Notas del corazón.

CAPITULO 6

Al terminar la clase, Katsuki pensó en acercarse.

Grave error.

Las chicas se acercaron a los Idols, tratando de entablar platica a lo que gustosos accedieron, fue tranquilo y luego de uno que otro autógrafo se marcharon, aun emocionadas por tenerlos cerca.

— Midoriya, vamos por un café. — comento el bicolor.

— Sí, vamos Todoroki-kun. De todos modos, tenemos que ir a la sala de conferencias. — se levantó de su asiento tomando sus pertenecías acción imitada por el mayor.

— Cierto. ¿Oye has pensado sobre lo que te pregunte? — esto lo dijo en un tono más bajo, casi un mormullo que solamente llego a los oídos del peliverde que se sonrojo de inmediato.

— Yo... aun no — no termino de hablar porque se vio interrumpido por un cenizo.

— Kacchan, ¿sucede algo? — inquirió el peliverde.

— Este idiota quiere un autógrafo tuyo, pero no se atreve a pedirlo. — contesto algo molesto, no iba permitir que el pelirrojo se acercara mucho a su Deku.

— Oye bro, no me expongas. Eso no es varonil. — dijo apenado el chico detrás de Bakugo.

— Oh, claro que sí. Los amigos de Kacchan también pueden ser mis amigos. Además, eres un fan mío, ¿Cómo podría negarte algo así? — contesto animadamente, esa era su actitud de Idol de Izuku que no era muy diferente de su actitud normal.

— ¿En serio? Oh eres muy genial — Kirishima estaba embelesado por Deku, le paso rápidamente un cuaderno que el peliverde firmo, pidiendo su nombre para agregarlo.

El pelirrojo le agradeció e Izuku le regalo la mejor sonrisa, derritiendo su corazón, al igual que de los otros dos que presenciaban la escena.

— Nos vemos luego, Kirishima-kun. — se despidió del chico y dirigió su vista al acompañante de este.

— Kacchan, ¿me podrías dar tu número telefónico? — el cenizo que estaba perdido en sus pensamientos miro sorprendido al menor.

— Sí, Nerd. — jalo el teléfono de manos del contrario, ingreso su numero y se lo devolvió. — ahí tienes Deku.

— Gracias Kacchan, nos vemos. — el bicolor miraba seriamente al cenizo, podía notar cierta tensión entre ellos.

El cenizo no contesto, se limito a chaquear la lengua, mientras los chicos contrarios abandonaron el salón.

— Bro, vamos. Tenemos que ir a la sala de conferencias. — le toco el hombro el pelirrojo para llamar su atención.

— Si, vamos cabello de mierda. — dijo caminando hasta la salida mientras el otro hacia un puchero y lo seguía.

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— Midoriya, ¿tienes mucho tiempo sin ver a tu amigo? — pregunto el bicolor mirando al peliverde que tenía a su lado.

— Sí, desde que comencé a ser un aprendiz. Nos alejamos desde entonces, o bueno fue antes, pero para mi siempre ha sido una persona importante. Gracias a él me apasione por la música. — respondió el menor recordando todo su pasado con Kacchan.

— ¿Puedo preguntar algo más? — se sincero el mayor.

— Claro que sí Todoroki-kun. — le sonrió acelerando el corazón de ajeno.

— ¿Te gustaba ese chico? — quería saber si ese chico podría ser su rival.

— Sí, pero eso fue hace mucho tiempo Todoroki-kun, me di cuenta de que solo me lastimaba a mí mismo mientras corría detrás de él. Aunque más que un gusto, es mi primer amor. — Izuku no podía mentirle a su amigo, más cuando el otro le conto cosas muy personales. Lo único que no le dijo fue que, al verlo de nuevo, ese sentimiento dormido comenzaba a despertar de nuevo.

— Ya veo, mientras tú estés bien no me importa nadie más — haciendo que el rostro del pecoso tomara un tono carmín.

Siguieron platicando de cosas más triviales, mientras iban por su café para luego dirigirse a la sala. Era cierto, ahora que el bicolor sabia del pasado de Izuku con el cenizo tendría más cuidado con ese chico, ya que podría ser un obstáculo para conseguir su amor.

Todoroki jamás sintió nada por nadie, hasta que conoció al peliverde, y conforme lo trataba se dio cuenta que era alguien en que podía confiar encontrando apoyo en él, Izuku conocía su historia, su pasado oscuro, sin embargo, jamás lo juzgo y mucho menos sintió lastima, fue todo lo contrario, este lo admiraba demasiado. Y lo que más le gusto de él fue que no lo quería por lo que tenía sino por lo que era, ganándose por completo su corazón de hielo. Por eso ahora no permitiría que cualquiera intentara apartarlo del chico, y es que aparte de ese cenizo, había un pelimorado que siempre rondaba al pecoso, aunque sabía que solo era visto como su amigo, no dejaba de sentir celos. Mucho menos cuando esa semana tendrían un programa musical con él y seguramente se le pegaría como chicle al menor.

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Dios, me atrase en actualizar porque tengo que hacer algunas paginas web UnU y son 3 historias las que tengo. En mi mente tengo una de demonios, pero no se sí hacer un one shot o una historia larga. Ya veré luego.