Su padre se enteró de lo que Anna estaba procurando por Petro y Zapatillas. Él pensaba que era una mala inversión, y que además repugnante.
—Anna, necesito hablar contigo. Ven a la casa, por favor —le llamó muy molesto al enterarse de la situación.
—¡Esta bien, padre! Solo no te alteres sin antes darte mi punto de vista —pues la jovencita ya presentía caer sobre ella desde hacía mucho tiempo. Cuando tienes un padre sin amor por los demás... ¿Qué esperar?
Anna, decidida y preparada ante los posibles reclamos, condiciones y exageraciones por parte de su progenitor, se dirigió camino a su casa directa a una tempestad de ira, desamor y egoísmo hacia dos personas, que por circunstancias de la vida les tocó vivir en la calle.
—¡Padre, aquí estoy! ¿Cuál es la urgencia de requerir tanto mi presencia? —soltó sin más la joven bondadosa.
—¡Y todavía lo preguntas! ¿O acaso te haces la inocente en este asunto? ¡Ya estoy enterado de lo que hiciste con esos vagabundos! —le vociferaba su padre con tanta repugnancia.
—Ya veo, padre. Esto es lo que te ha quitado la paz. Que tan poca humanidad tienes. ¿Olvidas, que hoy son ellos y mañana podemos ser nosotros? —respondió tan atónita ante la falta de consideración por el prójimo por parte de su padre.
—¡Consideración! ¿Quieres que gaste energía, dinero en algo improductivo cómo ellos, Anna? Son solo un manojo de desperdicio que deambulan por las calles.
—¡¿Qué?! Padre ¿te das cuenta de lo que acabas de expresar? ¡Tú, el don respetado por muchas personas saca las garras de maldad que lleva oculta dentro, mientras muestra otra cara de la moneda! —sorprendida responde ante tremenda barbaridad.
—¡No te permito que me contradigas. Te prohíbo, que ayudes a esas escorias, malolientes, indignos de nuestra atención. ¿Me escuchas, Anna? —contesta alterado y accionando desmedidamente ante su hija.
—¡Nunca pensé que tú me injustamente me levataras la mano, solo por no ser humilde y reconocer que todos tenemos derecho a vivir sin ser pisoteados por los demás! Hoy más que nunca me doy cuenta de la falsedad de las personas, y cuánto necesitan cambiar, no importando qué posición social tengan. Pero, te perdono, padre; está falta de respeto hacia mí de su parte. Dios te bendiga y quite las vendas de tus ojos, para que puedas ver y recibir la verdad; y no solo dirigirte por las tuyas propias, que son muy perjuiciosas —declara ella ante la acción de su progenitor.
—¡Te ordeno que desistas de esta tontería! ¡Tú harás lo que yo diga! —le grita una vez más, exigiendo detenerse.
—Te respeto y admiro, pero hoy has dejado mucho que desear lastimosamente, padre. ¡Tu no puedes ordenarme. Obedezco tus reglas y las ejecutó a tu criterio, pero no puedes intervenir con lo de Dios en mí vida. Yo seguiré ayudando a Zapatillas y a Petro con tu consentimiento o no. ¡Que te quede claro esto, padre!
—¡Ya veo! ¡Desde hoy cancelaré tu tarjeta!… ¡No mantendré vagos!
—¡Como tú digas! ¡Toma tu tesoro, padre! Espero puedas reconocer que lo puedes tener todo, pero si no tienes a Jesús, el Hijo de Dios, no tienes nada; aunque tengas plata y oro. Oraré por ti, porque eres digno de su misericordia.
—¡Alejandro! ¡Ya basta con tu insolencia! ¡Deja que ella decida su vida!.. ¡Anna! ¡Hija espera, no te vayas así! Mira lo que hiciste por tener un corazón de piedra, Alejandro.
Con lágrimas en sus bellos ojos salió de su casa muy decepcionada de su padre, por la actitud hacia la muestra de bondad y amor hacia Petro y Zapatillas. Estaba sorprendida por las palabras tan duras hacia dos seres que no tenían la fortuna de nacer en cuna de oro como algunos o por lo menos tener un estilo de vida más favorable.
Petro, podría tener un pasado totalmente diferente al de Zapatillas, pero más allá de la condición social, económica se encontraba una realidad que lleva a muchas persona ha vivir un estado realmente mal; y esto le había sucedido a Petro.
Ellos no pidieron pasar por eso, ni tampoco eligieron vivir así; sino que algo sucedió, marcando un destino diferente, y que sin ayuda, no podrán salir. Muy dentro la jovencita sabía, que no iba hacer posible su restauración sin la intervención divina.
"Narra Anna"
"Señor, me siento mal por mí padre, pues ha sido desconsiderado con Petro y Zapatillas. Dos personas que necesitan ayuda ante esta realidad que enfrentan. Es difícil estar en sus zapatos, y tolerar lo que tienen que soportar por no ser comprendido por los demás. Me duele saber, que mi propio padre tiene tanto odio por ellos. Perdónale, su falta de misericordia, por favor. ¡Ayúdale a reconocer a su prójimo! ¡Sálvalo de él mismo, y libera su corazón del odio! Te pido que sanes mi corazón y le des resistencia para no desmayar, y a pesar de la oposición, se mantenga firme hasta el final. ¡Quiero ayudar, Señor Jesús! ¡Ayudar a Petro y Zapatillas pero de verdad!".
Aún oraba fervientemente, ya que, discernía era una acción del enemigo para dañar su corazón, pues en las batallas espirituales no vale, ley natural, arma física, sino tu postura delante de Dios. Ser esa guerrera que da pelea, aún cuando no tiene fuerza. Esta es la diferencia de muchas victorias alcanzadas en la historia de creyentes de fe firme.
Saber, que estuviste cerca de la meta pero algo distrajo su atención, desviando tu enfoque de dónde tiene que estar. Eso duele más que un novio te abandone, un golpe dado en tu rostro. En la historia humana que han escrito innumerables de leyendas, pero ninguna ha dado el efecto o impacto que la de Jesús, Él salvador de mi alma.
"Narra Alejandro"
—¡Álex!
—¡Buenas noches, señor! ¿En qué puedo servirle?
—Te llamo para pedirte que bloquees la tarjeta de Anna, ¡de inmediato, me oyes!
—Señor, pero no es posible a esta hora. Mañana a primera hora pediré que se realice. Pero ¿por qué quiere bloquear la tarjeta a su hija, no entiendo?
—El motivo no es de tu incumbencia. Mantente al margen y solo cumple con tu trabajo, ¿entiendes?
—¡Cristalino, jefe! Disculpe, y se hará como usted diga, señor.
—Está jovencita va entender por las buenas o malas. Además, ¿que mujer podrá vivir sin su tarjeta?
—¡Ninguna! —exclamaba el encargado, haciendo ademán mientras hablaba.
"Narra Escritor"
Bueno, las personas deben entender, que no hay premio sin enfrentar desafíos, tampoco corona sin ganársela. Así es está vida, llena de obstáculos pero también, no descartes, que tarde o temprano el sol te alumbrará, y no siempre todo será oscuridad.
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PETRO EL INDIGENTE (En Pausa)
Spirituelles"Petro" el chico que termino en la calle, debido a un trauma emocional causado ante la pérdida de un ser querido, pero que en medio de ese nefasto acontecimiento encontró una luz de esperanza devolviéndole la humanidad. Esta historia trata de la vid...