Conway llevaba unos cuantos días enfermo, con fiebre, y Volkov se había ofrecido a cuidarle, se había ofrecido a quedarse con el en casa.
La pareja ya llevaba 1 mes, 1 mes siendo novios, parecían adolescentes, con todas las emociones a flor de piel.
Entre ellos, todo era diferente, se trataban diferente que frente a toda la malla. Estaban tan enamorados que todo era perfecto, tan sumamente perfecto que para ellos no habían errores.
Era el segundo día en cama de Conway, era la primera vez que estaba tan malo, pero eso no le quitaba las ganas que tenía de Volkov.
Normalmente Conway era quien llevaba la iniciativa pero no tenía fuerza ni para eso, solo tenía ganas de taparse con la manta hasta el cuello y no moverse, quedarse abrazado a su novio y no hacer nada más, así que eso hizo, cogió una manta y se tapó hasta el cuello.
-no debería taparse tanto, le va a subir la fiebre- dijo el peligris algo preocupado.
Ante esto Conway solo le fulminó con la mirada y algo cansado se destapó -a sus ordenes- dice el mas mayor -pero que sepas que calor no hace, hace frío- ante esto Conway se hizo una bolita, abrazandose a sus propias piernas y tiritanto.
Era la primera vez que Volkov veía tan débil a Conway. Por lo que empezó a preocuparse demasiado, así que sin decir nada más se acercó a él y le abrazó, quedandose ahí, cerca del pelinegro.
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Días antes Conway intentó tener algo con Volkov pero no lo consiguió, debido a lo tímido que es el peligris.
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3 días antes
Besos y más besos depositaba el más mayor sobre el cuello del peligris, besos, chupetones, lametones, comway se había vuelto totalmente salvaje, y eso a Volkov le gustaba, gemia y suspiraba ante el contacto que le daba Conway en la piel, sus pieles al chocar quemaban, pero se sentía bien, solo querían seguir y no parar, el miembro de Volkov pedía más, lo notaba palpitar dentro de esos molestos pantalones, por lo que intuitivamente, tiraba las caderas hacia arriba, intentando tener la mayor fricción posible con el mayor que se encontraba encima suya dándole besos.
Conway al darse cuenta de lo desesperado que estaba Volkov sonrió hacia dentro, y sin más preámbulos se acercó a su oído mordiendo el lóbulo de esta y pegando los labios - Si quieres que te folle, pidemelo-
El peligris ante esto se puso muy nervioso, no sabía que hacer ni que decir por lo que se delimitó a quedarse en silencio, por lo que Conway volvió a sonreir - venga princesa suplicalo como una perra-.
Volkov se sorprendió bastante y las únicas palabras que salieron de su boca fueron. -q-que? - cada vez estaba nervioso, su corazón palpitaba a mil no sabía que hacer.
-solo me vas a decir eso? Te niegas a suplicar? Esta bién princesa- Conway sin decir nada más se levantó de la cama y se dirigió la baño, cerrando la puerta tras él
