Solo tu, yo y la luna.

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Tercer año culmino y yo solo quería regresar a mi casa, era el unico lugar donde nada me recordaba a Fred.

-No olvides escribirme- exclamó Draco en nuestro ultimo abrazo

-Te escribire siempre- le conteste y el me abrazo mas fuerte.

Me despedí de mis otros amigos pero no encontraba a Cedric por ninguna parte, se estaba volviendo muy importante para mi ya que en los ultimos días era al unico que le podia decir como se sentía y lo que pasaba con los chicos.

Cuando vi a mis padres en la estación corrí a abrazarlos.

-los extrañe demasiado- dije mientras me separaba

-Y nosotros a ti- dijo mi madre dandome un beso en la frente.

A lo lejos pude distinguir la cabellera rubia de Malfoy, el iba detras de su padre pero a lado de su madre tenia una cara seria y yo solo esperaba que volteara a verme pero no fue así. Cuando volví a mi realidad me percaté de que mis padres ya me estaban viendo

-Malfoy?- dijo mi padre con una sonrisa forzada y caminando entre la multitud de gente

-Solo somos amigos- dije devolviendole la sonrisa

-Creí que todos tus amigos estaban en Gryffindor- exclamo mi madre

-La mayoría si...- dije volteando a ver al piso

-Ellos son?- dijo mi padre señalando un grupo de personas de cabellera pelirroja entre ellas la de Fred quien me estaba viendo y cuando se percató de que lo vi sonrío

-No llego a ver bien quienes son- mentí volteando a ver a otra parte.

Las vacaciones pasaron volando, le escribí cartas a Draco y espere alguna respuesta pero fue en vano.

-Mañana vuelves al colegio, ¿Tienes todo listo?- preguntó mi padre desde el marco de mi puerta

-Sí padre, todo listo- dije con una sonrisa en mi rostro

Ambos salieron y yo me dirigí a mi sofa el cual estaba debajo del marco de mi ventanal y la luna era llena, estaba brillando y lo único que se me vino a la mente fue que en unas cuantas horas vería a mis amigos.
Estas vacaciones me habían ayudado a superar a Fred, ahora solo falta poder verlo casi todos los días y escucharlo hablar para asegurarme de que puedo volver a la normalidad.
Sin darme cuenta me fui quedando dormida y desperté con dolor de cuello pues había dormido en el sillón.

-_____ date prisa, ya no alcanzaste a desayunar comprarás algo en el tren- dijo mi madre mientras entraba a mi habitación

-Me ducho y bajo madre- dije corriendo al baño

Me duché, me arregle, tome mis cosas y baje, mis padres ya me estaban esperando

-______ te queríamos dar esto- exclamo mi padre dándome una cajita negra

-Anda ábrela- exclamo mi madre

La abrí y era un broce de oro con mi inicial y una serpiente rodeándola

-Es hermoso, Gracias- exclamé abrazándolos

-Ya todos tenemos el nuestro- señaló mi madre la cual en la manga de su suéter tenía el tejón de Hufflepuff y mi padre tenía el Aguila de Ravenclaw

-Bueno andando- dijo mi padre y partimos

Despedirme siempre era la peor parte, los abracé por última vez

-Los extrañare mucho- les dije

-Y nosotros a ti- respondieron y me soltaron

Subí al tren y moria de hambre por lo que buscaba el carrito de golosinas, cuando lo encontré compré ranas de chocolate y pastel de calabaza

No me dejes ir  (Un triángulo amoroso) (Fred Weasley & Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora