Eran las ocho de la tarde aproximadamente y Young soo se arreglaba para ir a la casa de Jiwook, estaba sumamemte nervioso, era la primera vez que iban a pasar tiempo a solas. No quería imaginarse nada pero no podía evitarlo. Se arregló, trantando de siempre mantenerse casual y no parecer muy exagerado, pero sin olvidar nunca su chaleca negra con capucha.
Cuando ya estaba listo dejó todo arreglado como de costumbre, la cama un tanto deshecha con almohadas abajo para que pareciera que estaba durmiendo, las luces apagadas y la ventana trabada para que no se cerrara. No había puesto ni siquiera un pie fuera de la vetana y ya lo habían descubierto.- Young soo, vuelve a la cama AHORA.- dijo una voz que provenía del patio regañandolo. Young soo lo miro y se sentía dudoso si hacerlo o no, pero terminó bajando de todos modos. El hombre parado frente a él iba a decir algo de nuevo pero Young soo se adelantó.
- Shhh, no hables tan fuerte te puede oír.- dijo poniendo su dedo frente a sus labios y susurró.- Shin je dejame ir ¿si?, por favoor, necesito que me cubras una vez más, esto es algo importante.
- Haz estado saliendo mucho últimamente, ¿te estás viendo con alguien?.- dijo en un tono serio pero sin levantar la voz. Young soo un tanto avergonzado asintió.
- Mm, algo así, pero por eso no se lo digas al señor Shin, si se llega a enterar me mata, ¡no!, nos mata a los dos. Así que por favoor, dejame ir.- habló casi haciendo un puchero.
- Está bien, pero ten cuidado.- dicho esto siguió su camino y Young soo se fue.
Lee shin je era uno de los guardias personales de el señor Shin y también el más cercano de todos. Young soo lo conoció cuando llegó a vivir con el señor Ho kwan.
Shin je era la única persona de ese lugar en la que confiaba, a pesar de trabajar con el señor Shin siempre estuvo de su lado protegiéndolo cuantas veces podía. De hecho él era el único que tenía permitido entrar a su habitación por lo que muchas de las veces que quedaba devastado por las fiestas o descargos del jefe iba y lo ayudaba, por eso también muchas de estas veces se llevó regaños y castigos, pero no le importaban, él seguiría haciéndolo. Se llevaban por diez años así que lo consideraba como un hermano mayor.Young soo caminó hasta llegar a la comisaría donde habían acordado encontrarse, tocándose con Jiwook quién justo iba saliendo de ella junto a Min ah. Él la conoció uno de los tantos días que lo acompañó a su lugar de trabajo y aunque no le agradaba mucho que siempre estuviera pegada a Jiwook, lo toleraba ya que él le aclaró que pensaba en ella solo como una amiga.
Jiwook al verlo se acercó rapidamente, siempre se emocionaba cuando estaba cerca de él. Ambos se saludaron y se percataron de que alguien los miraba de no muy legos, era Min ah.
Saludó con una pequeña reverencia a Young soo y habló un tanto dudoso y ¿dolido?.- Eh..Jiwook, ¿estás saliendo con ese chico?.- ninguno de los dos supo que responder.
- Es que si de verdad estas saliendo con él, no me molesto más en coquetearte. Tengo muchos pretendientes ¿sabes?.- Jiwook no sabía que decir. Pero para Young soo fue diferente, al escuchar esto se acerco aún más a él y entrelazó sus manos alzandolas frente a los ojos de Min ah, quién tanto ella como Jiwook quedaron sorprendidos.
- Sí tienes razón, estamos saliendo.- dijo con un tono firme y seguro. Jiwook en ese momento tenía una sonrisa de oreja a oreja y aunque estuviera sorprendido le encantaba que actura así. De hecho esa era una de las tantas cosas que le gustaba de él, que lo tomara por sorpresa con cosas que no esperaría que él hiciera.
-Oh, lo siento, entonces no tengo nada más que hacer aquí, me voy, adiós.- dijo Min ah alejándose de ahí.
Jiwook se giró a mirar a Young soo con la sonrisa aún en el rostro.
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¿Confiarías en mí?
Non-Fiction¿Has tenido una vida feliz?, ¿Crees que tu cuerpo realmente te pertenece?, ¿o solo son afirmaciones vacías llenando tu mente de proquería que sabes que no son ciertas?. Young soo no era feliz, y él lo sabía pero aún sabiéndolo no podía hacer nada. ...