caminaba por una calle solitaria.

Una vez que llegó, dio un suspiro pesado y entró.

Dejó su mochila en su habitación y se dirigió a la cocina a prepararse el almuerzo.

El día transcurrió con normalidad. No hubo nada interesante.

✧*。 ~   ｡*♡

—¡Miku!

—¡Buenos días Luka!

—¿Cómo amaneciste hoy? — sonrió.

—Bien, gracias. ¿Qué hay de ti? — devolvió el gesto.

—Estoy bien, aunque seamos sinceros, ¿a quién le gusta levantarse temprano?

—Concuerdo contigo. — continuaron hablando hasta llegar cada una a su respectivo salón.

—Hatsune este ya no es tu salón, organizamos a todos los alumnos de nuevo, te toca el salón 4A. — indicó el maestro encargado.

—Oh, de acuerdo. Gracias... — dicho esto se dirigió al salón mencionado.

—¿Disculpe? ¿Es el salón 4A? — preguntó la aquamarina a la maestra que se encontraba dentro.

—¡Oh! ¡Sí, sí! ¡Tú debes ser Hatsune Miku! — sonrió.

—Ah, sí, soy yo.

— Bien, escoge un lugar y puedes tomar asiento.

—Gracias. — dicho esto, se dirigió a uno de los asientos que se encontraba al lado de una ventana, habían unos pocos alumnos que le sonrieron y le dieron la bienvenida. El salón aún no estaba lleno, así que se dedicó a perderse en sus pensamientos.

Al pasar unos minutos alguien la llamaba.

—¡Oye! ¿Eres Miku verdad? ¿Amiga de Luka? — preguntó la chica peliverde.

—¿Gumi, verdad? Sip, soy yo. — sonrió.

—¿Me puedo sentar aquí?

—Si gustas.