Capítulo 9: Pinturas

43 10 3
                                    


Sus pies se columpiaban lejos del suelo, la cuerda apretaba su garganta. Lo sabía, Changkyun sabía que en algún momento él haría aquello. Corrió desesperado intentando levantarlo. Como pudo lo saco de donde estaba. Wooki ya no quería vivir más. No podía decirle nada, el mismo no sabía porque ya no quería morir.

- Wooki te ayudare lo prometo.- Los fríos dedos del chico sostuvieron su mano.

- Por favor, déjame morir...

- No, no me hagas esto ¿sí? Lo solucionaremos, por favor, por favor no dejes de vivir, por favor...

Los días fueron mucho más difíciles desde ese momento, Changkyun ya no dormía. Sentía que si cerraba los ojos Wooki iba a volver a intentarlo. Tampoco es que se equivocaba mucho. Wooki cada vez estaba más y más débil. Y en la noche su llanto era tan desconsolado, que Changkyun solo se sentaba por horas a abrazarlo, intentando juntar esos pedazos rotos del joven. ¿Cómo podía ayudarlo cuando su estabilidad emocional también estaba tan frágil? Changkyun nunca se quejó, no lo hacía aun cuando el chico explotaba y le gritaba que lo deje terminar con todo.

- Tiene que haber algo que te guste, algo que quieras hacer o que antes hayas hecho, lo que te pasó ahí no puede ser lo único en tu vida Wooki.- Wooki tenía los puños cerrados y estaba temblando de pies a cabeza, Wooki nunca lo lastimó físicamente, solo se lastimaba así mismo, provocando que el corazón de Changkyun sangre, perder al joven era perderse así mismo, lo sabía, no lo hacía por él, lo hacía por sí mismo.

- Yo... solía hacer música, producía, componía y escribía canciones.- Dijo intentando por todos los medios calmarse, Changkyun podía verlo en los ojos del joven, como peleaba contra sus propios demonios.

- Bien, eso haremos, tengo una buena voz, puedo rapear para ti, vamos a hacer música ¿está bien?

- ¿Por qué haces todo esto por mí? Si fueras inteligente me dejarías y ya.

- No quiero ser inteligente, además esto no solo lo hago por ti, lo hago por mí.

Empezaron a componer, producir y hasta escribir. Sorprendentemente Changkyun descubrió que era bastante bueno en eso. Y podía ver algún atisbo de emoción en Wooki mientras trabajaban juntos. Wooki aún tenía contactos en aquel mundo desconocido para él. Así que el trabajo llegaba para ellos, estaba bien, ya que sus ahorros se estaban agotando. Pero las noches seguían siendo complicadas entre los dos. Wooki no hablaba de que tanto lo rompieron, pero sabía que ya no podía tomar su forma más primitiva. Sabía que cuando él iba a cazar, Wooki se quedaba en casa. Mientras el aire golpeaba su cuerpo, cuando atravesaba el bosque en su forma animal, Wooki solo lo miraba con tristeza. Sabía que algo muy malo le pasaba, pero Wooki ya no le decía que quería morirse, solo lloraba como animal herido en las noches.

Tan solo había pasado 2 meses y medio, solo ese tiempo. Se sentía como si hubiera pasado años juntos al joven. El ya producía música y hasta tenía contacto con otros artistas. En todo este tiempo evitó preocupar a Wonho. No quería decirle que ahora cuidaba de su joven compañero de equipo que no quisiera morirse. Sabía también que no podía mantener oculto esto por mucho tiempo.

Changkyun salió a tomar un poco de aire, confiando en las personas que se quedaron con Wooki trabajando. Necesitaba respirar lejos de su casa, se estaba sofocando. No era fácil, él tampoco tuvo el suficiente tiempo de curar de sus propias heridas. Sus pies lo llevaron hasta una galería de arte. Ni siquiera se detuvo a pensar por qué su cuerpo gritaba que entrara.

No lo pensó, solo entró y observó en silencio las pinturas exhibidas en las paredes. Todas eran hermosas, sin duda alguna, tampoco es como si tuviera mucha idea de arte. Hasta que llegó al último cuadro. No entendía si era por los simples trazos, por como los colores vibraban y eran devorados por el horizonte o por la sombra del hombrecito lejos. Pero aquella pintura tocó una fibra en su corazón y como en mucho tiempo Changkyun lloró. Lloró como un niño al que lo golpearon y le rompieron su juguete favorito. Lloró con cada gramo de su cuerpo y corazón. Lloró todo lo que en este tiempo no se había permitido. Lloró porque estaba cansado, porque la vida era demasiado dura. Por qué no tenía a nadie con quien hablar y quejarse. Porque todos los días peleaba para sacar adelante a alguien que estaba muerto por dentro. Lloró porque probablemente él también lo estaba.

Tú me complementasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora