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Miyeon levantó lentamente la cabeza al no sentir dolor en ninguna parte de su cuerpo.

Sus ojos se abrieron lentamente al ver el cuerpo de Yuqi frente a ella, todas las dagas que iban en su dirección terminaron incrustadas en la espalda de la castaña.

-Tú...

-¿Que fue eso?- Se preguntó Yuri, esa chica se había movido mucho más rápido de lo que una Chosen podría hacerlo normalmente, la rubia podía incluso llegar a decir que esa chica podía llegar a igualar la velocidad de la Reina.

-Déjame encargarme de esto- Yuqi tomó su Katana y en un movimiento rápido liberó a Miyeon.

-¿¡Estás loca!?- Gritó Miyeon, haciendo que la castaña parpadeara rápidamente.

-No lo creó-  Respondió no muy segura de su respuesta -Pero no es momento de hablar de eso- Intento girar hacia Yuri pero un fuerte dolor en toda su espalda la detuvo, sentía que las dagas cada vez más entraban a su cuerpo.

-La Reina me dijo que no te matará, pero estás siendo una molestia- Yuri apretó su puño haciendo que Yuqi hiciera una pequeña mueca de dolor -Largo- Movió su brazo hacia un lado haciendo que la castaña saliera volando varios metros lejos de ellas -Bueno...- Miró hacia donde estaba Miyeon -¿En dónde estaba...

La rubia abrió ligeramente los ojos al ver a la peliplata frente a ella, solo a unos centímetros de distancia.

Miyeon tomó su lanza con fuerza y atravesó a Yuri en el estómago.

-¿Solo era una muñeca?- Murmuró al ver cómo el cuerpo se convertía de nuevo en sangre.

-Parece que lo estaba controlando desde la distancia- Shuhua se puso a su lado y miró la gran cantidad de sangre que había -Deberiamos tener cuidado con eso, no sabemos si todavía puede controlarla.

-Tienes razón- Miyeon miró hacia todos lados -¿Dónde estás los Díréns?

-Me encargué de todos los que aparecieron, después de que la derrotaste dejaron de aparecer.

-Eres tan fuerte- Colocó una mano en la cabeza de Shuhua, acariciándola suavemente como si de un cachorro se tratará.

-Soy realmente fuerte unnie- La pelinegra sonrió orgullosa.

-Deberiamos llamar a Taeyeon para que se encargué de todo lo demás- Shuhua asintió mientras sacaba su celular.

Miyeon por otro lado, lentamente camino hacia donde habían lanzado a Yuqi unos minutos atrás, sin embargo al llegar no encontró nada, solo había quedado una pequeña paleta que parecía habérsele caído, se agachó y la tomó.

-Parece que estaba bien- Soltó un pequeño suspiro -Me preocupé por nada...

-Ooooh, ¿Te preocupaste por ella?- Miyeon dió un pequeño saltó al escuchar la voz de Shuhua tras de ella -Pensé que la odiabas- Sonrió.

-La odio, y más por haber hecho semejante estupidez, fue completamente estúpido meterse en medio.

-Cuando la veas solo agradecele por haberte salvado, no te pongas de quisquillosa con ella- Shuhua miró la paleta que llevaba Miyeon en su mano -Y no comas tantos dulces, ya no estás en edad para hacerlo- Salió corriendo antes de que Miyeon le tirará su lanza.

-Como si me gustarán están cosas- Soltó un bufido y la guardo en su bolsillo.

(...)

-Maldición...- Yuqi intento mantenerse de pie, pero no podía dar más de dos pasos sin sentir que todo le daba vueltas.

Ese había sido un movimiento peligroso, tenía que pensar mejor lo que hacía de ahora en adelante, no quería morir tan rápido.

Continúo dando un par de pasos mientras se sujetaba de la pared y entraba al primer callejón que encontró, no tenía mucho tiempo.

Se aseguró de que nadie la estuviera mirando y con las manos temblorosas logro sacar un pequeño frasco  del canguro que llevaba puesto, colocó el contenido en una jeringa y se la puso en el cuello, su mano temblaba tanto que le costó si quiera poder poner su mano a la altura de la vena en su cuello.

-No...- Susurro mientras cubría uno de sus ojos, la situación se le estaba saliendo de las manos.

-Oye... ¿Estás bien?

Levantó la mirada, no había si quiera sentido que alguien se estaba acercando, sus ojos intentaron enfocarla pero no lo logró.

-¿Necesitas ayuda?

Preguntó de nuevo, si sus oídos no le estaban fallando, esa era la voz de una mujer.

-Oye...

El cuerpo de Yuqi cayó lentamente hacia un lado, era lo mejor que podía pasar en ese momento, caer desmayada.

(...)

-Así que ella estuvo ahí- Yeji le lanzó una diminuta bola a Minnie, quién la atrapó sin siquiera voltear a mirar.

-Ahora tengo curiosidad. Quiero conocerla- Soojin sonrió suavemente mientras abrazaba a Shuhua por la espalda, recostando su barbilla en el hombro de la pelinegra.

-¿Ah sí?- Preguntó la pelinegra mientras levantaba una ceja.

-No cualquiera protege a alguien que acaba de conocer, solo me parece interesante- Dejo un pequeño beso en la mejilla de Shuhua.

-Bueno, debo admitir que también tenía ganas de conocerla- Tomó una de las manos de Soojin que reposaban sobre su estómago y le dió un pequeño beso.

-Ugh, ustedes ya van a empezar, mejor me voy- Yeji recibió la pequeña bola que le lanzó minutos atrás a Minnie y salió de la habitación.

-Sera mejor dejarlas solas, parece que ya se calentaron- Miyeon soltó una pequeña risa y salió corriendo de la habitación al sentir las miradas asesinas de ambas chicas.

-Solo no hagan mucho ruido, quiero dormir- Minnie creó una barrera evitando que una bala que disparó Soojin la golpeará.

-¿Por qué siempre piensas eso de nosotras?- Se preguntó Soojin mientras hacia desaparecer su arma.

-¿Por qué es verdad?- La pelirroja se tenso suavemente al sentir el cálido aliento de Shuhua en su oído.

-Shuhua, estamos en la base- Susurró, intentando alejar las manos de Shuhua que ya paseaban libremente por su abdomen.

-¿Y?

-Como que, ¿Y? Las chicas duermen en las habitaciones de al lado, además hay varios soldados que se quedan en la base, nos escucharán.

-No me importaría que todos esos soldados nos escucharan- La pelinegra arrinconó suavemente a Soojin contra la puerta -Así sabrán que eres solo mía.

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ONE REASON •SOQI• ||AU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora