Capítulo 21 Final

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En el hospital, le dije a Irene todo, con Chorong ayudándome a completar las partes que estaba demasiado débil para explicar. Irene estaba aturdida, furiosa y aliviada de que estuviera bien, dejé que Irene experimentara todas sus emociones a la vez. Se sentó a mi lado y me agarró la mano mientras me suturaban el cuello. Por suerte, el personal del hospital no prestó ninguna atención a nuestra conversación.
Entonces llegó la policía. Byulyi había desaparecido después de dejarme en el hospital. Aunque ella era el héroe que había detenido al asesino vampiro, no podía decírselo a la policía. Les respondí algunas preguntas, pero insistí en que no había visto quién había estacado a Gwi.

Cuando Chorong, Irene y yo salimos del hospital, estaba oscuro afuera. El padre de Irene nos recogió. De camino a casa, vimos que las calles estaban inundadas de gente celebrando. Ya se habían enterado que el vampiro que había estado aterrorizando la ciudad estaba muerto. No más temor. Todo el mundo estaría de fiesta. Era Halloween, después de todo.

Había llamado a mamá en el hospital y le di una breve explicación: El vampiro estaba muerto y yo estaba bien. Cuando llegué a casa, ella y Yonghee me abrazaron.

—¿Estás segura que está muerto? —preguntó Yonghee.

—Sí. Lo vi. Byulyi lo mató.

—Qué singular muchacha —dijo mamá, y Yonghee asintió con la cabeza.

Me fui a mi habitación a cambiarme. Mi camisa estaba cubierta de sangre seca. En vez de ponerla en el cesto de ropa sucia, la puse en la basura. Nunca quería volver a verla.

Tenía la imperiosa necesidad de ducharme, pero no quería mojar los puntos de sutura, por lo que utilicé un paño para limpiarme en el baño, entonces me puse ropa limpia. Vi moretones en mis brazos donde Gwi me había sostenido y recordé esos terroríficos segundos.
El timbre de acceso al edificio sonó, seguido por un golpe en la puerta un par de minutos más tarde. Sabía quién era.
Cuando entré en la sala de estar, mamá estaba abrazando a Byulyi y le agradecía profusamente. Oí a Yonghee decirle que podía quedarse aquí cuando quisiera y le daría su habitación. Byulyi parecía avergonzada por su gratitud y reconocí su alivio cuando me vio.

—Yongsun. ¿Te sientes bien para salir a cenar?

—Claro. —Era verdad, ahora que estaba en casa a salvo, me sentía casi normal otra vez... y me estaba muriendo de hambre.

—Excelente.

Cuando salimos, el aire frío me golpeó. Hacía tanto frío que podías ver tu aliento, y recordé las heladas en Halloween de años pasados, cuando mamá había intentado ponerme mi disfraz encima de mi chaqueta de invierno. Me alegré que hubiera dulce-o-truco esta noche.
Cuando nos metimos en el coche, no lo prendió inmediatamente.

—Estoy muy agradecida.

—¿Por qué?

—Porque has aceptado tener una cita conmigo. Sonreí. Nuestra primera cita real. Ya era hora.

Primera y última. Me dolía el corazón. No iba a ser fácil pasar las próximas horas con ella, sabiendo que se iría pronto.
Pero no nos separábamos sin esperanza, ya no. Había esperanza para Byulyi. Esperanza para todos en Otherworld. Si Gwi pudo ser derrotado, también In-ho. El bien había vencido sobre el mal en mi mundo, y podría en el de Byulyi también.

—¿A dónde vamos? —pregunté.

—Tengo un lugar en mente.
Pasamos delante de un grupo de adolescentes corriendo a lo largo de la acera, gritando como si su escuela acabara de ganar un campeonato deportivo. Su exuberancia nos hizo reír.

Bienvenido a otro mundo (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora