21 | Resumen final

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Resultó mejor de lo que alguna vez pude pensar. Aplaudieron mi discurso y me sentí orgullosa de mí misma. Mis amigas estuvieron conmigo y aceptamos juntas los errores que alguna vez en el pasado pudimos cometer y fue como dar un paseo a la primaria donde éramos nosotras cinco sin importar nadie más. Me disculpé con Jennie mientras leía mi discurso y pensé en Bryan al ojearlo y es que fue imposible no hacerlo. Quizá era el fin de un ciclo en el que todos debíamos poner fin. Y dolía, les juro que dolía.

Jennie y Lisa se marcharían a una universidad posiblemente lejos de casa. Mackenzie volvería a Nevada y yo quedaré sola por un tiempo. Las abracé como si fuera la última vez, porque de eso se trataba.

- Perdón por ser tan dura. - empezó a decir Jennie. - Perdón por querer forzar al tiempo. Perdón por no ser franca y perdón por haber preferido mi noviazgo con Jason antes que a ustedes.

- Creo que no fuiste la única que prefirió el amor antes que la amistad.- le dije sonriendo.

- Perdón por ser mala amiga e involucrarme con quienes no debía.- dijo Lisa.- Perdón a Jennie mil veces, y perdón a ustedes dos, ____ y Kenzie, por haberlas hecho valer menos.

- Hey, hey, hey. ¿Es momento de pedir perdón? - comenta Mackenzie riendo un poco.- Ya olvidemos lo que ha pasado chicas.

Y a pesar de que duró poco, se sintió bien. Nos sentimos nosotras de nuevo. Todo había vuelto a ser como antes, todo volvió a ser como el primer día... como el primer día en el último día. Nos acercamos y nos abrazamos de nuevo, esta vez llorando y agradeciendo cada momento porque sabíamos que todo esto nos había hecho más fuertes. A nosotras y a nuestra amistad.

- ¿Y con él que pasó? - preguntó Lisa.

Sonreí: - Está siendo feliz. - Miré a Mackenzie.

- Te amo, sol. -expresó Jennie.

- Las amo. - les respondí.

Y me marché sin recitar el lema de pequeñas sabiendo que posiblemente haya sido nuestro último día juntas.

****

El teléfono sonó y contesté antes de que mi madre lo hiciera.

- ¿Si?- dije.

-¿____ Hidalgo? -preguntaron al otro lado de la línea.

Asentí con mi garganta.

- Habla la editorial europea. Mi nombre es Cattleya Robbins, presidenta ejecutiva de la misma, ¿sabrá el éxito que tuvo su libro acá en Reino Unido?

- ¿Mi libro?

- Como si fuese sido una noche. Nos gustaría que trabaje con nosotros, sería un placer tenerla en Londres.


FIN.



Dear Lover | Bryan Skabeche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora