Podían escuchar las gotas de lluvia golpear contra las paredes de la edificación, una tormenta se había desatado, obligando a los escasos jóvenes que aún se mantenían con vida a buscar un resguardo, puesto que nadie estaba dispuesto a enfrentar a las inclemencias del clima.
El azabache y el albino se habían visto en la necesidad de encerrarse en la base del más bajo, planeando con cuidado cada parte de la aventura que realizarían la mañana siguiente.
Una vez que hubieron terminado y con la confianza en los años de experiencia que poseía cada uno, decidieron dar por finalizada aquella labor, se mantuvieron hablando algunos minutos más, notaron entonces que la tormenta no parecía tener motivos de amainar por lo que decidieron descansar.
Ambos apretujados en la pequeña cama del azabache, lograron conciliar el sueño, acogidos en el calor que emanaba del cuerpo del otro, se sentían tan confortados que apenas habían sido conscientes de la furia que se desataba en el exterior.
Rich fue el primero en despertar, siendo más sensible ante la ausencia del sonido, después de algunos segundos noto que efectivamente la tormenta parecía haber terminado, se asomó con cuidado al exterior y noto que aún era de noche.
Despertó a su colega quien algo malhumorado le lanzo una almohada, aunque minutos después estaba listo para las ideas que tenía el azabache.
-¡Mira el cielo!- Extendió la mano para señalarlo como un pequeño- Que puede que sea la noche más bonita que veas jamás, vamos a tu base, que de allí se verá mejor-
El albino simplemente se dejó llevar por la arrasadora actitud del azabache, usaron la herramienta que les permitía volar, el aire nocturno los golpeaba ligeramente, como una caricia refrescante.
La luna bañaba en un halo de luz de tonos amarillentos, reflejando tonos dorados en la lámina de agua que había sobre el hielo, cayeron sin delicadeza en la cúspide de la base helada del albino, salpicando algunas gotas con su caída.
El albino miraba embelesado el cielo, despejado enseñando las estrellas que se agolpaban entre sí, brillando con ferocidad, pero para el azabache aquel brillo celestial se había visto opacado al ver a su querido colega.
La luz de luna se reflejaba en su delicado rostro, bañando su albina piel, aquel tono tan puro y pulcro con halos en tonos dorados y allí donde su piel se veía envuelta en oscuridad se revelaban tonos azuleados, fijo su mirada en los ojos del contrario, con una expresión de absoluto disfrute, relajando sus facciones para terminar en una sonrisa, la suave brisa meciendo sus cabellos con cuidado.
Admiraba con devoción a su colega, que en ese momento había opacado por completo al cielo y a sus constelaciones, un delicado suspiro había salido de los labios del azabache, estaba a punto de pronunciar unas dulces palabras cuando una sensación de desasosiego se plantó en su pecho.
La sensación fue tan fuerte que trastabillo, se llevó una mano instintivamente al pecho, mientras desconcertado se preguntaba que significaba aquello.
Rápidamente el albino lo socorrió, con una mirada preocupada en el semblante, el azabache parpadeo unos instantes antes de recuperarse, alzo la mirada a la luna con desesperación, recordando una costumbre que alguna vez Luh le había relatado.
Mientras aquella sensación se extendía por su cuerpo y aun con la mirada fija en la luna llena, quien sería la única testigo de aquello, pronuncio las palabras que su corazón parecía gritar.
-La luna es hermosa ¿No es así?-
*
El rubio sostenía al albino, quien aún estaba en un estado de shock por lo sucedido, jadeaba sintiéndose asfixiado, rememorando una y otra vez lo sucedido.
Sintiendo la culpa, había sido culpa suya, el había hecho aquella tonta broma que había acabado con la vida de su amigo, no había creído en sus palabras al oírle gritar "Me muero" repetidas veces.
Se sentía como un niño pequeño que no había medido las consecuencias de sus actos, aun en brazos del rubio alzo la mirada al cielo intentando reprimir las lágrimas, cuando su mirada inconsciente se fijó en la luna.
Recordó entonces las palabras que le había dedicado su colega la noche anterior, y sin ser consciente las había pronunciado en voz alta.
-La luna es hermosa ¿No?- La respuesta del rubio tardo algunos segundos en llegar-
-Joe, perdón pero no sé cómo responder-
-¿Cómo?- Pregunto con la voz temblorosa sin apartar la mirada de la refulgente luna-
-¿Sabes lo que me acabas de decir?- Pregunto algo confundido el rubio y al no ver respuesta por parte del albino continuo- Me acabas de decir te amo ¿Lo sabias?-
Entonces el albino sintió como si le diesen una bofetada, recordó la expresión que tenía Rich en el rostro al pronunciar aquellas palabras, sus piernas dejaron de sostener su cuerpo y cayo, aun con la mirada fija en la luna, ahora las lágrimas deslizándose desbordantes por sus mejillas.
"Tiene razón Rich, la luna es hermosa"
Tsuki ga kirei desune, significa "La luna es hermosa ¿No es así?"
Se dice que en el pasado los hombres japoneses eran demasiado tímidos para decir "Te amo" a sus parejas, por lo que decían "La luna es hermosa ¿No es así?"
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•Historias de Cubitos•
ФанфикOne-Shots escritos solo con fines de entretenimiento. Pequeñas ideas que salen de mi cabeza sobre este servidor tan peculiar <3 Y no, aquí no haré pedidos xD Son solo historias de cubitos UwU