-No mami, es horrible!, no quiero - se negó juggy por segunda vez, haciendo una pequeña rabieta mientras se echaba hacia atrás en la silla.
No entendía por qué de pronto se estaba negando a algo que siempre había hecho sin rechistar, pero ahora estaba ahí arrugando su naricita mientras se negaba rotundamente a comerse las verduras en el plato.
- Se bueno, bebé - le pedí pacientemente puedes comerlas. Las frutas y verduras son buenas para ti.
Jughead miró al plato en la mesa con desconfianza y meneó la cabeza de lado a lado, luego me miró suplicante.
-No me obligues a comer eso, por favor mami - dijo, con ojos de cachorrito triste.
- Debes hacerlo- insistí.
Jughead suspiró molesto y cruzó los brazos, frunciendo el ceño mientras su boquita formaba un piquito adorable.
- ¡Ya sé! - dijo de pronto, casi saltando en la silla - ¿Puedo comer un tazón de fruta picada con chocolate? Las frutas son saludables...-sugirió, intentando persuadirme.
Rodé los ojos, riendo ante su esfuerzo por cambiar el menú.
- No conejito, eso es hacer trampa.
- ¡Pero son frutas!
- No cuenta si las bañas en chocolate.
- ¿Y en crema batida?
- juggy...
- Está bieeen-se rindió, agarrando el tenedor - seré un niño bueno.
- Muy bien mi amor, eso me gusta.
Tomó un trozo de brócoli y se lo acercó a la boca, pero se quedó dudándolo unos momentos.
-¿Si le pongo crema batida al brócoli crees que sepa mejor?-preguntó, como un último y desesperado intento de evitar probar la comida en el tenedor
- jughead jones....
- Ya voy, ya voy-se encogió, asustado al escucharme decir su nombre completo-no te enojes mami.
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