Capítulo 11: Instinto

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Changkyun se mordió el labio inferior mirando nuevamente la chaqueta colgada en el gancho de su habitación. Ya la había mandado a la tintorería, estaba envuelta en una funda transparente, pero aún le evocaba esos recuerdos. Se regañó así mismo por pensar tanto en eso. Sin embargo lo volvía a pensar. El lobo en su interior estaba inquieto, rasgando las paredes de sus entrañas. Nunca lo había sentido tan ansioso, tan anhelante de algo. Sabía lo que quería y contra todo pronóstico, su lado humano se estaba viendo influenciado por ese deseo.

- Estoy tan jodido

Dijo en voz alta, entró a la ducha y se lavó el cuerpo a consciencia. ¿Por qué no? ¿Por qué no dejar que sus instintos lo dominen? Seguir su parte humana no le había servido nada en todos estos años. Siempre demasiado recatado, demasiado contenido y mojigato. Por eso Jooheon había salido a buscar en otro lado lo que él no podía darle. Porque tampoco había despertado su lado animal. Solo esa vez en que su celo lo había consumido, en donde las cadenas se habían aflojado. Ahora lo sentía mucho más fuerte, golpeando su cerebro como un doble pedal de una batería.

Se enfundó sus mejores vaqueros, esos que lo ajustaban en las partes correctas y tenía tajos en sus piernas. Se puso un suéter dejando que su clavícula salga a relucir y su lunar brille en la oscuridad. Arregló su cabello y hasta se maquillo un poco los ojos, para acentuar su mirada. Si, parecía un idol, pero esa era la idea. Hoy saldría a cazar.

Tomo la chaqueta y el papel con aquella invitación, eso era lo único que tenía además de su instinto. Si, había mordido la carnada y esperaba que valiera la pena. No le importaba nada más que saciar sus instintos más profundos, esos que los mantenían a raya.

- Pareces un idol ¿Dónde vas?

- No importa dónde voy, vuelvo tarde, no me esperes.

No le dijo nada más a Wooki, tan solo salió a la calle, estaba bien la temperatura, aun rezagado por el calor de la ducha y lo caliente de su piel. Se relamió los labios algo ansioso. Nunca había hecho algo como aquello. Pero, la sensación de sentirse vivo, después de tanto tiempo valía a pena. Eso quería, el sujeto no le importaba, apenas y lo conocía. Si, se había jodido a su ex, pero no lo culpaba tampoco. Él nunca había querido perder el control con su propio cuerpo, por eso siempre era un calor a medias, siempre era una mitad. Pero en este momento no tenía que controlarse, solo era sentir, solo se trataba de instinto.

- Parece que tenemos gustos parecidos Jooheon.

Su nombre ya no le dolía en sus labios, ya no sentía la necesidad de arrojarse debajo de un auto si lo mencionaba o lo pensaba. Ahora lo tenía superado, al fin. Y podía ver las miles de fallas en su relación. Esas que por la estupidez del enamoramiento incondicional y por la debilidad de su parte humana no lo había visto. En sus años nunca había tenido un jodido orgasmo. Nunca se le voltearon los ojos hacia atrás, nunca había sentido su lado animal satisfecho. Eso tendría que haber activado sus alarmas. Sin embargo, él lo dejó pasar. Ahora tuvo mucho tiempo para poder conocerse así mismo.

Estaba cansado, cansado de que todos se queden con su todo. Esta vez sería todo lo egoísta que quisiera. No tendría que acurrucarse, no tendría que decir palabras bonitas al día siguiente y sentirse poca cosa al segundo después. No, esta vez exigiría, esta vez tomaría todo.

Sus feromonas flotaban a su alrededor cuando llego al lugar. Las miradas de las mujeres y hombres sobre el lo hicieron sentir bien, poderoso de algún modo. Pero tenía un objetivo, uno claro. Arrugó el papel y entró en la galería, dándosela al guardia, que no tardo en comérselo con los ojos.

Los cuadros en exhibición con aquellas luces y la música flotando en el ambiente le daban otro toque a la exhibición nocturna. Cuando lo vió todo en su interior zumbó, estaba con otro sujeto de gruesos labios. Ambos con una cercanía que en algún momento su yo antiguo se hubiera sentido mal, hubiera bajado la cabeza y se hubiera ido. Pero esta vez no. ¿Qué más daba si se jodia a ese o a toda la galería? No lo quería de novio, no lo quería de amante tampoco. No era suyo y él tampoco era de nadie.

Caminó seguro poniendo nervioso a los alphas y hasta algunos betas a su paso, dejó que todos sus encantos se desenroscaran. Su lobo interno relamió su hocico ansioso y el dejó que una sonrisa de costado se plantara en sus labios. No tuvo ni siquiera que acercarse demasiado para que el alpha levantara la cabeza y lo buscara con la mirada.

Minhyuk cerró los ojos y dejó que el olor lo golpeara como una bola de demolición. Su lobo interior se volvió loco ante la esencia. Lo llamaba, como el canto de sirenas a un náufrago en el mar. Todos sus instintos se despertaron. Apretó suavemente el brazo de su mejor amigo. Realmente lamentaba dejarlo hecho polvo, pero no tenía tiempo para Hyungwon cuando su propio demonio personal estaba tan cerca de él.

Cuando lo divisó estaba en medio de la galería, ya tenía a 5 alphas rodeándolo, mientras sostenía una copa de champagne. Y decir que lucia bien era quedarse poco. Suponía que así te seducía un súcubo, luciendo como el ser mas apetecible del mundo. Dejó al descubierto los dientes y luego intentó mantener la compostura. Los odiaba, odiaba a todos estos tipos intentando llamar su atención. Suyo, todo su interior, cada fibra de su cuerpo gritaba que era suyo. Que él lo vio primero. Sus instintos más primitivos salieron a la luz. Y un escalofrió recorrió su espalda cuando aquellos ojos verdes se toparon con los suyos, con una sonrisa traviesa bailando en sus labios. Lo estaba provocando y él había caído.

- Viniste, cariño. – sus palabras eran implícitas, cuando se abrió paso entre esos hombres, él estaba dispuesto a pelear, a ir al infierno si era necesario por el hermoso joven frente a él.

- Si, estos caballeros fueron muy amables conmigo.- su voz, usó un tono tan bajo y profundo, que lo incendió por completo y su lobo aulló expectante.

- Bueno, vamos, te seguiré enseñando yo todo.

Y lo tomó del brazo sacándolo de los enfadados alphas. Quería sacarlo de ahí, quería desalojar la galería y tenerlo solo para él. Caminó intentando parecer lo más tranquilo que podía, pero estaba alerta, intranquilo. Cuando llegaron al pequeño jardín de invierno, Changkyun le tendió la bolsa que cargaba.

- Muchas gracias por habérmela prestado y por estar esa vez para mí, vine para devolvértela.- dijo haciendo que Minhyuk se mordiera el labio inferior, no, aun no, aun no quería que se vaya, se sentía como una despedida.

- No tienes que agradecerme nada ¿Solo para eso viniste? – sabía que sus palabras podían arruinarlo todo, pero era demasiado impulsivo para callarse.

- ¿Esperabas que fuera para otra cosa? Te vi bastante entretenido, no quiero molestarte...- Minhyuk no lo dejó terminar, sus enormes manos ya envolvían sus brazos y lo atrajo a su cuerpo, reclamando su calor, sus ojos dorados quemaban, provocando que un latido de su corazón se saltara, ahí estaba, la energía entre ellos flotando y retroalimentándose.

- ¿Entretenido? Ah, lo dices ¿por mi amigo no? El esta un poco mal porque es idiota, pero no te preocupes ¿te pusiste celoso? – Changkyun intentó mantener su cara de póker, porque si, su lobo interior quería marcarlo y decirle que no se acerque a nadie más y eso lo asustaba un poco, se decía así mismo que era solo atracción y nada más, pero sabía que estaba loco y que había algo más.

- Por supuesto que no me puse celoso apenas y te conozco yo...

Y no lo dejó seguir, los labios de ese alpha se estamparon contra los suyos. Y nunca lo habían besado así. Nunca sintió los fuegos artificiales estallar en su interior. Nunca sintió como cada terminación nerviosa de su cuerpo se despertaba y alzaban volviendo a la vida. Nunca sintió como todo encajaba de algún modo. Ahí, en medio de la noche, recibió el mejor beso de toda su vida. Los labios del alpha eran suaves, tan suaves como el satén, pero demandantes y adictivos y se adaptaban a los suyos a la perfección. El almizcle de su perfume lo volvió loco y se encontró buscando más. No se reconoció así mismo cuando sus dedos se aferraron a la camisa de ese hombre. Ni cuando abrió la boca invitándolo a tomar más de sí mismo. Si, se sentía que esto era lo correcto, incluso cuando los dedos de alpha se hundieron en su cabello y marco el ritmo del beso. Un beso que probablemente se debían desde que se conocieron. Porque estuvo tanto tiempo acostumbrado a sentirse mal, que sentirse bien, le parecía extraño, ajeno. Así que dejó que su cerebro se desconectara y dejó que ese hombre hermoso tomara el control...



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Hola gente bella! ¿Como están? tan tiempo, lo se, pero bueno quería darles algo de calidad y estube mucho tiempo debatiendo internamente este capi, me gusto el resultado y espero que a ustedes también. 

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2020 ⏰

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