Las primeras noches, me abrazaba al fantasma de tu recuerdo para encontrar algo de calor. Ahora, seis meses después, puedo visualizarte a mi lado sujetándome la mano, porque las noches de calor nos prohibian los abrazos dejandonos sin aire. Pero nosotros caprichosos y desobedientes, insitabamos a la temperatura a mantenernos separados, le jugabamos una mala pasada al calor sosteniendo nuestras manos y sonriendole al destino que no podría, aunque quisiese, distanciar nuestras almas.
ESTÁS LEYENDO
Letras Fantasmas
شِعرMis palabras suenan mejor viniendo de mis manos que de mi boca 📝