10 razones por las que te quiero · Versión Lucy ·

# 5 · Eres Gracioso ·

5 · Eres gracioso · You are funny

· ~ · ~ ·

· ~ · ~ ·

· ~ · ~ ·

Natsu era un idiota en todos los sentidos de la palabra, y eso lo sabían todos, incluida Lucy.

Ella era la persona - sin contar a Happy - que más tiempo pasaba con el peli rosa. En el gremio estaban los dos juntos, también escogían e iban a misiones juntos, al volver descansaban juntos, incluso dormían y parecían vivir juntos... En fin, que prácticamente no se separaban el uno del otro. Por ese motivo, era más que obvio que la rubia conociera tan bien a su compañero, y podía afirmar casi al 100% que era un idiota de pies a cabeza.

- ¿Por qué te enamoraste de él entonces? - preguntó Cana. - No es tu tipo ideal, ¿verdad?

La chica asintió con la cabeza. Siempre buscó a alguien que fuera muy parecido a los príncipes que salían en los cuentos que leía de pequeña, encantador, amable, caballeroso, y muy inteligente. Jamás pensó que acabaría fijándose en alguien que fuera todo lo contrario.

- Es como el villano del cuento. - siguió Cana.

- Querrás decir como el dragón. - le corrigió Lisanna.

- Cierto. Ese le pega más.

- No seáis crueles, Natsu también puede ser encantador, aunque muy a su manera... - les dijo Levy con una gota resbalándole por la sien.

- ¿Ah sí?

- Bueno... Es valiente. - dijo Lisanna.

- Fuerte.

- Gracioso. - añadió Mira.

- ¿Gracioso?

- Sí. ¿No pensáis que lo es? A mi me hace mucha gracia. - dijo ella con inocencia.

- A ti todo te hace gracia Mira-nee. - contestó su hermana.

En aquel momento la rubia maga pensó en todos aquellos momentos que el chico le sacó más de una sonrisa. Era demasiados, como aquellas veces donde él y Gray discutían y cambiaban de humor cada vez que Erza se giraba a verlos.

- ¡Aye! - imitaban al gatito azulado.

Era muy gracioso.

Con una cálida sonrisa, la chica recordó que siempre que Natsu la veía algo deprimida o más seria de lo normal allí estaba él dispuesta a cambiarle la cara, costara lo que le costara, como aquel día...

Era el aniversario de la muerte de su padre, un día en el que por supuesto no estaba en condiciones de querer sonreír demasiado. Decidió no ir al gremio por motivos que eran obvios, no quería preocupar a nadie. Se quedó en casa toda la mañana pensando en sus cosas.

- ¿Lucy? - oyó una voz.

- Natsu... - susurró su nombre sorprendida. No esperó que viniera a verla, y mucho menos en un día como ese. - ¿Qué estás haciendo aquí?

- No has venido al gremio. - contestó.

El chico saltó de la ventana al suelo de la habitación, y se sentó en la cama con las piernas cruzadas para observar a Lucy.

Al igual que la rubia conocía muy bien al chico, él la conocía muy bien también, y sabía que se estaba esforzando mucho por mantener una sonrisa pegada a su cara, sonrisa claramente falsa.