10 razones por las que te quiero · Versión Lucy ·

# 7 · Eres Valiente ·

7 · Eres Valiente · You are brave

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Todos los que conocían a aquel alocado pelirrosa sabían desde un principio lo valiente que era, a veces demasiado pensaban algunos. Y es que si alguien tuviera que describirlo con una sola palabra esa sería la ideal.

- Es valiente, sí, pero muy inconsciente. - habló la rubia maga con un suspiro.

- Supongo que así son todos los chicos del gremio. - le contestó Lisanna. - Menos mal que estamos nosotras para intentar que se den cuenta de lo descuidados que son.

- Aunque no siempre lo conseguimos. - le dijo Levy. - A veces no puedo lidiar con las locuras de Gajeel.

- Ni yo con las de Natsu.

- Eso es lo que los hace especiales, ¿no?

Ambas muchachas, Lucy y Levy, miraron a la mayor de las Strauss quien les sonreía junto con una tierna mirada.

- ¿Especiales?

- ¿Acaso os hubierais enamorado de ellos si fueran cobardes?

A las dos se les puso las mejillas rojas al escuchar la palabra "enamorado". A pesar de tener una relación más que de solo amistad con ellos, no se acostumbraban a oír algo parecido.

- No puedo imaginármelos siendo unos gallinas. - dijo Lisanna. - Aunque eso me hace recordar un poco a Edo-Natsu. - rió por lo bajo.

- Supongo que es una de las cualidades que tienen los Dragon Slayer. Incluso Wendy lo es a su tan corta edad.

- Supongo que tenéis razón, pero aún así... ¡No es necesario ser tan temerarios! - se quejó Lucy recordando una de las tantas misiones que tuvo con su grupo.

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Después de vencer a un gremio oscuro en una de las ciudades de Fiore y destruir gran parte de sus calles y edificios, el equipo liderado por Erza se pusieron en marcha para escapar de los guardias.

- ¡Separémonos! - gritó la pelirroja a sus compañeros.

Todos asintieron y tomaron rumbos distintos.

Natsu, Lucy y Happy fueron por un lado mientras ésta le regañaba al chico.

- ¡Otra vez estamos huyendo por tu culpa, Natsu!

- Si no usaba parte de mi poder no hubiéramos podido vencerlos. - contestó él. - No te enfades tanto, anda.

- ¿Qué no me enfade? ¡Estamos siendo perseguidos como si fuéramos criminales!

- ¿Y cuándo no ha sido así? ¿Verdad Happy?

- ¡Aye!

- ¡Nada de "Aye"! ¡No quiero ir a prisión!

Siguieron corriendo durante un buen rato hasta que al girar en una esquina se toparon con que en aquella calle no había salida.

- Mierda. - dijo Natsu.

- ¿Qué haremos ahora?

El muchacho giró la cabeza hacía atrás escuchando las sonoras pisadas de los guardias acercarse. Miró a su compañera unos segundos y sonrió.

- ¿Natsu? ¿Qué haces? - preguntó Lucy viendo cómo se acercaba peligrosamente a ella.

- Tengo una idea.