Dulce Prófuga |Aruannie|

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Sus ojos azules se abrieron de manera lenta, observó el techo de cemento pintado en blanco sin reconocerlo, iba a incorporarse pero notó aquella mano la cuál posaba en su pecho con el puño sujetando su remera de manera suave.

Giró su vista notando a una chica de rubios cabellos descansando con tranquilidad, su respiración era tranquila y su rostro se mostraba pacífico.

Fue entonces que el rubio recordó los sucesos de la noche anterior y casi le da un infarto, fue demasiado descuidado al quedarse dormido con una posible asesina, si bien era cierto que lo que la chica contó parecía tener mucho sentido, aún cabía la posibilidad de que todo fuera una mentira.

Con delicadeza tomó la mano de la chica y la apartó de su prenda, agradeciendo que aún no despertara, tomó una hoja y un bolígrafo y escribió un simple "Espero que hayas dormido bien, lamento haberte abandonado".

Salió del lugar como alma que lleva el diablo, agradeciendo él no haberse topado con nadie en el camino a la salida. Sentía bastante adrenalina, si su jefe lo viera en esa situación, tal vez lo despediría luego de burlarse de su error de novato.

Tomó las llaves de su bolsillo y encendió el auto, subió y rápidamente se dirigió a su hotel.

Al llegar nisiquiera se tomó el tiempo de saludar al recepcionista, directamente subió a la habitación, al entrar dió un portazo, se dirigió a la cama dónde tomó asiento y encendió la laptop. Dejó un correo a Erwin Smith comentando que deseaba dar ya su informe y de manera oral, así que Erwin optó por hacer una videollamada grupal dónde se comunicarían e informarían respecto a los avances.

—Buenos días —Saludó el rubio una vez que la videollamada comenzó— Eh, ¿Por qué la Señorita Hange está en sostén y el Señor Levi sin remera? —Preguntó, notando que Hange parecía estar en su cama, en cambio Levi parecía desayunar.

—La verdadera pregunta es por qué a ella la llamas Señorita y a mí Señor si yo y ella nos llevamos dos años de diferencia —Bufó Levi rodando los ojos tras la cámara.

—La verdadera pregunta es por qué demonios llaman a las ocho de la mañana, mi horario de sueño es hasta las diez —Con molestia reclamó Hange, todos la miraron sorprendidos ya que nunca la vieron molesta y sin lentes.

—Lamentamos molestarlos —Erwin, quién era el único arreglado y bien vestido hablaba en lo que sus compañeros reconocieron como su oficina— el joven Arlert desea informarnos sobre sus avances.

—¿Por qué no lo hizo por archivo? —Preguntó Nanaba, quién usaba una camisilla y peinaba su cabello húmedo, claramente acababa de bañarse.

—Es de bastante importancia —Expresó el rubio, los demás observaron su ropa arrugada y cabello despeinado, también que parecía estar sentado en su cama— Deseaba hacerlo de manera oral para tomar una desición rápida y precisa.

—¿De qué se trata? —Preguntó Mike luego de finalmente dejar de mirar la esquina de su computadora, dónde estaba el cuadro de Nanaba, pero claramente nadie sabía de eso.

—Encontré a Annie Leonhart —Explicó— Se dónde concurre, pero eso no es lo único —Expresó— Hay un burdel en Trost, el cuál no sólo está prohibido, también tiene a menores de edad trabajando allí, pues me encontré con una niña de quince.

—¡Es increíble que lo hayas hecho tan rápido! —Hange abrió los ojos con sorpresa.

—Fue cuestión de suerte —Aceptó el rubio— También, deseo pedir permiso para investigar acerca de un asesinato ocurrido en Trost cuya sentencia me parece incorrecta.

—Armin, ya tienes un trabajo y le estás sumando dos más —Como si se tratara de un padre regañando a su hijo, Erwin lo reprochó.

Armin hizo su mejor mirada de cachorro abandonado hasta que Hange habló— Vamos Erwin, ¿Qué tal si yo y Nana vamos a ayudarlo?, ¿No ves que el chico quiere romperse la cabeza trabajando?

—No puedo —Nanaba interrumpió— Tengo trabajo aquí, hace poco ocurrió un secuestro y yo estoy investigando sola.

—Armin, ¿Qué tienes planeado? —Preguntó Erwin observando al más joven.

—¿Por qué asume que tengo algo planeado? —Cuestionó curioso el ojiazul.

—Por que piensas igual que yo, sólo que eres más joven y aniñado —Razonó vagamente el mayor.

—Lo tomaré de manera positiva —Aseguró el rubio— Si fuese posible, desearía analizar a Annie Leonhart y sus testimonios de manera anónima antes de llevarla al juzgado, por otro lado, me apura más que se interseda en el burdel, me preocupa el estado de las mujeres que trabajan dentro.

—Comprendo —El rubio mayor habló— Mike y Levi, ahora que ya no necesitan buscar a Leonhart, se encargaran de ayudar a Nanaba, Hange, tú irás junto con Armin para ayudarlo en el caso nuevo que desea investigar, Riko, ¿Alcanzará el presupuesto?

—Haremos lo posible para que lo haga, su desición es la correcta, Señor —Aseguró la albina.

Ian sólo anoto la desiciones sin comentar nada al respecto.

Luego de despedirse, cortaron la llamada, Armin fue a darse una ducha rápida y a cambiarse.

Al volver, notó a su celular vibrar, lo tomó con curiosidad y al leer "Mikasa Ackerman" sintió la alegría y nostalgia acrecentarse en su pecho, así que terminó contestando con rapidez.

—¡Armin! —El grito emotivo de su amiga lo hizo reír, hacía mucho que no se comunicaban pues ambos habían estado ocupados con su respectivo trabajo.

—¡Mika!, ¡Ha pasado tanto tiempo! —Saludó Armin con euforia, una sonrisa se abrió paso en su rostro.

—Lo sé, realmente he estado ocupada estos días —Se lamentó al otro lado del teléfono— Sin embargo, hablé con Eren, él me comentó que estás quedándote en Trost.

—Es verdad, tengo una investigación aquí —Explicó— ¿Por qué lo dices?

—¡Voy camino a esa ciudad! —La euforia se hizo escuchar en su cantarina voz— Pienso abrir una tienda de mi marca allí, me emociona bastante la idea, así que estoy llendo para ver lo que sea necesario, ¿Crees que podamos reunirnos y ponernos al día?

—Podría hacer un espacio en mi agenda y seguir cuándo llegué Hange —Pensó en voz alta— Realmente tenemos mucho de que hablar, ¿Cuándo llegarás?

—Esta tarde —Afirmó la chica de oscuros cabellos— Te enviaré un mensaje cuando llegue al hotel, ¡No puedo esperar a que nos reencontremos!

Armin soltó una sonrisita y se despidió, estaba feliz de tener una buena noticia entre tanto pesimismo, por fin volvería a ver a su mejor amiga.

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