Un chico de rubios cabellos salía del edificio de identificaciones con una carpeta en manos, la cuál contenía un documento con los datos de la fugitiva.
Subió a su auto y fue a la pizzería en la que había quedado con Eren, al llegar y notar que aún faltaba media hora decidió revisar la información personal que consiguió acerca de la desaparecida.
En la esquina del papel se podía ver la última foto que se sacó para su cédula, en la cual había una adolescente entre sus trece y quince años, rubia, de azules ojos y nariz algo pronunciada.
Su fecha de nacimiento databa del veintidós de marzo hace veintitrés años. De nacionalidad Marleyana y nacida en la ciudad de Liberio. No pudo evitar preguntarse cómo fue que terminó en Paradise o si su padre la adoptó en Marley o Paradise, pero eran datos que no tenían mucha importancia, ya que dudaba que ella saliera del país.
La razón por lo que lo hacía era porque el aeropuerto de Paradis era uno de los lugares más seguros y vigilados del país, tanto para gente que sale como para la que entra. Si la identidad de alguna persona con antecedentes penales fuese procesada por alguna computadora del lugar, rápidamente los guardias harían su trabajo.
Tratar de salir del país por tierra no era opción, ya que Paradise consistía de una isla, los servicios navales eran muy costosos y en su mayoría se utilizaban para cargamentos, así que tampoco creía que escapase por allí.
Hubiese aceptado esa posibilidad si se tratara de alguien que tenía más antecedentes de ese tipo y fuese más cuidadoso, pero por los detalles que dejó la señorita Leonhart claramente se trataba de una novata en el mundo de la delincuencia.
Bajó del auto una vez que recibió un mensaje de Eren diciendo que ya lo esperaba dentro. Probablemente no lo vió llegar a causa de su distracción analizando a la prófuga.
Entró a la pizzería de luces cálidas, buscó con la mirada a su amigo encontrándolo sentado en una mesa cercana al Blindex, se sentó frente a él haciendo que este levantara la mirada de su teléfono al notarlo.
-Hey hermano -Chocaron sus palmas y puños en un saludo- ¿De qué sabor pediste la pizza? -Se apoyó en su silla sintiendo la relajación apoderarse de su cuerpo luego de por fin darle un descanso a su gastado cerebro.
-Pepperoni -Respondió- Por cierto, te ves horrible, a este paso nunca conseguirás novia -Eren señaló su rostro con ojeras y su cabello despeinado, parecía agotado.
-Estoy bien sólo, no podría llevar una relación -Afirmó el ojiazul- Lo sabes, no tengo tiempo para esas cosas.
-Solo son excusas -El ojiverde comenzó- Trabajas por gusto, te pagan muchísimo por un mínimo aporte y terminas rechazando parte del dinero porque no sabes en qué gastar.
Armin bajó la mirada apenado- Me cuesta gastar en cosas innecesarias pues sé que ese dinero lo obtengo por los impuestos de los ciudadanos -Se lamentó- Sin embargo ser detective privado tampoco es una opción, ya sabes, muchas veces no es un negocio pulcro.
-Armin, no seas imbécil -Reclamó Eren- Dedicas mucho tiempo a tu trabajo, si cobraras lo debido no estarías ocupado todo el tiempo -Lo regañó- Esa excusa de ''No tengo tiempo para el amor'' no me la trago.
-Lo que digas -Respondió el rubio sin ánimos de pelear, la pizza llegó llenando con su aroma el aire a su alrededor, así que ambos comenzaron a disfrutar de su cena- Se siente muy triste si no está Mikasa para regañarnos por comer cómo cerdos -Lamentó.
-Tienes razón, yo también la extraño -Suspiró el ojiverde- Pero no hablemos de eso o nos pondremos a llorar cómo niños lejos de su mamá, mejor cuéntame qué trabajo te encargaron ahora que te tiene así de ocupado.
-No me lo recuerdes, es el más difícil que me dieron hasta la fecha -Suspiró con pezades- Se trata de un asesinato, la mayor sospechosa está desaparecida y me encargaron encontrarla -Explicó.
-Mh, cuéntame más, ¿Sabes?, estuve viendo documentales de policías, creo que ahora sé lo suficiente cómo para ayudarte -Sonrió convencido mientras su amigo soltaba una carcajada.
-Está bien, resulta que -Comenzó con voz dramática para imitar al narrador de una película- un joven llamado Marco caminaba tranquilo por las calles de la ciudad Sina junto a su mejor amigo -Eren escuchaba atentamente con la curiosidad en sus ojos- Fue entonces que le llegó una llamada de una preciosa rubia, pidió a su amigo que se adelantara, este aceptó apesar de su mal presentimiento -Armin entraba cada vez más en su personaje de narrador mientras Eren sentía cada vez más suspenso- El joven se dirigió junto a la chica con confianza, sin embargo, no esperaba que esta lo matara con cinco puñaladas en el pecho -El ojiverde ya se encontraba temblando en su lugar- O bueno, asumí que ocurrió eso en base a los informes -Se volvió a apoyar por la silla con una sonrisa.
-Joder, podrían hasta sacar una película de eso que sería genial -Expresó Eren- ¿Cómo se llama la persona a la que sigues?
-Aún no está confirmado que sea ella -Explicó Armin- Todas las pruebas apuntan a que sí lo fue, es por eso que es de suma importancia un interrogatorio y análisis, para eso ella debe aparecer, y ahí es dónde entró yo -Agregó- Su nombre es Annie Leonhart.
-Un segundo -Los ojos de Eren se abrieron con sorpresa- ¿Leonhart?, ¿Annie Leonhart?
-Sí, eso dije -El rubio elevó su ceja curioso por su reacción.
-¡Armin!, ¡Ella es... -Se detuvo y trató de procesar lo que pasaba- No, no es posible que sean la misma, seguro olvidé el apellido, no hay manera -Fue entonces que recordó que Armin la describió cómo preciosa rubia.
-¿Pasa algo? -Preguntó el ojiazul.
-A-armin -Tartamudeó- ¿Recuerdas que a los catorce años solía entrar en clases de karate? -Preguntó con una mueca de clara perturbación.
-Si, ¿Qué con eso? -Cuestionó mientras bebía un poco de gaseosa.
-Te solía hablar seguido de la hija del profesor, Annie Leonhart, la niña que me gustaba en ese entonces -Explicó.
Fue entonces que Armin recordó las veces en que Eren le hablaba sobre la hija del profesor, la que lo ayudaba con sus técnicas y poseía una mirada fría y misteriosa.
Fue entonces que no pudo evitar pensar que la vida era muy irónica, un día escuchas hablar a tu amigo de la niña que le gusta y al siguiente sigues a esa misma niña pero versión asesina, cosas del día a día.
-No es posible que sea ella, ¿Lo es? -Armin preguntó sorprendido- Qué impredecible es la vida.
-De todas formas, en caso de que sean la misma dudo que ella haya cometido un asesinato, Armin -Explicó Eren.
Sin que el ojiverde lo notara, el rubio tecleó en su teléfono bajo la mesa- ¿Por qué no?
-Simplemente no, ella no era violenta, de hecho no peleaba con nosotros, sólo nos enseñaba alguna que otra técnica para ayudar a su padre -Opinó el moreno.
-Ahora que lo pienso, ¿Cuál había sido la razón por la que ya no iba a ayudarlos? -Cuestionó mirando fijamente a su amigo.
-Uh, había viajado en Trost, si no me equivoco su padre había dicho algo de que ayudaría a sus tíos o algo así -Comentó.
-Comprendo -Asintió Armin- ¿Era una persona reservada?
-Lo era, pero no demasiado -Confesó Eren- No le gustaba hablar mucho de ella, pero disfrutaba conversar de temas triviales.
-¿Consideras que era una persona inteligente?
-¡Oye!, ¿Me estás interrogando? -Eren se llevó la mano al pecho con ofensa.
Armin apagó la grabadora de su teléfono maldiciendo que lo haya atrapado- Lo siento, podría haber algo importante entre lo que dices.
-¡¿Puedes dejar tu obsesión con el trabajo una vez en tu vida?!
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Dulce Prófuga |Aruannie|
Fiksi PenggemarArmin Arlert es un detective quién, cómo quinto encargo desde su inicio en la comisaría, se ve en la obligación de buscar a la posible culpable de un asesinato, quién se encuentra desaparecida. Las únicas pistas que le dieron al darle el importante...