Dylan 2

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Dos meses después.

No paro de reír porque Nathan se esfuerza mucho en mantenerse de pie pero sus piernas regordetas no lo dejan.

— Oh cariño, vamos — le ánimo.

Bea entra al departamento en donde estoy viviendo con Nathan y trae una caja de pizza.

— ¡Hola precioso! —Dice ella, haciendo que Nathan chille al verla— ¿Cómo está lo más hermoso de tía Bea? — Nathan mueve sus brazos exageradamente para que ella lo tome.

Cuando lo abraza, ella suspira con anhelo.

— Awww, te extrañe mucho —dice.

Y eso que lo vio ayer.

Bea había regresado de la luna de miel un mes después.

Y se suponía que yo tendría a Nathan dos semanas.

Que se han alargado a dos meses porque no he dejado que Dylan se lo lleve más de un fin de semana.

Siempre le pongo una excusa sobre que podría enfermarse, sobre que me extraña. Y Nathan ha estado muy muy furioso cuando ve que Dylan lo aparta de mí.

Cada vez que lo ve y él quiere sacarlo del departamento sin mí, se pone a llorar furioso.

Y es muy grave eso, porque Dylan se ha dado cuenta que soy algo indispensable para Nathan ahora.

— ¿Dylan vendrá? —dice, yo asiento.

— Sí, se supone que hoy es viernes —me encojo de hombros.

Bea me da una mirada.

— ¿Por qué no le dices que se quede a dormir?

Miro a Bea.

— Porque solo tengo dos habitaciones, la de Nathan y la mía. Y aunque Nathan duerma conmigo... en su habitación hay es una cuna.

— No me refiero a que Dylan vaya a dormir en otro lado que no sea tu cama, Lauren —susurra Bea— ¿Cuándo piensas decirle que quieres intentarlo?

— Lo estamos intentando —le aseguro, Bea niega.

— No, solo lo estas manipulando a tu antojo como una marioneta, Lauren. Dylan besa el piso por donde tú caminas.

— Como todos —agrego yo.

— Es tu esposo.

— Los papeles de divorcio saldrán muy pronto, eso espero —respondo.

Bea ríe escandalosamente y Nathan la imita, riéndose también.

— Eres tan inocente, cariño —susurra Bea— Dylan no puede divorciarse hasta que Nathan tenga seis años.

Mi mandíbula cae.

— ¿Qué mierda estás diciendo?

Deja a Nathan en el piso alfombrado y abre su bolso, sacando unos papeles arrugados.

— Lo encontré en la oficina de Tyler, el papá de Dylan. Estaban puestos en un archivo que decía HBGH y pude sacarle copias.

— ¿Estás loca? —Exclamo— ¿Y si te vieron?

— No había nadie, estaban en una junta y Ariel fue la que los encontró y me los enseñó luego.

— ¿Y cómo le sacaste copias?

— Ariel me ayudó, no te preocupes.

Me da los papeles.

Era un contrato de HBGH en donde le cedían el cincuenta por cierto de los clubs a nivel mundial si se casaba, le daba el apellido materno a Nathan y el matrimonio durara seis años, en donde Nathan decidiría con quién quería irse.

Sedúceme -SAGA HEREDEROS 1- BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora