Capítulo 6

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La mañana del lunes pasó en un borrón de las clases y conversaciones sin fin sobre el asesino vampiro. Todo el mundo estaba asustado por los chicos muertos, pero me mantuve callada, sin querer revelar lo que sabía. No había visto a Byulyi en el apartamento esa mañana, pero tenía la sensación de que me habría dicho si hubiera capturado a Gwi.

A la hora del almuerzo, me encontré con Irene y Chorong en la fila de la cafetería. En el menú de hoy: fideos grumosos con salsa-que-parecía-cátsup. Aunque el almuerzo sólo costaba dos mil wones, estaba empezando a pensar que estaban robándonos.

Nos sentamos en nuestro lugar habitual; al extremo de una larga mesa plegable. Como todos los demás en la escuela, Chorong e Irene querían hablar del asesino vampiro. Me quedé en silencio, luchando sobre si debía o no decirles lo de Byulyi. Por un lado, sentía como si tuviera que, confiaba en mis MAPS sobre todo, y esto era enorme, una completa alteración de vida. Por otro lado, sabía que Byulyi quería volar por debajo del radar tanto como fuera posible. Si les contara la verdad sobre ella, no habría duda que se propagaría y la presencia de Byulyi saldría a la luz.

—Por lo general existe una seguridad en cuanto sea un grupo —dijo Irene mientras jugaba con su tenedor y los fideos—. Pero no. Este chico se las arregló para atacar a dos personas a la vez.

Chorong no parecía muy convencida. —No puede ser una sola persona. Nadie es tan fuerte.

Ningún humano, de todos modos. Recordé el viernes por la noche, sentí el aumento de pánico dentro demí.

—Debemos permanecer en nuestras casas durante la noche hasta que esta persona sea capturada —les advertí.

Chorong alzó la barbilla. —No voy a dejar que este imitador punk de vampiro dirija mi vida. Porque entonces él ganaría.

—No es admitir la derrota si nos mantenemos bajo el radar —discutí—, es ser inteligente. Si salimos por la noche, por lo menos tomar taxis.

—No puedo darme el lujo de hacer eso durante más de una semana —dijo Chorong.

La situación económica de su familia era similar a la mía. Vivían bien con el sueldo de su madre como cajera bancaria, pero no había mucho de sobra. Sin embargo, Chorong tenía un genial trabajo de verano como consejera de un campamento y por lo general llegaba a casa con al menos dos grandes en el banco.

—¿Yongsun?

Me volví a ver a la Sra. Baek, la administradora de la oficina, de pie detrás de mí. Estaba enfurecida.

—Hay una muchacha en la oficina pidiendo verte. Dice que su nombre es Byulyi y que es tu prometida. Es muy insistente.

¿Byulyi estaba aquí?¿Y qué estaba pensando haciéndose pasar como mi prometida?

Irene se quedó sin aliento.—¿P-prom…?

—¿Yongsun, qué día…? —tartamudeó Chorong.

La Sra. Baek les interrumpió antes de que pudieran hacer preguntas coherentes. —¿Y bien? —me dijo—. ¿Sabes quién es esta persona, o tenemos que llamar a la policía?

—Sí, ya voy. —Disparé a Chorong y Irene una «se los explicaré después» mirada, luego me levanté y salí de la cafetería.

Seguí a la Sra. Baek por el pasillo hacia la oficina. Escuché la voz de Byulyi antes de verla.

—... y le aseguro, señora, que ella va a estar muy feliz de verme —dijo bruscamente.

—Sí, pero ya que ella es menor de edad y no eres su madre, no podemos dejarte hablar con ella sin su permiso —respondió la Sra. Joy, la secretaria de la oficina.

Bienvenido a otro mundo (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora