Lucas 2

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Despierto por los murmullos, y luego por la luz.

— ¿Audrey? —grazno.

Comienzo a toser y siguiente es la mascarilla de oxígeno.

—Estoy aquí, todo está bien —susurra su voz.

Busco desesperadamente abrir los ojos, y cuando lo consigo, mi mano se va a la suya, que sostiene la mascarilla en mi nariz.

—Dios... ¿estás bien? —balbuceo, ella asiente.
—Yo estaba del lado peatonal. En cambio tú no...
—No... no vi a los lados.
—Lo sé, cariño —susurra ella— Yo estaba ahí, pero ahora estás bien.

Cuando miro mi cuerpo, lo único que veo mal es mi pierna.

—Solo se ha salido la rótula, pero eso es sumamente fácil de unir. Solo debes estar en reposo con la pierna estirada. Te enyesaron solo esa parte.
—No vayas a llamar a papá.
—Ya lo hice —sus labios se mueven— Tu mamá ya está en camin...
— ¿Yo te gusto?

Ella se calla, y quita la mascarilla de mi rostro.

No había visto bien su posición, pero está sentada a un lado de mí sobre la cama.

Se inclina un poco a mí para besarme.

—Au...
—Voy a demostrarte cuánto.

Cuando sus dedos acarician mis pómulos y ella va acercándose, me siento como un mismísimo Dios.

Todo lo que desee tener, aquí esta.

A puntito de besarme.

—Si, por favor — susurro.

Nuestros labios se rozan, y cuando cierro los ojos para hundir mi lengua en su...

— ¡Tío Lucas!

Audrey salta de la cama, y yo me muerdo la lengua exageradamente para no soltar una maldición.

Nathan salta en la cama y tira sobre mi pecho tres paquetes de golosinas.

—Mamá me dijo que son muy muy buenas para curar enfermos.

Si si si.

Audrey está limpiando sus mejillas como si eso fuese a quitar el rubor en ellas.

— ¡Nathan! —grita mi papá, entrando.
—Tío Lucas y tía Au estaban a puntito de muacks muacks muacks

Audrey comienza a toser y mi papá abre la boca, sorprendido.

— ¿Ah sí? —dice él, Nathan asiente.
—Mi mamá me dijo que las personas que se daban besos en la boca era porque se querían mucho mucho —asiente en mi dirección— ¿Tú quieres a tía Au?

Mi estómago se contrae.

Papá se aclara la garganta.

— ¿Cómo estás? Nathan está quedándose conmigo por el resto del día. Estoy aprendiendo a ser un abuelo.

Rio.

—Sí, claro. Como si el hijo de Lyric fuera a siquiera ser como es Nathan.
— ¿Y cómo soy?
—Tremendo —le digo, el asiente.
—Abuelo Ty también dice eso —afirma— me gusta ser tremendo —sonríe ahora.

Audrey se acerca a la cama, y la carga.

—Vámonos pequeño, vamos a dejar a este par solos.
—Tía Au... ¿Si tú dices que me quieres... me besarías?

Papá ríe en cuanto Audrey sale de la habitación con Nathan en brazos y me da una mirada pervertida.

—Entonces tú y Audrey muacks muacks
—Jodida mierda, aún no la he besado y...
—Malas palabras —masculla papá.
—Lo siento, pero estoy furioso.
—Audrey comienza a caerme mucho mejor —dice mamá entrando— Esa chica se gana el cariño de todos en cuestión de segundos —dice, y se acerca a mí, dándome un beso— Lucas, cariño —susurra— Pensé que había enseñado eso de mirar a los lados.

Sedúceme -SAGA HEREDEROS 1- BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora