— Kookie... Kookie — los sollozos del rubio podían escucharse por toda la casa, Jungkook terminó por ponerse una camisa sencilla y salió atender el llamado, desde el pasillo pudo oír como su esposo se sonaba la nariz.
Suspiró antes de entrar a la sala, ya se había preparado para el drama que su chico montaba casi todo los días.
— Aquí estoy, amor — el rubio extendió sus manitas hacia él, mientras gimoteaba, el pelinegro se acercó hacia el sofá y tomó sus manos — ¿Qué sucede, bebé? — Jungkook se hizo espació en el sofá y lo sentó sobre su regazo éste aún lloraba mientras apuntaban con su índice hacia la pantalla de televisión.
— ¿Porqué la señora pájaro deja a sus bebés solo unos días después de que salieran del cascarón? — El pelinegro limpió las lágrimas con las yemas de sus dedos — Es muy mala, ellos aún no aprenden a volar y ella solo se aleja del nido — el pelinegro sonrió atrayendo la cabeza de su chico hacia su pecho mientras sobaba sus cabellos.
— Es una manera de supervivencia, ellos estarán bien sin ella, ella solo los dejara cuando ellos estén preparados para valerse por sí mismo — el más bajito apartó el rostro del pecho de su esposo y arrugó su rostro dispuesto a llorar de nuevo, eso aún le parecía una injusticia.
Jungkook pensó rápidamente — Amor, ¿no tienes hambre? — el rubio parpadeó viendo fijo a su pareja, pasaron unos segundos hasta que su enorme sonrisa se formó en su rostro y asintió reiteradas veces.
Eso siempre funcionaba.
El pelinegro ya se había acostumbrado a los repentinos cambios de humor de su esposo, el cual podía pasar de estar sumamente feliz y sonriente a muy enojado y triste, había tenido un poco de todo y al principio se le complicó mucho. Pero entonces escuchó los consejos de Nam, el cual le informó que los cambios drásticos de humor eran cosa del embarazo y que a pesar de todo debía mostrarse sereno y sobretodo cumplir todo sus caprichos.
— El bebé quiere una buena porción de pastel de arroz — sus ojitos se iluminación, sorbe por su nariz y lamió su labio superior.
— Está bien iré por ropa más adecuada y las llaves del auto, ¿vale? — el rubio agitó su cabeza de arriba hacia abajo, el pelinegro sonrió para levantarse y acomodar a su esposo en el sofá. Beso su nariz rápidamente — Regreso enseguida.
💕
El rubio de vientre abultado camino tomando de la mano de su pareja, aunque la unión era cubierta en gran parte por enorme abrigo, perteneciente a Jungkook, que cubría ambos brazos del bajito y que llegaba a tapar hasta los muslos de este, debajo solo traía unos shorts de elástico, y su pies calzados en una pantuflas de conejo.
Así había decidido salir a comprar el embarazado, Jungkook no le reprochó nada, tampoco era como que pudiese hacerlo, sostenía aquella mano quien prácticamente le jalaba, ya que este daba brinquitis mientras iba tarareando alguna canción de Justin Bieber.
— Allá — se detuvo repentinamente, Jungkook siguió lo que miraba con aquel brillo en los ojos, una confitería.
— Bebé, deberías comer más saludable — en cuanto el rubio logró visualizar la tienda no tardó en tirar de su esposo y entrar al lugar, solo fue cuestión de segundos cuando éste se soltó de la mano que lo sostenía y se perdió entre los pasillos de dulces, chocolate de todo tipo.
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¡ᴋᴏᴏᴋɪᴇ ᴀᴘᴘᴀ! 𝙥𝙟𝙢 • 𝙟𝙟𝙠 *ˢʷᵉᵉᵗ ˡᵒᵛᵉ*
Fanfiction𝕂𝕠𝕠𝕜𝕚𝕖 𝕒𝕡𝕡𝕒 Dónde kookie es un papá inexperto, pero con mucho amor para sus bebés