La Pilar de los Suicidios (Kimetsu no Yaiba x OC)

Chapter 6

"Asakusa"

El chico de haori de cuadros tenia una caja en la espalda, ahí tenia un demonio, me hacerque a el, volteo a verme y me miro curioso, me saludo.

—Hola ¿se le ofrece algo?—me pregunto el chico amablemente.

—Emm... si ¿porqué llevas a un demonio contigo?—apunte a la caja.

El chico se puso nervioso y empezó a tartamudear, le dije que se calmara y que solo le estaba preguntando, el chico se calmo un poco, me dijo que el demonio en la caja era su hermana, pero que no había devorado a nadie, me conto toda la historia, que triste.

—Y yo te tengo una pregunta—me dijo.

—Dime—

—¿Cómo puedes ser cazadora siendo un demonio?—me pregunto curioso.

—¡Oh! Es que no tiene mucho que me convirtieron en demonio—le dije triste.

—¡Lo-Lo siento, no debí preguntar!—se disculpo nerviosamente el chico.

Me reí y le di una palmadita en la cabeza aun riéndome.

—No pasa nada chico, no pasa nada—le dije cesando mi risa.

El chico solo atino a asentir sonrojado, se veía tierno.

—A todo esto chico ¿Cómo te llamas?—le pregunte.

—Kamado Tanjiro, mucho gusto ¿y tu?— se presento sonriendo.

—Mizui Yun, el gusto es mío Kamado-san—le sonreí un poco.

—Puedes llamarme por mi nombre si gustas—me dijo un poco sonrojado.

—Esta bien Tanjiro, entonces tu también llámame por mi nombre—

Ambos nos dirigíamos al mismo lugar, Asakusa, en el camino estuvimos hablando no faltaba mucho para llegar, de la nada la caja se abrió de golpe, revelando a una hermosa joven de ojos rosas y cabello negro con puntas naranjas, su ropa era un kimono rosa con patrones junto a un haori café, ella tenia un bambú en la boca.

La joven se me quedo viendo y después volteo a ver a su hermano, de la nada me abrazo con fuerza, ouch, solté un quejido y Tanjiro la separo de mi alarmado, pidiéndome perdón.

—No pasa nada, solo que no estoy muy acostumbrada a los abrazos—le dije rascándome la nuca.

Tanjiro asintió comprendiéndome, a lo lejos pude ver la ciudad y nos apresuramos a llegar.

Al llegar, como era de esperarse, había mucha gente, mire a Tanjiro y su cara era graciosa, su hermana parecía cansada.

—Ha-hay mucha luz, los olores me marean—se puso una bufanda en la cabeza

Tanjiro nos tomo a ambas de las manos, para después ir a un callejón, ahí había una pareja besándose y casi desnuda, le tape los ojos a Nezuko.

—¡Perdón!—grito avergonzado

—Consíganse un cuarto de favor—les dije