- ¡Hayley Jane! ¡Despierta ya! Vas a llegar tarde a la entrevista.
- Pero mamá si todavía son las... ¡Son las doce! ¡Voy a llegar tarde! ¡Siempre me pasa lo mismo!
- ¡Te llevo avisando desde las diez, hasta fui a tu cuarto! Arréglate rápido y vete corriendo. De camino para en una cafetería y cómprate algo.
Nunca había corrido tanto como lo hice ahora, pero debía hacerlo. Cogí lo primero que encontré, una camisa blanca con una blazer, un vaquero negro ajustado y unos zapatos con muy poco tacón (para tener menos posibilidades de caerme). Bajé las escaleras y me acerque a la cocina, en donde estaba mi madre. Vivíamos en una casa mediana un poco alejada del centro de Nueva York ya que es muy complicado poder permitirse vivir ahí, y además, queríamos vivir en un lugar tranquilo sin oir el ruido de los coches al pasar. Fue la mejor decisión que pudimos tomar.
- Debo decir que es la primera vez que haces algo tan rápido en toda tu vida hija.
- Si, la verdad es que me he sorprendido a mi misma esta vez. Pero bueno, me tengo que ir yendo, espero llegar a tiempo. ¡Deséame suerte!
Salgo de mi casa corriendo en dirección estación de tren. Creo que llego a tiempo para el tren de las doce y media, y según mis cálculos llegaré para la una menos cuarto a Grand Central Station y si me doy prisa llegaré a tiempo, aunque primero debo pasar a comprar algo de comer, me muero de hambre.
"¿No puede ir más rápido el tren?" Pienso. No me gusta estar sin hacer nada porque eso significa empezar a pensar, y ese es uno de mis mayores miedos. Pienso sobre la vida. Reflexiono sobre hechos que han ocurrido. Cuando menos te lo esperas, "pum", ocurre algo que resulta darte un giro de 180 grados a toda tu vida y cambiártela de manera que no vuelva a ser lo mismo que antes. Pero estaba preparada para ser una nueva y mejorada yo. No iba a dejar que nadie ni nada cambiase mis planes de futuro, o eso creía yo.
Quince minutos después, el tren llega a su destino. Intento escabullirme entre el montón de gente que hay en toda la estación y me dirijo hacia la cafetería en la que conocí a mi mejor amiga, Stella. Hubo un tiempo en el que necesitaba un trabajo a tiempo parcial y en esa cafetería encontré una oferta de trabajo. Así fue como entablé amistad con Stella y hasta entonces hemos sido inseparables.
- ¡Buenos días a la mejor amiga que se puede tener! - exclamo.
- ¡Hayley Jane Brown!
Corre rápido hacia mi y se lanza para abrazarme. Hacía un tiempo que no nos veíamos por culpa de la cantidad de trabajo que ha tenido, del cual no me quejo porque eso es algo bueno pero... quería a mi amiga.
- Ya te echaba de menos..., ya sabes que esto siempre pasa cuando es verano...
- ¡Pues tengo una muy buena noticia! ¿Sabes por qué estoy aquí?
- ¿Qué te traes entre manos? - me pregunta.
- Mientras te explico, ¿me podrías preparar un café?
- Pues claro tonta, ya estaba en ello. Me tienes con intriga, ¿Qué es eso tan importante que me tienes que contar?
- ¡En menos de diez minutos tengo una entrevista de trabajo! ¿Y sabes en que empresa? ¡En Walker's! Si me aceptan, ¿sabes que pasará no?
- ¡¿Qué nos veremos todos los días?! - grita emocionadamente.
En ese momento un hombre alto y muy serio entra en la cafetería. A la vista se podía ver el miedo y respeto que causaba en toda la cafetería. Se acerca a la barra en donde me encuentro hablando con Stella, nos mira de arriba a abajo y dice:
- Póngame un café para llevar, y rápido que no tengo todo el día. - dice con un tono agresivo y frío.
Me considero una persona paciente y empática pero lo que más odio en este mundo son las personas arrogantes que piensan solamente en ellos y no les importa lo que el resto este haciendo. Además, odio que hablen a la gente de esa manera así que como "odiante" de las personas como él, tuve que decir algo:
- Perdone, ¿podrías ser un poco más educado, no? - Le digo con un tono un pelín excesivo aunque se lo merecía por haber sido tan maleducado.
- Déjale - Me dice Stella en un tono de susurro como si estuviese desafiando a la autoridad.
Una mirada seria recorre mi cuerpo de arriba a abajo. Me entra un escalofrió ante esa mirada de odio, pero como persona fuerte que soy, le giro la cara. Puedo sentir su impotencia ante esa situación y a continuación, se va.
- Stella, ¿Quién es ese?
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Para siempre
VampireWilliam Jacob Walker, CEO de una de las empresas más importantes del mundo, fija sus ojos accidentalmente en una chica que acaba de conocer. ¿Cambiará este accidente el resto de su vida? ¿Logrará vivir una vida plena por el resto de su larga vida?