Hoy es el día, bueno, más concretamente la noche. Toda la jornada la pasamos jugando a juegos de mesa, asistiendo a clases ya que dentro de dos días tendremos el segundo examen, y disfrutando de la comida típica de allí.
-Ven que te pongo la pintura- le digo a Arya en la habitación.
Ya todos estábamos preparándonos, vistiéndonos con ropas oscuras y con la cara pintada para confundir nuestra identidad. He de decir que mis nervios aumentan conforme avanza el tiempo, y es que si no sale bien podríamos morir o ser desterrados.
Tras media hora nos encontramos en el hall, y repasamos qué va a hacer cada quién en qué momento.
-Dante y yo iremos juntos, dormiremos mediante su tubo de alimentación a los guardias, y abriremos las puertas, los demás ir con el coche hacia el monte, entrar en la residencia, equiparos con la ayuda de los que están ahí y esperarnos a que lleguemos y hagamos lo mismo- sentencio bastante eufórico-. Ya seguiremos recordando el plan cuando nos volvamos a reunir.
Nos despedimos rápidamente con un pequeño abrazo, y cada uno coge su camino. Después de diez minutos para llegar a la sala de control, nos escondemos en los matorrales bastante mojados ya que estuvo lloviendo toda la tarde. Dante saca de su mochila unos cuantos cables, con clorazepato, un fármaco usado para perros, por lo que dejaría casi K.O a los guardias. Enchufa a su mochila un dispositivo en el que se encuentra la droga, y nos acercamos sigilosamente hacia la fuente de energía en la que se coloca la comida para que desde los trajes se alimenten, y lo conecta con cuidado de no hacer mucho ruido, pero estaban hablando así que no se había escuchado nada. Volvemos a nuestro matorral del principio y Dante guarda lo sobrante en la mochila de nuevo, para colgársela.
-Pasarán varios minutos hasta que se duerman- susurra- después tienes que esperar a que sean las doce y media, y abres la puerta, fácil.
-Fácil menos porque si me paso de las doce y media me puedo freír- murmuro mirando hacia los guardias ansioso.
Pasan cinco minutos, todos los guardias ya duermen en el suelo con posturas extrañas, y justo la aguja del reloj cuenta que ya es la hora, abro rápidamente la puerta, con cierto miedo de electrocutarme, pero como dijo Dante la valla no emite respuesta, y veo como en la oscuridad no hay nadie. Me pongo nervioso, y empiezo a adentrarme en el Bosque, pero el chico me para agarrándome de los brazos.
-¿Necesitas mi ayuda primo?- pregunta una voz profunda.
De repente aparecen sus guardias, detrás suya, guerreros y una mujer al lado de mi madre.
-¡Mamá!- exclamo haciéndome paso entre la gente, que entra en la Ciudad un tanto precavidos.
-¡Hijo!- grita mientras me abraza con mucha fuerza.
Nos despegamos después de un buen rato, y nuestras miradas conectan de nuevo, había echado mucho de menos eso.
-Te presento a Zenda, la madre de Arya, una chica que por lo que se ve es de aquí- empieza Liam, es decir, el Capitán.
-Espera, ¿Usted es madre de Arya?- asiente- ¿Y pertenece al Bosque?
-Arya es una bastarda Adel- interrumpe Liam.
-No la vas a matar- cambio mi semblante a uno mucho más agresivo y acercándome a Liam.
-Tranquilo fiera, no le pasará nada si su querida madre cura a los enfermos del experimento- responde levantando las manos, gracioso.
Me doy la vuelta y miro a su madre. Se parecen bastante la verdad, la misma expresión dura ocultando debilidad, ojos verdes y pecas. Hago una mueca y me giro, para presentarle a Liam el chico que me había ayudado en bastantes cosas. Un saludo corto bastó.
-Bueno, lo que tenéis que hacer es darme las armas- comienzo, haciendo que se extrañen y me las den- si en la Ciudad os ven con eso echarán a correr, y lo que debéis hacer es intentar que se unan a vosotros, aunque los que otorguen violencia contra vosotros arrestarlos, pero no matarlos, volveremos para ver como va todo- termino haciendo un amago de irme.
-A sus órdenes capitán- se burla mi primo.
Salimos casi corriendo los dos, y en cuestión de asombrosos quince minutos entramos en la residencia de los trabajadores, nos cambiamos, cogemos las armas y nos reunimos en el hall, de nuevo.
-Ahora tenemos que centrarnos, esta parte es la más difícil y todo tiene que salir a la perfección- digo serio- iremos por grupos: Iria, Kathia y Percy destruir las cámaras traseras y a los guardias, Minerva, Amalia y Arya a los lados, comprobando que no hay nadie ni nada que nos incrimine, y Lincoln, Dante, Alexander, Rubén, Jùlia y yo por delante, que supongo que tendrá mucha más defensa.
No se dice nada más, y subimos al campo en silencio por los árboles. De repente Arya me agarra el brazo y me gira por completo.
-Cómo te pase algo te voy a matar- murmura ocultando su preocupación.
-Si sales ilesa de esto, yo también- respondo con una sonrisa, y dejando un beso en la comisura de sus labios.
ESTÁS LEYENDO
DESENTERRANDO MENTIRAS
Science FictionUn mundo distinto al que conocemos hoy en día, diferente en todo menos en que las mentiras son el pan de cada día de todos los jóvenes. Tres lugares: la Ciudad, el Bosque, y el Destierro. Cada uno con sus normas, y aquí entra en acción Adel y sus co...