El Regreso del Alfa

♕ Capitulo 18 ♕

DIA ¿? 

POV.NARRADOR 

-Hola de nuevo mi niña- el hombre se acercó a Akela con una gran sonrisa en su rostro extendiendo sus brazos hacia ella, Akela sin saber como reaccionar avanzó hacia él abrazándoló.

La mujer que se encontraba mirando aquel escenario caminó hasta llegara al lado del hombre, sonrió alegre al ver el rostro de Akela una pequeña lagrima calló recorriendó su rostro e impactando con el suelo, los ojos de aquella mujer se ponían cada vez más rojos, quería llorar, desahogar toda la tristeza que su corazón había acumulado por demasiado tiempo.

El hombre soltó el cuerpo de Akela y aquella extraña mujer la pudo ver detalladamente, se había convertido en todo una mujer, aquella pequeña niña ya era toda una mujer, la joven mujer calló de rodillas sosteniendo su pecho, todos aquellos recuerdos golpearon su mente al volver a encontrarse con la pequeña niña que había dejado sola cuando apenas tenía 5 años de edad.

Aquel momento en el que había dejado a su pequeña hija a su suerte, aquella imagen que vio en el momento que dio su último respiro.

[...]

[...]

Flashback mujer desconocida 

Su mirada se volvía cada vez más borrosa, un cuchillo de plata se encontraba incrustado en su abdomen, caminaba a pasos lentos por un largo pasillo, sus ojos alcanzaron a distinguir un pequeño bulto parado de espaldas haciéndole frente a un joven que le doblaba la estatura y le triplicaba la edad.

Trató de correr pero el cuchillo de plata se incrustaba aún más haciendo más grande la herida, caminó con dificultad cayendo al suelo, coloco sus manos en el suelo, comenzó a escupir una pequeña pero considerable cantidad de sangre, se sostuvo de una columna que se encontraba a su lado.

Se levantó caminando algunos pasos hasta llegar al pequeño bulto, tocó su hombro llamando su atención, la pequeña niña que se encontraba frente a ella seguía viendo al joven hombre.

[Akela tienes que correr hacia el norte es de gran importancia, se te necesita urgentemente allí] habló por el vínculo a la pequeña niña.

Akela con solo 5 años miro a su madre con aquel cuchillo de plata incrustado en su abdomen, aunque no quería irse aquella orden no era de una madre para su hija si no de una luna y no obedecer a la luna era igual que desobedecer al alfa, miró de nuevo al hombre queriendo matarlo y salió de ahí corriendo lo más rápido que sus pies se lo permitían.

La joven mujer miró al hombre que había visto crecer y había cuidado desde que empezó a crecer en su vientre, aunque quería odiarlo no podía hacerlo, era su hijo, fruto del amor que le tenía a su gran esposo y compañero.

Sonrió mirando al joven chico que se encontraba frente a ella una vez más, el cuchillo que se clavaba en su abdomen fue arrebatado bruscamente y el chico solo miraba sus manos llenas de sangre de la persona que le había otorgado la vida.

Sin poder seguir de pie se desplomó en el suelo sosteniendo su herida para no desangrarse, el chico salió corriendo de aquel lugar dejando a la joven chica desangrándose poco a poco.

Los minutos pasaban, cada vez se sentía más y más cansada, un gran estruendo se escuchó en puerta principal algunos gritaban anunciando que el alfa había sido derrotado mientras fuera de la casa la manada lloraba por la perdida de un gran alfa y el nuevo régimen de un cobarde.

Cerró sus ojos, cada momento maravilloso que habían pasado como una familia recorrió su mente, suspiró por última vez y rezó a la diosa luna por volver a encontrarse con su compañero a donde sea que terminara esta vida.

[...]

[...]

flashback Akela 

La pequeña se encontraba corriendo lo más rápido posible a donde su madre le había ordenado, tenía demasiadas emociones, quería llorar pero se negaba a hacerlo, se sentía traicionada.

Aquel hombre que había querido tanto, aquel el cual la había ayudado en los momentos que se lastimaba que se preocupaba tanto por ella le había apuñalado en la espalda, mirar a su madre con un cuchillo de plata desangrándose poco a poco todas aquellas emociones la habían golpeado.

Un fuerte aullido se escuchó a lo lejos, era su padre, había sido dañado, miró atrás y en un fuerte impulso empezó a correr de regreso a su manada, ella sabía muy bien a su corta edad que regresar solo iría a una muerte segura pero no le importaba.

Dos personas se atravesaron en su camino una mujer y un hombre que rondaban los 20 años, la chica llevaba con ella un cuchillo de plata algo parecido con el que habían apuñalado a su madre, el chico por su parte tenía una pistola que parecía que contenía balas de plata.

-No te muevas- Akela sin acatar sus órdenes siguió corriendo, sin darse cuenta la chica le había clavado el cuchillo en su pierna haciendo que callera al suelo.

Aquellas dos personas aprovecharon aquel momento y se acercaron a ella atándola de pies y manos, el chico sacó algo de su mochila inyectándoselo a Akela.

Trató de mantener los ojos abiertos para buscar una forma de escapar pero le era imposible poco a poco fue cerrando los ojos sin poder evitarlo.

-¿qué haremos con ella?- escuchó Akela como el chico preguntaba aquello en un susurro.

-¿Qué tal si nos la quedamos?- hubo un pequeño silencio donde Akela no supo lo que pasaba- piénsalo, ella es un alfa, de algo nos puede servir cuando crezca la aremos pasar como si fuera nuestra hija y conseguiremos todo lo que queramos, aparte su familia ya está muerta y su hermano es un psicópata -Akela trato de abrir los ojos y protestar de que nada de lo que decían era cierto pero le fue imposible.

Aunque su cuerpo se estaba resistiendo a la sustancia que le habían inyectado, con apenas 5 años su cuerpo aún no era capas de eliminar la toxina, cayo inconsciente escuchando un gran alboroto que provenía de su manada, su padre había caído.

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NOTA DE AUTORA:

Aquí está otro capítulo porfa no me maten por publicarlo hasta ahora... ¿me perdonan? ¿si? Yeii yo sabía que ustedes eran buenos

¿Bueno que opinan del capítulo, esperaban que este fuera el verdadero pasado de Akela?

A decir verdad ni yo lo esperaba me surgió de la nada cuando estaba a punto de ir a mimir, muchas mentiras están envueltas en esta historia

Los quiero hasta pronto