Entramos en la casa de nuestra amiga. Se podía notar el nerviosismo de Stella. Algo raro dado que con el tiempo nos hemos ayudado a ganar esa confianza y a controlar emociones como aquella.
Estaba todo como la última vez que fuimos. No era una casa muy grande, ni tampoco muy "agraciada" pero si era peculiar. Estaba llena de atrapa sueños y de figuras y símbolos. Entramos y la vemos sentada en el sofá grande hippie que se encuentra en el peculiar salón.
- Acercaros chicas, os estaba esperando - nos dijo con un toque de preocupación.
- Buenas... Sabemos que es tarde, pero, bueno... Necesitamos ayuda - digo rápidamente.
- Lo sé, venir sentaros y hablamos - nos sentamos en el sofá inquietas - Contarme, pero primero, ¿tenéis sed o queréis algo de comer? - nos pregunta. Se la notaba inquieta. Stella y yo respondemos a la vez que acabábamos de cenar y le agradecimos la propuesta.
- Pues bueno, Hayley hace unos días, exactamente dos días, vino a la cafetería ya que encontró un trabajo cerca y pues tuvo un encontronazo con el gran William Jacob Walker...
De repente nuestra vieja amiga, de la cual no se el nombre, si ya lo sé, eso es raro, pero bueno, casi se atraganta y pregunta "¿Quién?". Aunque yo creo que eso lo sabía y esta impresionada por otra cosa.
- Si si, William. Bueno pero eso no es todo. A partir de ahí han habido ciertos detalles con Hayley. Por ejemplo, a parte de que la ha contratado, le ha otorgado una de las oficinas más preparadas y bonitas del edificio, cosa que no se suele hacer con recién contratados.
- Y la verdad que cuando está cerca, me siento rara, y creo que el siente lo mismo - continúo.
- Mmmm - dice - Seguirme contando.
- Vale, ahora hablo yo - digo - Pues hoy, después de acabar todo el trabajo que me había dejado, me dirigí a la cafetería a esperar por Stella. Estábamos hablando cuando entró por la puerta James, el hermano de William. Fue de lo más raro. De pronto Stella estaba super nerviosa y acelerada, y lo mismo le ocurrió a James, o eso creo vaya. Rápidamente, James pidió un café para llevar, cosa que no hace NUNCA y se fue sin más.
Tanto Stella como yo nos dimos cuenta de la cara de nuestra amiga. Estaba sorprendida y a la vez no. Quiero, pero no puedo entender lo que está pensando ahora mismo. Miro a Stella, la cual, por su manera de gesticular, tampoco sabe que pensar.
- Bueno... No os puedo mentir, ni tampoco evitar lo que en un futuro tendrá lugar- esas palabras más que ayudar nos dejan intranquilas.
- Pero... - Stella hace el intento de preguntar algo pero ella nos interrumpe.
- No os puedo responder a mucho más. Puedo deciros que viviréis momentos muy bonitos que querréis que duren para siempre, pero habrán otros que, por el contrario, estaréis deseando que acaben lo antes posible.
- ¿Tiene algo que ver con los hermanos Walker? - pregunto con el fin de obtener algo de información.
- Eso lo iréis descubriendo con el tiempo, pero sí. No os puedo decir que os alejéis de ellos porque... eso es imposible por culpa de... - de repente se hace el silencio, como si hubiese dicho de más. ¿Qué quería decir con "culpa de..."?
- Por culpa de... - continúa Stella.
- Nada nada. Todo llega a su tiempo. Pero necesito que sepáis que los Walker no son malas personas, simplemente... diferentes. Mucha suerte chicas, ya he dicho bastante, y Hayley, cuidado con la rubita esa, y con... el pasado.
Después de eso nos vamos como ella nos indica. La vuelta a casa fue bastante silenciosa. No sabíamos que decir. Hasta que llegamos a casa. Nuestra amiga, la vidente, no sabía que Stella también tiene algunas habilidades como las suyas, y creo que es por ello que, nada más llegar a casa, Stella se pone a llorar. Tenía miedo. Siente más cosas de las que la vidente nos había dicho.
- Stella, ¿Qué sientes? Sé que ella no nos ha querido decir nada más por algo... ¿Tú que ves?
- Veo algunas cosas... y luego... Nada. No veo nada, y eso solo significa una cosa según los libros que he leído. Primero lo veo en mi... y luego en ti. Tengo miedo. No quiero sufrir de nuevo.
- Vale tranquila. Encontraremos una solución. El hecho de que no veas nada no quiere decir que pueda pasar... eso. Tenemos que buscar información de alguna manera. Voy a por el portátil, espera aquí. Eh y Stella, no te asustes, estamos juntas en esto y en todo.
Voy a por el portátil. Se que algo no está bien y esto cambiará nuestro futuro pero, ¿qué será?
Comenzamos a buscar sobre las sensaciones que Stella estaba teniendo. Solo salían cosas negativas pero nosotras sabíamos que había algo más.
- Hayley, aquí no vamos a encontrar nada. Creo que ya sé a dónde podemos ir. Te acuerdas de la biblioteca que hace esquina en la calle de la cafetería, ¿no? - me pregunta.
- Si, sí, creo que sí. ¿Qué pasa?
- Creo que vamos a tener que ir allí. Tienen libros de todo tipo y pues según internet... aquí pasan cosas raras...
- ¿A qué te refieres con "cosas raras"? - pregunto de forma alterada.
- A ver, sé que no crees mucho en estas cosas pero bueno, me refiero a criaturas... místicas, leyendas, maldiciones...
- Si anda - digo con sarcasmo y empiezo a reírme - Esas cosas no existen Stella. Mira, yo creo que nos estamos yendo por las ramas. No le demos más importancia al tema, vayamos a dormir que mañana tenemos un grandioso día por delante.
- Bueno vete lavándote los dientes si eso. Yo buscaré un poco más.
Así mismo después de lavarnos los dientes, nos fuimos a la cama. Puedo apostar que Stella no se rendirá y seguirá buscando información pero lo que tengo claro es que esas cosas "místicas" no pasan ni existen.
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Para siempre
VampirosWilliam Jacob Walker, CEO de una de las empresas más importantes del mundo, fija sus ojos accidentalmente en una chica que acaba de conocer. ¿Cambiará este accidente el resto de su vida? ¿Logrará vivir una vida plena por el resto de su larga vida?