capitulo tres

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Capítulo tres: "Un cambio se aproxima"

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Habia llegado aquel día que muchos ansiaban en el noticiero de 31 minutos. Ese día eran las esperadas vacaciones que el Sr. Manguera se había dado el "lujo" de hacer para sus empleados, un acontecimiento muy extraño pues, era demasiado la amabilidad del Sr. manguera por hacer algo así.  Pero era demasiada la emoción para los trabajadores que si pudieron optar por esas vacaciones, que no lo cuestionaron.

El ambiente era particularmente  ameno y alegre, relajado y movido, la disposición era totalmente  distinta y se percibía, incluso parecía que el mismo clima se puso de acuerdo para estar soleado. La mayoría tenía una sonrisa dibujada en sus labios y expresadas en sus ojos. Algunos ya tenían  sus maletas preparadas para salir de la ciudad o país apenas terminará el horario laboral.

—¡oye! Nacho, Cachai' que el Sr. Manguera se a vuelto más bondadoso porque está enamorado— habló un tramoya a sus compañeros mientras tomaba una bebida en una botella con la misma marca que no pensamos mencionar porque no me pagan por hacerme publicidad.

—Tiene sentido, Dicen que el amor puede hacer muchas cosas, y entre ellos cambia a las personas  para bien o para mal—Respondio uno.

—se rumorea que arreglo las vacaciones porque con su pareja  viajarian fuera del pais, de lo contrario nos dejaria aún trabajando como esclavos —habló otro.

—Pero es raro, El Sr. Manguera como dueño del canal, fácilmente puede darse el lujo de salir de vacaciones y dejar el canal, ¿que sentido tiene que nos de vacaciones? Si lo pensamos mejor, incluso no es productivo, ni bueno para su bolsillo. Aquí hay algo que no me cuadra.

—¿Y si la pareja del Sr. Manguera trabaja aquí y por eso es que dio vacaciones en general para los empleados para que nadie supiera quien su pareja?

Todos los tramoyistas en su chismoseo abrieron la boca " :0 " y se miraron los unos a los otros.

—¡Pero que buen chisme te contaste!

—¡pa' saborearlo!

— Que mejor forma de empezar el día.

En otra habitación, El excéntrico conductor de canal era retocado por una de las maquilladoras del set para cuando saliera al aire y presentar de mejor forma, con una apariencia prolija y adecuada para la televisión. Puesto que era la cara principal del canal. justo en ese momento   paso por el umbral de la puerta el hombre de barba colorina  Bodoque que  alzaba la mano en saludo de sus compañeros de trabajo, que por por cierto, al apenas verlo, alzó la mano para que la maquillista dejará de retocar. Tulio se incorporó de su asiento y se arregló su corbata mirándose  al espejo, y cuando encontró que ya estaba listo, miro al contrario un poco más bajo que el y le sonrio.

—hola Juan Carlos—

—Hola.

Bodoque no quiso ser totalmente descortés con su amigo, pero se sentía un poco incómodo y ansioso, no quería que Tulio le preguntara y le insistiera con lo ocurrido de la otra vez. Bodoque esperaba que todo hubiera quedado en el olvido y ni se les ocurriera consultarlo porque no deseaba enfrentarlo.

Tulio quien ya conocía a un poco a su compañero, vacilo un poco en si preguntar por lo de la vez anterior o simplemente dejarlo a un lado. Cuando se dispuso a hablar bodoque lo interrumpió repentinamente.

—Oye tulio—Hizo una pausa, para llamar su atención y mirarlo directamente—Necesito hablar contigo. Vamos a tu oficina.

Tulio sonrió por la repentina iniciativa de bodoque, era probable que su amigo le confesara su mal estar del otro día, por lo que no se negó y fue junto a él hacia su oficina.

En el trayecto el y bodoque no se hablaron, había cierta tensión que a Tulio lo empezaba a poner incómodo, se cuestionaba si bodoque realmente tenía algo serio que decirle. Cuando llegaron, bodoque fue el primero en ingresar colocándose a un lado de el escritorio de tulio apoyándose y cruzándose de brazos mientras miraba al conductor.

Tulio cerró la puerta tras de si y miro a Juan Carlos.

—he... ¿era necesaria tanta privacidad?— la pregunta era tan obvia que bodoque soltó un bufido.

—Necesito tu ayuda Tulio—dijo seriamente bodoque, a lo que tulio le brillaron los ojos y sonrió al instante por sentirse importante, por lo que acudiría.

—¡Claro amigo! ¿Que necesitas?.

—que me prestes dinero—dijo, bodoque. A lo que tulio no le pareció algo de otro mundo y asintió.

—Claro, ¿cuánto?.

—Lo suficiente como para salir de esta maldita ciudad— respondio con una voz cargada.

Tulio noto en la mirada de bodoque una tensión, que no comprendió con exactitud.
No se atrevió a preguntar, y optaría por respetar la privacidad de bodoque.
Acepto sin más y fue hacia la caja fuerte de la habitación colocando la contraseña y saco un pesado rollo de billetes, cerró la caja y se lo extendió a bodoque. Este último solo miro a Tulio y luego al dinero, como si esperaba algo más.

Frunció levemente el ceño, y Tulio no comprendido el porque de esa expresión, a lo más atinó a pensar que era demasiado poco.

—Te transfiero más si lo deseas—dijo con tal de arreglar un poco la cosa. Bodoque agarró los billetes atados en un elástico y agradeció.

—No. Esta bien con ésto—Dijo cortante.

Lo que había molestado a bodoque era que tulio no le hubiese preguntado a donde iba, no había mostrado preocupación, ¡simplemente le daba dinero y ya estaba! Tulio era un cabeza hueca, no tenía inteligencia emocional, y su egocentrismo solo lo hacía pensar en el mismo.

—oh, si quieres te presto una de mis tarjetas, es mejor, es más seguro que andar con dinero en efectivo—En el fondo tulio se preocupaba por bodoque, pensaba que si le daba más dinero en efectivo este último se lo gastaría en carrera de caballos, entre otras cosas. Y realmente creía que bodoque Debia de darse unas buenas vacaciones para que se recuperará y volviera a ser el de siempre.

Tulio busco entre su Caquetá y saco su billetera de cuero y saco una tarjeta de color negra, y se la extendió al conejo.

—La contraseña te la mando por WhatsApp, para que no se te olvide.

Bodoque soltó un pequeño suspiro, miro el dinero en su mano y la tarjeta.... Se avergonzaba de si mismo...
Tomo la tarjeta y sonrió suavemente.

Bueno, tulio no era tan egocéntrico.....

(...)

Ya al finalizar la trasmisión del canal, todos soltaron un grito de felicidad dejando caer globos y soltando confeti de colores. Sonaron silbatos y colocaron música de fondo, algunos se abrazaban, otros aprovechaban de salir cuanto antes, y otros bailaban. Y en medio de esa Felicidad, Mario Hugo se subió a la mesa y grito:

—¡Patana  yo te amo!—Grito entre el barullo cosa que la mencionada no escucho al estar demasiado lejos tomando sus cosas y largandose con guaripolo en una motocicleta.

Algunos se reían del noveno fracaso de Mario Hugo, mientras otros lo animaban a dejar de insistir y que conociera a otras personas. Estaban todos reunidos menos bodoque.

—Oye, ¿y bodoque?—Pregunto uno del elenco de 31 minutos.
Todos se miraron entre si sin saber.









¡Hasta próxima, Idiotas!— Exclamó a todo pulmón el mencionado, afuera del canal.




Su nueva aventura lo esperaba.















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Capítulo editado.



Un Amor De Verano: Tulioque EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora