Para siempre

Capítulo 2 - ¿¡Mi jefe!?

- Stella, ¿Quién es ese?

- A ver... ese hombre... es...

- ¡¿Es...?!

- ¿Tu supuesto jefe?

Lo primero que se me ocurrió hacer después de oír eso fue simplemente gritar.

- ¿¡COMO!? ¿¡El jefe de Walker's!? Esto no me puede estar pasando... Tengo que estar en menos de diez minutos en su oficina... ¿Tú crees que se acordará de mi? Estoy segura de que no, fijo que tiene una vida tan ocupada... ¡Claro! No sabrá quien soy...

- Hayley... tú solo tranquilízate y pues... si hace falta... pídele perdón... aunque has hecho bien, además no estoy segura de si es él, no se mucho sobre la empresa...

- ¡Por encima de mi cadáver! - exclamo.

-¿Quieres el trabajo verdad?

-Si...

-¡Pues tendrás que hacerlo!

Estaba tan concentrada en encontrar una solución para el problema que no me di cuenta de la hora. "Mierda la hora", me despedí de Stella y salí corriendo de la cafetería pensando en que iba a decir en la entrevista. 

Pocos minutos después llegué a la empresa. Entré rápidamente a la recepción y pregunté  a donde debería de ir para la entrevista. Delante mío apareció una chica alta, rubia, delgada y muy guapa la cual me miró con un aura de superioridad, y a continuación me acompañó al ascensor y al piso en el que me entrevistarían.

-Espero que tengas claro tu puesto en esta empresa- Me dijo descaradamente.

-¿Perdón?- Pregunté de manera retórica.

Se abrieron las puertas del ascensor y salimos a unas oficinas. "Wow" Pensé. Está super bien decorado. Podías ver las típicas "cabinas" con una silla y ordenador super "stilish" decoradas cada una al estilo del trabajador que se colocase ahí. 

Seguimos caminando a través de un pasillo y llegamos a una sala con sofás, revistas y máquinas de café. Nos sentamos en uno de los sofás y estuvimos esperando al lado de una de las oficinas. Se podía ver que era una empresa de prestigio, con sus salas de cristal, todo super bien decorado...

- No mires mucho que pareces tonta. ¿Nunca has visto algo tan lujoso? Parece que no... - Me dijo la chica como si fuese normal ver todos los días salas lujosas como estas. No todos nos despertamos con lujos como estos.

La chica de la recepción mira el móvil, a continuación se levanta, me dice que me quede en mi sitio y entra a uno de los despachos. 

Ring Ring

"¡Mierda, ahora no!"

Cojo el móvil rápido y respondo.

- ¿Quién?

- ¿Te han cogido para el trabajo? ¿Le has tenido que pedir perdón? ¿Te ha tratado bien? ¿No te enfadaste con él, no? - me interroga Stella.

-Shhhh todavía no me han entrevistado -dije susurrando.

- ¿Y eso? Si ya son las 4.

- No se, la verdad es que ya estoy cansada de esperar- dije riendo a la vez que lo decía con un tono triste- Ya te contaré después. ¡Chao!

Me giro para ver la puerta del despacho y ahí estaba el chico misterioso escuchándome hablar como una tonta. Al parecer la rubita ya se había ido y ni me avisó de la presencia de mi jefe.

- Puedes entrar si quieres- me dice en un tono distinto al que me esperaba.

En ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuese en mi nerviosismo. Ya la había cagado una vez por la mañana, y ahora otra. ¡Qué mala suerte!

Entro al despacho, me siento y espero a que diga algo (como es lógico). Empieza a buscar en su ordenador y me pide el expediente. Saco de mi mochila mi título de empresariales acompañado de algunos papeles corroborando trabajos en los que estuve contratada, y me mira con intriga. ("¿Qué hace que no me pregunta nada?")

- Muy bien, todo en orden. Espere unos minutos sentada.- Y se va.

("Muy bien, más tiempo perdido sin hacer nada")

Diez minutos después aparece de nuevo. Esta vez incluso más serio que antes y además se le sentía como mas "misterioso". Una sensación muy rara. 

- Empiezas a trabajar mañana a las nueve de la mañana. Cuando llegues avisa a Stefanie la chica que te acompañó hasta mi oficina. Ya puede retirarse.

Fijó su mirada en mi como si pudiese controlarme.

- Muchas gracias -dije.

A continuación refunfuñó como si algo le hubiese frustrado. Estuve unos segundos sin reaccionar y a continuación me levanté de la silla y salí. Caminé lo más rápido posible hasta la salida. Fijé mi rumbo hacia la cafetería para encontrar a Stella. Y cuando llegué, entré.

- Hayley, ¿estás bien? - me pregunta Stella.

Simplemente me quedo callada, me siento en la barra y justo cuando giro mi cabeza a la derecha, ahí estaba, mi pesadilla actual, sentado a lo lejos. ¿Cómo ha llegado tan rápido?