Insane Mix// Romanogers

Capítulo: 6

La pelirroja aparcó el auto donde estaban su esposo, James y ella, en frente de una ostentosa mansión, era sumamente enorme y tenía al menos cinco pisos, él último tenía unas letras grabadas que formaban la palabra: Stark. Suspiró y rodó los ojos, Tony siempre tan excéntrico. Volteó hacia el asiento de atrás y vio como el pequeño pelirrojo observaba todo hasta hacer una pequeña mueca de desagrado.

—No te gusta, ¿Verdad? —preguntó Steve volteándolo a ver.

—Es... no sé, no me gusta. —respondió el niño, ganándose una carcajada de ambos adultos.

—A Steve tampoco le agrada la Mansión Stark. Pero, ¿qué le vamos a hacer? —dijo la Natalia, esncogiéndose de hombros y comenzando a salir del auto mientras su marido y James hacían lo mismo.

Atravesaron el umbral, y Steve rodeó la cintura de su esposa mientras el pelirrojo se colocaba a su lado. La puerta se abrió, dejando ver a un hombre de cabello oscuro ojos café, barba de candado y vestido de traje.

—Hola Rogers, hola Nat y... —saludó el pelinegro e hizo una pausa al ver al niño que los acompañaba mientras una hermosa rubia se paraba a su lado con una enorme sonrisa—. Pepper por favor, dime que no dormí por diez años y viajé al futuro. —dijo volteando a ver a la mujer, y dedicándole otra mirada al pequeño pelirrojo, mientras Steve y Natalia torcían los ojos, y después soltaban una pequeña risita.

—Es bueno verte Tony. Hola Pepper. —los saludó la pelirroja—. Y no Tony. Les presento a James. —con su mano derecha atrajo al pequeño y lo colocó frente a ella tomándolo de los hombros—. Ayer llegó a este pueblo porque se había escapado del Orfanato donde vivía, y decidimos que vivirá en nuestra casa.

Ah, Anthony Edward Stark, o como todos sus conocidos lo llaman, Tony. Genio, multimillonario, playboy y filántropo, hiperactivo y se distrae con mucha facilidad, a veces sacando a su esposa de sus casillas. Dueño de Industrias Stark, una pequeña fábrica tecnológica en Avenge Town. Narcisista a más no poder. Casado con Virginia "Pepper" Potts, CEO de Industrias Stark. Ambos tienen un pequeña hija de diez años llamada Morgan, quien heredó la inteligencia de su padre y el carácter de su madre, una pequeña castaña de ojos cafés.

—Buenos días, Señor Stark. Me llamo James. —dijo el pequeño estirando su mano y saludando al adulto—. Buenos días, señorita Pepper.

—Llámame Pepper, cariño. —le dijo ella, sonriendo cariñosamente y revolviendo su cabello pelirrojo con cariño.

—E-está bien. —sonrió y tartanudeó sonrojado.

—¡Oh! Pero miren, se sonroja y todo, ¿Rogers, estás seguro de que no es tu hijo? —exclamó el genio, recibiendo un codazo de su esposa.

—No fastidies, Tony. —le dijo Natasha.

Pepper y Tony se hicieron a un lado para que los recién llegados pudieran pasar. El pequeño pelirrojo solo pudo abrir los ojos con sopresa al entrar, pese a que el exterior era un poco excéntrico, el interior tenía una decoración más cálida y tranquila, y demasiado moderna, cada equipo electrodoméstico por el que pasaba, era muy diferente a los que había visto, eran más sofisticados. Su mirada dejó de enfocarse en la decoración cuando observó que de la puerta de lo que parecía ser una sala de juegos, se asomaba una niña que parecía tener su edad, de cabello castaño, con un pequeño vestido rojo y botitas cafés.

—¡Tía Nat! —gritó la pequeña Stark cuando vio a la pelirroja, y corrió hacia ella, siendo recibida por los brazos de la mujer— ¡Tío Steve! —exclamó y repitió la misma acción.

—Morgan, cariño, te quiero presentar a alguien. —dijo Natasha, sonriendo dulcemente. Extendió su mano hacia James, quien la tomó y caminó hasta quedar en frente.