Pasando Amor

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Advertencia de +18

Día de lo ocurrido.

Pasé un momento por los gimnasios esperando a que el lento de Kayn llegara. Lo llamé varias veces pero me ignoraba. Llamé a su compañero de habitación quien me dijo que Kayn se había escapado desde la mañana y aseguró no volver hasta la noche.

Las chicas pasaron detrás de mi en dirección a sus vestidores, algunas me saludaron, Neeko me llamó y yo la saludé. Entre ellas _ella_ me miró, se veía cansada por el último entrenamiento, la miré coqueto y ella ¡Me ignoró! Pasó de largo y no la vi más...

— Rakan! Hola?

— Ehh? Qué... Ah!

Rakan dejó de hablar confundido.

— Ehh, perdona, me distraje. Qué decías?

— te decía que mejor no lo esperes, debe estar con Akali seguramente y cuando están juntos...

— Nadie sabe dónde están. Lo sé... Uggh, hubiera avisado y no hubiera quedado como tonto esperando.

Guardó su teléfono después de colgar. Miró el suelo y se decidió a entrar sólo al gimnasio.

Una hora después...

Estaba cansado, cumplió su rutina del día y eso lo hacía feliz pues se mantenía sano y fuente para verse más genial. Según él...

Recibió una llamada entrante de su amigo Kayn, entonces le reclamó por llamada lo insensato que fue al no avisarle.

Caminaba de un lado a otro mientras kayn explicaba porqué no avisó, hasta que un parpadeo de luz le llamó la atención.

Esa luz lo llamaba indirectamente, al mirar a través de ese hueco luminoso... La vio.

Era la hermosa figura de una cansada Xayah cambiándose de su última rutina de porrismo. La falda corta de su uniforme dejó ver al joven su parte baja. Dejó de prestar atención a lo de afuera y se concentró en ella.

— Joder... Ese trasero no deja de mirarme...

No era para mucho que su vista sin invitación lo dejara ver como ella se quitaba ese uniforme con delicadeza. Veía su piel y se veía suave al contacto. Esa ropa interior le decía que usaba la tela suave y delicada del algodón. Estuvo a punto de ver con lentitud como se verían su delicados pecho de no ser porque unas chicas iban saliendo.

Rakan se asustó y salio corriendo al baño de hombres. Lo último que jamás querría era que lo catalogaran de pervertido y fisgón. Aunque claramente lo era.
El baño estaba sólo, salvo por él y su caliente ser que se emocionaba con los flashes de esos recuerdos. Le hecho un vistazo a su entrepierna y esta se hallaba dura y amenazante. Quería salir de ese encierro de tela y desquitarse de aquellos recuerdos que lo encendieron.

Rakan cerró la puerta con llave, se metió a la cabina y ahí reflexionó:

— Vamos... Es solo una amiga..
Dejó su miembro al descubierto.

— Síí... Y eso se veía muy prometedor...

Poco a poco procedió a estimularse.

— ¿cómo... Pfff,  Cómo puedes ser así conmigo?

Cada flash de recuerdo lo hacía calentarse mas. A un punto en el que tuvo mucho calor en esa cabina.

— Solo quiero... Fuuu.. Una mirada como esa...

El recuerdo de esa piel suave lo invadió a hacerse la complacer con más delicadeza.

Intentó callar sus gemidos. Aunque cada parte de él deseaba ronronear el nombre de la chica por la que se complacía.

Su conciencia le reprimió su acto, pero su corazón no paraba de proclamar esas caderas en su mente como una motivación.
Minutos fueron suficientes para que terminara en esa cabina. Ensuciando su mano con su líquido pegajoso, pero siguiendo con la mente hundida en esa figura.

— Ella es muy Sexy... Aún sin su ropa, solo me llama más.

Limpió su propio desastre. Se lavó la cara en el lavabo y se miró al espejo. Ahí estaba el reflejo de alguien vencido por una chica que no le quiere dar la oportunidad. El reflejo de alguien desesperado.

— Está bien... Eres muy inteligente, hermosa, buenas calificaciones, un sueño en tu futuro... Ahhh... ¿Qué haré para ser merecedor de al menos una mirada cariñosa tuya?

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