𝑵𝒂𝒓𝒖𝒌𝒐 𝑼𝒛𝒖𝒎𝒂𝒌𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟓

Misión en el país de las olas.

Dos meses han transcurrido desde que Naruko y sus compañeros pasaron la prueba de Kakashi. En ese tiempo, el grupo de gennins ha realizado distintas misiones de clase (D); trabajos bastante sencillos que resultaban aburridos para la Uzumaki, pues en ninguna de las misiones se encontraba con algo interesante o que pudiera poner a prueba sus habilidades de ninja.

Siempre se levantaba con la pequeña esperanza de que el Hokage les asignara una misión que sí valiera la pena hacer, pero nada, nunca ocurría. Comenzaba a pensar que aún la veían como a una niña pequeña que aún necesitaba que alguien la cuidara y alejara de cualquier peligro, y eso le molestaba.

¿Cuando sería el día en el que le dieran una misión de verdad?

Probablemente nunca sabiendo como son su abuelo y ex-maestro.

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En estos momentos, el equipo 7 se encontraba en un bosque en alguna parte de la aldea, en medio de una misión.

—Aquí Sasuke en el punto 'B'. —Decía el azabache a través del radio.

—Sakura en el punto 'C'.

—Aquí Naruko en el punto 'A'. Tengo al objetivo en la mira. —Dijo la rubia, mirando un bulto escondido entre unos arbustos.

—Bien, Naruko, cuando yo te diga, capturas al objetivo. —El peliplata también estaba cerca del lugar donde se encontraba Naruko, esperando el momento indicado para dar la señal.

El animal no tardó en notar que estaba siendo asechando y rápidamente se puso en posición de defensa y su pelaje se erizó, haciéndolo ver un poco más grande.

—¡Ahora! —Gritó el mayor al ver el actuar de la pequeña criatura.

Naruko no lo dudó y corrió hacia el animal dispuesta a atraparlo, pero este era muy escurridizo y eso hacia que se le dificultará capturarlo.

Se trataba de una gata de pelaje color café y un poco esponjoso, con un moño de color rojo en su oreja derecha.

Después de tanto forcejear, el animalito logró zafarse del agarre de la chica y trepó un árbol, la rubia fue detrás de ella hasta que treparon hasta una de las ramas más altas y delgadas.

Naruko había acorralado a la gata, parecía que la felina ya no tenía escapatoria, pero justo cuando estaba apunto de atraparla, la gata dió un brinco hacia otro árbol cerca. En ese momento, la rama se rompió, ya que la ojiazúl recargó todo su peso en la zona más débil de la rama y esto causó que cayera.

—*¿Por qué siempre me pasan estás cosas a mi? *—Pensaba ella mientras caía.

Cerró los ojos y espero el impacto contra el suelo, pero eso nunca sucedió. Sasuke había llegado justo a tiempo, atrapándola en el aire al estilo princesa. Abrió sus ojos al sentir las manos del azabache rodear su cintura y sostener sus piernas, lo miró por unos segundos y no pudo evitar sonrojarse por aquel momento vergonzoso.

Contando esta, ya era la décima vez en esa semana que pasaba momentos muy vergonzosos y humillantes frente a su compañero. ¿Por qué tenía que estar él presente cuando le sucedía algo? ¿Acaso el destino quería verla sufrir? Comenzaba a creer que así era.