—Hoy hay mucho trabajo en la Academia, — solté un suspiro cansado — es mi culpa por divagar tanto.
Tomé todo el papeleo del escritorio que tenía en frente y miré las flores que descansaban en el otro lado de la oficina, rápidamente sentí una mezcla de tristeza combinada con felicidad.
Últimamente Yuzu viene mucho a mi cabeza, han pasado cinco años desde que ella se fue, cinco años desde que deje de ver esas sonrisas que me mostraba en los peores momentos, junto con la risa que hacia latir mi corazón y esa energía que desbordaba siempre que hacia cualquier cosa, probablemente es por los acontecimientos que han estado pasando en estos días.
Las flores eran una demostración perfecta de todo lo que ha cambiado mi vida, hace aproximadamente un año que había conocido a un muchacho encantador. Su nombre es Kenji y desde que lo conocí está empeñado en conquistarme, trae flores, me invita a cenar y a salir, a veces viene por mí y otras muchas pasa a la mansión para recogerme.
Se lleva bastante bien con Yukiko, ella lo quiere mucho y juega con él. Mi hija es el regalo más preciado que tengo en la vida, esa pequeña de poco más de cuatro años lo es todo para mí, madre dice que su actitud es todo el reflejo de su madre, tiene el cabello negro como la noche, los ojos verdes y la piel blanca.
Sonreí al acordarme de ella, Yukiko es mi hija... y de Yuzu, ella es lo único que me queda de aquella relación que tuvimos las dos. Poco antes de que mi boda con Udagawa se realizara, comencé a sentirme mal, tenía mareos, náuseas y de vez en cuando me desmayaba, fui al doctor y descubrí que estaba embarazada. Mi sorpresa fue infinita al descubrir que todo el amor que sentía por Yuzu había dado fruto y ahora lo llevaba en mi vientre, después llego el terror de saber que, quisiera o no, tendría que enfrentar a mi abuelo con la verdad.
Por una vez en mi vida tome las riendas, y junto con la ayuda de Udagawa pude enfrentarme a él, al principio su sorpresa fue masiva, su enojo excesivo y no fue porque fuera Yuzu la otra madre, sino porque yo no había dicho nada antes. No hace falta decir que estuvo decepcionado de mi mucho tiempo, el hecho de no ser capaz de hacerle frente con convicción acerca de lo que sentía lo hizo reflexionar.
Después de todo el revuelo por la noticia, se canceló el compromiso con los Udagawa, mi ex prometido y yo nos hicimos buenos amigos, y mi abuelo me hizo prometerle que de ahora en adelante buscaría mi felicidad, él sabía que había hecho mal al forzarme para casarme con alguien a quien no amaba, así que me dio la libertad de heredar todos sus negocios y tomar mis decisiones sola.
Grande fue mi sorpresa por su reacción, creí que podría ser feliz con Yuzu, solo hacía falta que la buscara, le pidiera perdón de mil maneras y cuando por fin pudiera perdonarme, formar una familia junto con nuestra hija.
El problema se presentó cuando llamé a nuestra madre para preguntarle por mi rubia revoltosa, y ella me dijo que ya no vivía con ella, la desilusión crecía exponencialmente cuando me contó que se había ido del país para estudiar en el extranjero, fuera de mi alcance.
Aun así, no me iba a rendir, necesitaba a esa rubia como el aire que respiraba y no la iba a dejar ir, no de nuevo. Le dije a mamá que iría a buscarla, pero antes de que me dijera dónde encontrarla se me escapo decirle sobre el embarazo, ella junto con mi padre y el abuelo me dijeron que no podía salir del país hasta que diera a luz a mi bebé, eso me molestaba, pero acepté de mala gana, sabía que era por la salud de mi hijo.
Intentemos de muchas maneras contactar con Yuzu, todo en vano, mi madre supuso que cambió de celular y la fue a buscar al departamento donde vivía en Canadá, algo inútil porque no la encontró. Cada día que pasaba sin saber de ella me angustiaba más, hasta que nació mi bebé nueve meses después y sentí paz por unos días, la amé desde el primer momento en que la vi y en cuanto Himeko la conoció me sugirió su nombre, Yukiko, dijo que su piel era tan blanca que le recordaba la nieve.

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Citrus: Volver a verte
FanfictionDespués de que Yuzu y Mei no se hayan visto durante algunos años, Yuzu regresa a Japón con muchas sorpresas, aunque no es la única. Mei también tiene secretos que Yuzu está por descubrir. Ambas se reencuentran, pero, ¿qué pasará ahora con su futuro...