Insane Mix// Romanogers

Capítulo: 2

Natalia Romanova era, en esta línea atemporal, la Alcaldesa del pequeño pueblo conocido como "Avenge Town". Una persona severa, dura con sus decisiones, decidida y no temía a nada, su pueblo amaba que ella fuese la que llevara las riendas de sus vidas, no había nadie mejor para ese trabajo. Una hermosa mujer, con cabello pelirrojo un poco ondulado que llegaba hasta su cintura, esmeraldas preciosas por ojos, por los cuales transmitía todos sus sentimientos: enojada o fría en el trabajo, cálida y tierna con sus personas más allegadas.

En estos momentos se encontraba en su oficina, ubicada en el Ayuntamiento: un pintorezco espacio, que poseía una decoración muy fina, alternada entre los colores negro y blanco, su escritorio no era de madera, consistía en una mesa de cristal, y una silla muy confortable. Era muy temprano en la mañana, estaba en el nivel de estrés en el que si sientes una mosca pasar, te nace el deseo de matarla con tus propias manos, estaba a tope con el trabajo. Tenía demasiados pendientes y para colmo, solo había tomado un poco de café. Soltó un pequeño gruñido de molestia cuando sintió un toque en su puerta.

—Darcy. Te dije específicamente que no quería ser molestada hasta la hora de almuerzo. —dijo dejando escapar un resoplido de frustración, sin levantar la vista de los papeles que tenía en sus manos.

—Pues menos mal que no soy Darcy. —dijo una voz masculina ya cuando había entrado a la oficina.

—Steve...—suspiró Natasha cuando cayó en cuenta quien había entrado a su lugar de trabajo.

Steven Grant Rogers, un hombre en todo el sentido de la palabra, con un gran sentido de justicia, defensor de la verdad y todo lo correcto, atractivo, muy atractivo se podría decir, de cabello rubio y porte serio, ojos azules brillantes que solo te hacen querer perderte en ellos. Esposo de la amada Alcaldesa y Juez principal del bufete del pueblo.

—Se que solo tomasté un café. —dijo un poco serio acercándose a su esposa, la vio abrir la boca para replicar, pero el se adelantó —. Te vine a traer un desayuno apropiado, no quiero un no como respuesta. —terminó de decir y caminó hasta quedar al lado de Natalia.

—Gracias amor. —susurró la pelirroja, para posteriormente pararse de su silla.

Llevaban 10 años de casados, y se seguían amando tanto o más que el primer día, siempre había una que otra discusión pero la resolvían hablando y haciendo el amor como si fuera la priemera vez.

—No es nada Nat. —respondió y la abrazó de la cintura para después dejar un casto beso en sus labios, que hizo suspirar a la ojiverde y después esconder su cabeza en el su cuello. —Estás tensa mi amor.

—Llego temprano en la mañana, y lo primero que me encuentro es que tengo una reunión al medio día. —responde con el ceño fruncido y un tono de molestia en su voz, escondiendo su cara en el cuello de su marido para oler su perfume masculino, cerrando los ojos por unos segundos, para tranqulizarse, para nada hoy había sido un día bueno para ella, se había despertado con mal humor por tantos pendientes en el trabajo que tenía hoy.

Su entorno tan tranquilo se vio profanado por el toque de la puerta. Haciendo que Natalia soltara un gruñido de molestia y apretara sus manos en puños en los hombros de Steve.

—Adelante. —dijo Steve por su esposa, tallando su espalda suavemente para confortarla un poco de tanto estrés.

Las puertas de la oficina de la Alcaldesa se abrieron, dando paso a un hombre de cabello largo y un color rubio brillante, vestido con una camisa gris apretada, y unos vaqueros negros con un cinturón donde tenía un arma al costado.

—Señora Alcaldesa, Licenciado Rogers. —saludó con una pequeña sonrisa.

—Déjate de formalidades Thor, y dime, ¿qué es tan importante como para venir aquí e interrumpirme en mis horas de trabajo? —gruñó molesta la pelirroja para después separararse de su esposo, arreglar un poco su cabello y sentarse en la silla de su escritorio abarrotado de papeles que incluían: contratos, multas, demandas y quejas.