{ VI }

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Capítulo 6

Era la primera vez que un "ángel", porque al final de cuentas Lucifer así fue creado, concebía a un hijo. No estaba prohibido, sin embargo, los ángeles no sentían la necesidad de una unión sexual con su contraparte porque su unión iba más allá de eso. Pero, debido a las circunstancias que Lucifer y Metatrón habían pasado, ahora de su unión, en el vientre de Gulf crecía una criatura... "el hijo del diablo".

Jerárquicamente, el hijo de Gulf era el legítimo heredero del reino que su padre gobernada en ese momento. Pero era un infante que aún no nacía, y que probablemente no lo haría porque antes de venir al mundo, el hombre que lo llevaba en sus entrañas estaba dispuesto a morir,  llevándose con él a ese pequeño ser que se había originado de la unión con su alma gemela.

- ¿Qué estás diciendo? – preguntó Mew poniéndose pie y colocando sus manos sobre los hombros de Gabriel.

- Lucifer está esperando un hijo tuyo – repitió – puedo sentirlo, y si Lucifer muere... -

- ¡No puedo permitirlo! – gritó Mew.

- Lo único que puedes hacer es convencer a Lucifer de dejar su esencia y convertirse en humano –

- Pero no puedo salir de aquí... necesito... -

- Yo iré a verlo – dijo Gabriel interrumpiendo a su hermano – iré y le diré lo que está pasando –

- Pero tú... -

- Yo amo a mi querido hermano, al igual que te amo a ti y al resto de los ángeles – explicó – no quiero que Lucifer muera, y mucho menos un ser inocente como el hijo que esperan –

- ¿Puedes ir ahora mismo? – preguntó Mew – siento mucho dolor de su parte, está sufriendo por mi culpa, por favor Gabriel ve ahora mismo –

- Tengo que ir con Miguel, estaré un rato con él y después iré a ver a Lucifer –

- Pero Gabriel... -

- Metatrón – lo interrumpió con calma – si Miguel sospecha lo que vamos a hacer, seguramente no me dejara ir, necesito que me vea un tiempo para después poder desaparecer un rato e ir con Lucifer –

- Entiendo – suspiró con pesar.

- Vendré a verte en cuanto tenga noticias –

- Gracias –

Mew se quedó solo en aquel lugar. Si bien Gabriel le daba una esperanza, ésta desaparecía cada vez que recordaba la mirada de odio que Gulf le lanzó antes de irse. Le partía el corazón recibir toda esa antipatía por parte de su alma gemela, y a pesar de que había pasado relativamente muy poco tiempo, lo extrañaba muchísimo.

Ese día cuando murió en la Tierra, estaba ansioso por ver a Gulf, la rutina de la que ambos eran presa era sin duda algo que disfrutaban mucho. Se deleitaban el uno al otro sin miedo, vergüenza o tapujos. A pesar de todo, les gustaba la presencia del otro, podían sentir esa unión aunque ninguno dijera nada, y era absolutamente seguro que ninguno de los dos cambiaría algo, se pertenecían, se adoraban, se amaban y de esa forma eran felices.

Pero la belleza, la sensualidad y la personalidad de Gulf habían vuelto loco a uno de sus compañeros de trabajo, fue entonces que convenció a otro para que juntos pudieran matarlo y violar a su "exquisito" novio. Esa tarde, cuando la jornada de trabajo había terminado, le pidieron ayuda a Mew para poder mover unas cajas en el almacén del fondo, el joven accedió sin problema, sin embargo en cuanto puso un pie en la bodega, un sujeto le disparo a quema ropa. Cinco balas perforaron su cuerpo mientras que la sexta atravesó su cráneo provocando su muerte instantánea. No obstante antes de recibir la última bala que acabó con su vida, pudo pronunciar el nombre de Gulf. Los hombres que lo asesinaron se burlaron cuando dijo el nombre de su novio y se mofaron diciendo que ellos se encargarían de consolarlo.

Pobre diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora