12: We know it ain't right...

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Amigos... llevo meses bloqueada. Lamento la demora, pero miraba el capítulo y sentía que no tenía ni pies ni cabeza. Espero haber podido arreglarlo un poco y que sea de su gusto. Por otro lado, han pasado cosas potentes en este país que habito llamado Chilito lindo y no he estado 100% enfocada en escribir. Espero que la musa haya vuelto para quedarse, esta vez.

Muchas gracias a todos los que leen, comentan, votan y preguntan cuándo diablos voy a actualizar XD. Ojalá la espera haya valido la pena, este capítulo es el último antes de entrar de lleno a la acción del fanfic, que me va a tomar diez siglos más escribir. Pls ténganme paciencia y déjenme hartas estrellitas :B

¡Cuídense mucho! Nos leemos!

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Wanda se había acostumbrado a ser una incógnita en un mundo lleno de caos y pérdida donde, encima, la daban por muerta. Pero eso nunca implicó que viviera rodeada de algunas cosas básicas que ahora reunía en una mochila discreta. No tenía documentos ni dinero, pero nunca faltarán las manzanas ni los vasos de cartón con café de distintas calidades, ni algunas prendas de ropa que ahora consideraba pequeños tesoros en esta nueva vida.

De modo que, ante la perspectiva de salir al mundo de nuevo, se encontró armando el bolso que llevaría estas cosas. Para ella, buscar a Clint era más un viaje que una misión, era una oportunidad de hacer algo bueno por el mundo... aunque también podría dedicar su tiempo a hacer cosas buenas para ella misma.

Pero no fue ese el camino que eligió.

Miraba de reojo a Steve cada tanto, y su ceño se fruncía involuntariamente ante el espectáculo. Estaba un poco preocupada por él, no sabía a ciencia cierta si era real lo que detectaba o solo estaba rayando en la paranoia.

Pero sentía que el rubio estaba desarrollando una suerte de doble careta, ahora que había vuelto al equipo de los Vengadores. Cuando estaba con ellos, retomaba esta misión autoimpuesta de salvar a los desaparecidos y volvía a ser el líder carismático y justo que todos conocieron. Sin embargo cuando regresaban a la intimidad de su departamento, las sombras lo envolvían de nuevo, tornándose meditabundo y taciturno, como si solo allí pudiese verse como de verdad se sentía: un hombre cansado, sobrepasado y bastante harto de las jugarretas de la vida.

Ahora mismo seguía con esa mirada seria, de estar poco convencido, mientras calaba un cigarro viendo un punto fijo a través de la ventana. Completamente indiferente al ritual de partida de Wanda.

―¿No vas a preparar tus cosas? ―inquirió ella después de un rato, cansada de la inacción.

Steve tardó unos segundos en voltear a verla. Parecía ensimismado en sus propias preocupaciones.

―No tengo mucho que llevar ―dijo. Se llevó el cigarro a la boca una vez más, y si no fuera porque debía desechar la colilla en el cenicero que quedaba en la mesa justo frente a la chica, sus miradas no se habrían encontrado nunca. ―Además, estoy seguro de que estás empacando por los dos.

Señaló con un gesto de cabeza hacia la mochila de ella, con una ceja levantada.

―Puedo hacer de esto algo divertido, ¿no? ―la voz de Wanda llevaba un poco de sorna oculta.

―Parece que sí. Parece que nos fuéramos de viaje, en vez de a una misión.

―Oh... es casi como si hubieras estado en mi mente.

Dejó su quehacer y se reunió con él junto a la ventana. Le golpeó un hombro con el suyo, para llamar su atención, y vio dentro de los ojos de Steve una cierta inquietud que a ella no terminaba de cuadrarle.

Together through the hell - [Standa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora