Era día de descanso en la Academia Aihara, razón por la que Mei, Yukiko y Kenji estaban disfrutando del sol y el hermoso cielo azul que había en el cielo, paseando en un parque cercano a su casa.
La señora Ume había decidido que se quedaría en la mansión ya que le parecía mejor que todos fueran a un día «familiar», Ume se había dado cuenta de que las sonrisas eran más recurrentes en la cara de Mei, ella sabía muy bien que Mei había decidido darle una oportunidad a Kenji, razón por la que ya llevaban unos meses saliendo como una pareja oficial.
El aire soplaba fresco haciendo que las coloridas flores que había alrededor se movieran lentamente de un lado a otro, Yukiko jugaba alegremente en los columpios mientras Mei y Kenji charlaban sentados en una banca cercana para no perderla de vista.
—Y dime, Mei, ¿no tuviste más hermanos? — Mei se tensó un poco.
—Hermanos no, pero si tengo una hermanastra — contestó secamente, arrastrando la última palabra como si intentara protegerse de ella, no estaba preparada para hablar de eso.
Kenji pareció sorprenderse, esa persona no había sido mencionada en todo lo que se llevaban conociendo, le pareció extraño.
—Y, ¿cómo se llama? — no había nada más que interés en aquel joven.
—Aihara Yuzu, no, perdón. Ahora es Okogi Yuzu. — Mei apretó su mandíbula, ¿de verdad era necesario que se cambiara hasta de apellido? De seguro Yuzu la odiaba.
—¿Okogi, por qué se cambió el apellido? — a Kenji no le cuadraba, el apellido Aihara tenía mucho prestigio en Japón, ¿para qué querría sacárselo?
—No tengo idea y tampoco quiero hablar de eso. —su tono no dejó lugar a dudas, él dejó ese punto de lado y trato de saber más.
—Está bien... y dime, ¿cómo es ella? — él quería indagar acerca de esa hermanastra misteriosa.
Sin embargo, Mei todavía no tenía la energía suficiente para poder hablar demasiado de ella, menos con él. Fijó su vista en su hija y finalmente habló.
—Era muy enérgica, una entrometida, rebelde y revoltosa... — sonrió al recordarla — pero, sobre todo, ella era un espíritu libre, sabía lo que quería y luchaba por ello. — cerró sus ojos por un momento. — Al menos hasta la última vez que la vi — su expresión se tornó estoica, Mei sabía que podía haberla roto con sus acciones, pero estaba segura de que podría volver a ser ella, después de todo, una luz como la de Yuzu no era fácil de apagar.
—Suena a alguien interesante, — río un poco, luego pareció caer en la cuenta de algo — espera, ¿dijiste la última vez que la viste?
Mei asintió sin ganas, no le gustaba recordar eso.
—Yuzu se fue a estudiar al extranjero cuando terminamos la academia, — eso había sido su culpa — desde entonces no he sabido nada de ella. — respondió, mintió sobre aquello, Mei si la había visto en otra ocasión, pero no lo iba a decir en ese momento.
—Que interesante... ¿y por qué se fue, no le gustaban las escuelas de Japón? — Kenji estaba presionando demasiado y lo sabía. Mei solo se limitó permanecer callada, incómoda ante la curiosidad de su novio.
Cuando no recibió respuesta, él rubio fue consiente que pasó el límite con su curiosidad, puso su mejor sonrisa y la miró.
—Me gustaría conocerla, — eso tomó completamente desprevenida a Mei, le quito los ojos de encima a su hija para mirarlo a él — parece alguien interesante y con convicciones, además se nota que la extrañas, deberíamos ir a visitarla alguna vez.

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Citrus: Volver a verte
Fiksyen PeminatDespués de que Yuzu y Mei no se hayan visto durante algunos años, Yuzu regresa a Japón con muchas sorpresas, aunque no es la única. Mei también tiene secretos que Yuzu está por descubrir. Ambas se reencuentran, pero, ¿qué pasará ahora con su futuro...