Al día siguiente Víktor fué quien despertó el primero, abrazado a Conway, como cada día.
Verle también tranquilo, dormido, le transmitía muchísima tranquilidad, le encantaba ver al Americano con el pelo revuelto, los labios hinchado y entreabiertos, le parecía tan sumamente perfecto que se quedaría horas mirándole.
Ya eran las 7:00, por lo que tenían que ir a trabajar ya, era más tarde de lo habitual, por lo que con cuidado empezó a darle besitos por toda la cara cariñosamente, acompañado de pequeños susurros diciendo su nombre.
En cambio ante esto Conway solo reaccionó haciendo un pequeño ruido de queja, no le apetecía para nada levantarse, y mucho menos ir a trabajar, se encontraba muy mal.
Abrió los ojos con desgana y miro a Volkov. El pelinegro tenía los ojos hinchados y la piel muy pálida, cosa rara ya que el es bastante Moreno.
El ruso se dió cuenta enseguida de esto, ya que Conway es una persona con la mirada intimidante, y en esos momentos solo mostraban debilidad.
-Está bien Conway? -dijo con un tono de voz preocupado.
A lo que Conway le Miró y asintió con la cabeza, pero el otro no se fiaba, por lo que le puso la mano en la frente y se dió cuenta de que tenía fiebre.
