Capitulo 44

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CHRISTIAN

Sentir el cuerpo cálido de mi gata salvaje a mi lado era algo que deseaba cada vez más en mi vida. Pero no estaba, a donde había ido? Sentí la puerta del baño y eran las 6 seis de la mañana, supongo que nuestros cuerpos estaban acostumbrados a la actividad física pero ahora cierta parte de mi anatomía la reclamaba.

No dude ni cinco segundos en venir anoche donde ella, Carla era la mejor madre del mundo y yo no podía tener eso, pero todo paso a segundo plano cuando mi hija bajo corriendo la escalera de la casa de mi gata y me dijo que me amaba. Díganme, si eso no es obra y arte de mi maestra Cariñitos.

-Hummm a donde fuiste?, estaba muy cómodo durmiendo con tu cuerpo pegado al mío.-

-Al baño solamente, vuelve a dormir.-estaba loca si pensaba que no me iba a enterrar en ella.

- No puedo, tengo a una sexy italiana acostada a mi lado, además mira quién despertó.- Se que me sintió.

- En serio? Tu no te cansas de mí?.-

-No, porque habría de cansarme si te amo mi gata salvaje, además eres exquisita. Anda déjame recordaterlo.-

Su cuerpo había aprendido a responder al mío, la besaba y tocaba sus deliciosas tetas y su entrada, estaba húmeda, baje un poco y la penetre, Hummm esto era bueno, muy bueno. Podía hacer algo pervertido pero ese culo me tenía mal y la vista que tenía desde atrás no ayudaba, así que le tome sus brazos hacia atrás y me puse a embestirla, Cristo, mordia la almohada con mi pelvis y mis choques que llegamos los dos juntos. La ayude y masajee sus brazos.

-Estas bien nena?-

- No me digas así, me gusta mi apodo.-
Le gusta mi apodo para ella.

-Okey, mi gata salvaje.- Salí de ella

Escuchamos pasos y mierda¡ sería mi pequeña?. Era Carla que golpeaba la puerta.

-Chicos, el desayuno quedó listo, yo le traje a Po a la cama, dice que se quiere quedar conmigo ahí. No demoren o se va a enfriar¡.-Ahhh? que clase de suegra tengo que es así de relajada? Es moderna idiota¡ no una santurrona¡ Okey conciencia.

-Ya vamos mamá, gracias.-

-Espérame aquí, te traeré el desayuno, no salgas, o ponte esto.- mi camiseta¡¡¡

Me la puse y tenía su olor y la forma de sus tetas, salió y me puse las manos debajo de mi cabeza mientras ella bajó, me gustaba está atención de, buscar el desayuno, ponerse mi ropa, cocinar, una casa con jardín, perro y un anillo en su mano. Podría comprar uno hoy y dárselo en la fiesta del evento y hacerla mi prometida. Así ningún pendejo de mierda se atreverá a mirarla de nuevo. Escuche su voz.

-Eyyy todo bien mi trajeado?.-

-Todo bien mi gata salvaje, podría acostumbrarme a esto.- la senté en mi regazo.

-Ya veremos.... señor?.- Señor....humm.

-Hummm no me tientes a darte azotes
maestra Cariñitos.- desayunamos y fui a la ducha, me bañe con sus artículos personales, su champú, jabón, su olor exquisito en su pelo y cuerpo. Salí con la toalla en mis caderas y mi pelo a medio secar, la miré, vamos a jugar mi gata salvaje.

- Te gusto.-

- Si, no lo negaré más, me gustas, lo sabes, pero no me defraudes para creer en el amor, sólo hazlo posible y te seguiré.- Me seguirá? Eso es.....si hombre que te ama¡.

Esas manitas las reconocía, era mi Po, Carla nos sonrió desde la puerta, me fui a vestir y luego Ana, la esperamos con Po en la cama a medio hacer. Mi hija me tiro la ropa del día de ayer y me pregunto con sus manos.

LA PROFESORA STEELE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora