#13 (Parte 2)

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¡Sí, sí, sí! Vida, hay vida, en este lugar... Llevabamos como 1 hora y media andando en bicicleta desde la última vez que nos detuvimos y me estaba muriendo de hambre. Oh, esa cafeteria vieja en medio de la carretera, era nuestra salvación. Aunque Dee no lo demostraba, se le veia bastante palido(más) y cansado, el muchacho no tiene cuerpo de que se destaque en los deportes y por más que a mi me guste andar en bicicleta las piernas se me iban a caer en cualquier momento. Dejamos nuestros super vehiculos detrás del establecimiento, junto a un poste de luz algo viejo, como la mitad de las cosas en Rusia, y luego nos dirijimos a la puerta principal.

El lugar tenía un aire a típica cafetería Estado Unidense en donde los camioneros se paran a tomar desayuno, con su rockola toda vieja con éxitos de hace años, una barra en donde se exhibían tortas y la típica mesera vieja con traje ochentero, pero todo olía muy bien. Nos sentamos hasta atrás, cerca de la Rockola y la señora no tardó en acercarse para tomar la orden.

-¿Qué desean? -Nos miró a ambos mientras le daba golpecitos la libreta con la punta de su lápiz. Dee me miró, indicándome que pidiera primero.

-¡Huevos! Quiero huevos revueltos con café y una de esas tartas de la barra. -Dije hambrienta y el rubio se rió.

-Yo quiero lo mismo y salchichas. -Finalizó, a lo que la vieja señora se fue sin más. Inmediatamente me giré para verlo, permanecía mirando por la ventana hacia la carretera.

-Es una pena ¿no? -Mencioné sin saber qué decir.

-¿El qué? -Me miró nuevamente y levantó su ceja.

-Que nos haya dejado el autobus.-

-No, prefiero pedalear hasta morir antes de hacer actividades de integración con gente con la que no me voy a integrar luego de esto. -Soltó entre un todo serio y burlón.

-¿Entonces para qué seguimos el autobus, idiota? -Pregunté.

-Cuando noten que faltamos van a llamar a nuestros padres y no quiero ver a mamá enojada. -No pude evitar reírme. Sí... Victoria era algo agresiva, aunque buena onda. -Además es una buena excusa para pasar el tiempo contigo. -Sus mejillas se pintaron de un tenue rojo, igual que las mías.

-Será divertido, podremos ver más cosas en el camino. -Le animé y él sonrió, aunque no tardó en poner la misma expresión aburrida de siempre.

-¿Qué pasa? -Pregunté, mientras cogia uno de los saleros puestos sobre la mesa para observarlo.

-¿Por qué te has venido de Moscú? -Se acomodó un poco el cabello y miró hacia la ventana, parpadeé un par de veces, me habia cogido por sorpresa. -Digo, Aprelevka es lindo, pero...

-No hay nada. -Me reí y él asintió. -No es la gran cosa ¿sabes? yo tenia algunos problemas y terminó por afectar también a mis cercanos. -Me lamenté. -A decir verdad fui yo quien insistió en dejar Moscú. -Hice un chasquido con la lengua.

-Qué suerte. -Murmuró y yo lo miré algo mal, con una ceja levantada. Él lo notó y se corrigió. - Digo... No por lo que te pasó sino... Bueno... Tú entiendes ¿no? -Se rascó la cabeza nervioso y yo reí.

-A mi también me alegra conocerte. -Dee dejó ir la tensión que se había acumulado en sus hombros.

-Escucha, _________ debo decir... -La mesera nos interrumpió poniendo ambos platos en la mesa y yo la miré sonriendole a modo de agradecimiento. Ella hizo mi mismo y se alejó. Miré mi plato, todo se veía delicioso, así que empezamos a comer.

-¿Qué querías decirme? -Mencioné tragando la comida en mi boca y el rubio me miró con los cachetes llenos y se apresuró a tragar.

-Oh, lo olvidé. -Sonrió duramente y siguió comiendo. -Esto está muy rico. -Murmuró.

I'm not Mad at You (Dee x Tú) [[Metal Family]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora