# 3 · Eres Tímido ·

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3 · Eres tímido · You are shy

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Había palabras que no pegaban con según que personas.

Decir que Gray es cálido no es lo suyo, qué Gajeel es amable tampoco, qué Happy suele estar triste, por supuesto que no, pero sobre todo decir o pensar que Natsu es tímido... ¿A quién se le ocurría?

- Cuándo Natsu era pequeño se solía sonrojar cuando estábamos juntos. Teníamos nuestra pequeña casita y jugábamos a que éramos papa y mama cuidando a nuestro hijo. - recordó Lisanna. - Happy aún no había nacido, así que eso hacía las cosas más tiernas.

- ¿Natsu sonrojado? No me lo puedo imaginar... - dijo Levy.

- No solía estarlo, pero alguna que otra vez, si lo pillabas desprevenido sí que podías verlo. Si lo lograbas podías encontrarlo hasta tímido.

- ¿Natsu tímido? Ahora si que no es posible.

- Que sí que sí. - intento convencer la peliblanca a su azulada amiga.

Lucy, quien se encontraba sentada en frente de las dos muchachas, intentó recordar alguna que otra vez algún momento donde el chico se hubiera puesto tímido con ella. Nada le salía, o tal vez sí. No sabía si aquello lo había imaginado o había sucedido de verdad.

En el reino de Stella, justo antes de su infiltración para robar el anillo que daba acceso a Dragon Cry, se encontraban todos detrás de la taberna preparándose para ello.

- Entiendo lo que queréis que haga, pero... ¡¿de verdad esta ropa es necesaria?! - preguntó ella viéndose de arriba abajo.

- Se supone que eres una de las bailarinas, así que este traje es perfecto. - le contestó Gray.

- Es demasiado revelador...

- Yo creo que Lucy-san está preciosa.

- Muchas gracias, Wendy... - dijo ella mientras abrazaba a la maga más joven con pequeñas lágrimas en los ojos.

- Aunque si no hubieras cogido peso... - habló Happy.

- ¡Serás maleducado!

- ¿Tú qué opinas, Natsu?

Lucy miró en dirección a su compañero y grande fue su sorpresa al ver que no le decía nada. No se estaba burlando. En vez de eso, el chico tenía medio rostro oculto bajo su preciada bufanda y sus ojos mirando hacía otra dirección.

Tan sorprendida estaba la chica, que inspeccionó con la mirada cada parte de él. Los brazos cruzados, una pierna sobre la otra, la cabeza agachada, sus ojos... Sus ojos esta vez mirando hacia ella, y ¿qué tenía allí? ¿Estaba sonrojado? Imposible.

A día de hoy seguía sin saber si lo que vio era cierto o producto de su imaginación.

- ¿Tú qué opinas, Lucy? - le preguntó la menor de las Strauss.

- Es raro ver a un Natsu tímido o sonrojado, pero nada es imposible. - declaró.

- Yo creo que es más raro verlo tímido que sonrojado.

- ¿Y eso por qué?

- Piénsalo. A todos se nos suben los colores cuando bebemos.

En ese momento Lucy recordó otro momento donde creyó ver a un Natsu tímido y colorado.

10 razones por las que te quiero · Versión Lucy ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora