Sueña y se libre

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Estúpidamente los nervios me traicionaron y me paralicé viendo su bella sonrisa

Quería reaccionar pero no podía dejar de mirarla

_disculpa?   - la oí decir y creo que notó mi nerviosismo

_si, en seguida le traigo su bebida   - respondí arrastrando las palabras, torpe, torpe! pero así me tenía desde el primer día en que la vi

Llegué a la barra bañado en sudor, aún sentia ese nudo en la garganta y esa explosión de felicidad y nervios que sólo ella provocaba en mi

voltee para verla mientras ella sostenía su celular contemplandolo con tanto fervor que parecía estar rogando un milagro

_qué sucede? quién es? te fuiste hecho un zombie   - me dijo Enrique

_me pidió un whisky...  préstame tu uniforme   - aún me temblaba la voz

_aquí tengo uno para ti, pontelo mientras preparo la bebida   - me dio la prenda y rápidamente fue a servir el whisky

_la conocías? ha venido antes?  - pregunté mientras me colocaba el uniforme (una americana tipo cuello Mao de color negro) felizmente llevaba unos jeans negros que hacían juego

_no, jamas ha venido por aquí, pero parece una señora muy estirada y a juzgar pues no es de estos lares  -  me miró consternado, seguro por la expresión en mi rostro

Cuando me extendió la bandejita con la bebida, emprendí mi camino, aunque sentía los nervios a flor de piel y la felicidad rebozando de mis ojos, solo quería estar cerca de ella, que inexplicable sensación, casi no podía articular palabras, solo sentía mi pecho trepidar e incluso podría jurar que escuchaba el tic tac de mi corazón

_aquí tiene su bebida... señorita   - le sonreí todo embobado

_señora! soy...  - lo pensó unos segundos y casi en tono apenas audible finalizó   - soy una señora

Me miró con sus ojos tristes y yo solo quería deshacerme en elogios para ella, cambiar ese gesto triste por una sonrisa

que tonto creer que una mujer como ella podría mirarme, una mujer que proyectaba tanta confianza e imponente personalidad, después de todo no fue buena idea hacerme pasar por el mesero de un bar, no sabía que esperar de aquella noche

Me retiré de ahí sintiendo el corazón explotarme de la emoción y el dolor de verla ahí sin ganas de nada, a la vez tan fuerte y a la vez tan frágil, una mujer sin duda alguna muy especial

_que sucede bro?  estas bien?  te pusiste pálido, te sientes mal?   - Enrique me miraba raro

_no, nada... me emocioné de más, ya pasó   - suspiré más tranquilo

**************

La noche se fue entre whiskys y sonrisas, casi como a la 1:00 am solo quedaba ella y una pareja en otra mesa

Yo había atendido cada pedido suyo complacido de escuchar su melodiosa voz

Por más que quería iniciar una platica no hallé el momento adecuado para hacerlo, así que  decliné en mi intento, ante sus miradas yo solo guardaba silencio, no quise ser inoportuno o faltarle el respeto con mi imprudencia, se oye cada historia en los bares y ella seguro por eso mantenía su distancia e indiferencia conmigo

En serio la entendí...

Me mantuve en la barra con Enrique arreglando todo para cerrar

_que dices, repartimos las propinas? hoy dejaron dinero extra por tu presencia    - como siempre Enrique hablando con picardia

_no la necesito, esta noche fue la mejor y con eso basta   - chocamos puños

Una sola vida®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora