Capitulo 25

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*Si hay algún error porfavor avisarme*


Damon está inquieto. No dice nada durante todo el camino y yo no me molesto en iniciar una conversación. Lo conozco, y sé que sería malgastar saliva.

Así que permanezco en silencio y pienso en cómo voy a explicarle a Jungkook que hemos pasado de anunciar en la prensa un acercamiento gradual  y bien planificado a esto: ¡Exclusiva: El Rey es Homosexual y está saliendo con el actor de Hollywood Jeon Jungkook!

Dentro de unas horas, los medios se van a volver locos con uno de los bombazos de la década. Del siglo, probablemente. De hecho, esta noticia va a eclipsar a cualquier otro. Parte de mí sonríe.

Cuando Damon se detiene frente a la entrada lateral del hotel, permanece quieto, observando el edificio. Dejo que planee su siguiente movimiento. Ya pasan de las diez y media y, aunque es tarde, el hotel sigue muy animado. Veo a la gente a través de las puertas y ventanas. Suspira y me mira por encima del hombro. Me está examinando de arriba abajo y su mirada se detiene en el pañuelo de seda color crema que llevo al cuello. Me lo desabrocho sin necesidad de que me lo pida, lo doblo en forma de triángulo, me cubro la cabeza con él y me lo ato bajo la barbilla.

—Lo rodearé con el brazo —me informa—. Manténgase pegado a mí, con la cabeza baja.

Asiento, aunque sé que no le hará ninguna gracia mi sonrisa irónica.

—Como si fuéramos una parejita de enamorados  —no puedo evitar comentar, y los ojos de Damon centellean, furiosos.

Sé que por la mente le están pasando mil maldiciones, pero se las guarda y sale del coche. Abre la puerta, me ayuda a bajar, me abraza por los hombros y me pega a su cuerpo antes de echar a andar hacia el vestíbulo. Yo sigo sus instrucciones y mantengo la mirada en el suelo. No necesito ver para saber que el vestíbulo está lleno de gente, ya que oigo el ruido.

—¿Todo bien? —me pregunta, mientras se mueve rápidamente pero con calma.

Asiento, con la cabeza apoyada entre el hueco de su hombro y su pecho. Me siento seguro y tranquilo, protegido por Damon.

Cuando llegamos a los ascensores, deja que un grupo de hombres entren y esperamos a que venga uno vacío.

Cuando el timbre anuncia la llegada del siguiente ascensor, una pareja sale y Damon me hace entrar. Le da al botón de la planta de Jungkook sin despegarme de su lado.

—¡Sujeten las puertas! —grita alguien.

El instinto me hace levantar la cabeza, pero enseguida me doy cuenta de mi error y vuelvo a bajar la mirada. A través de las puertas que se cierran veo a una mujer acercándose cargada con dos maletas. Damon, por supuesto, no las sujeta.

—¡Cabrones! —la oigo gritar, y le dirijo a Damon una sonrisa irónica.

—Si ella supiera... —murmura con la vista al frente.

Está tenso, temiendo que el ascensor se detenga en alguna de las plantas, pero, como si fuera un milagro, va directo a la de Jungkook.

Mientras recorremos el pasillo, el estómago me hace esas cosas maravillosas que hace cuando sabe que voy a verlo. Es una mezcla entre mareo de nervios y mareo de excitación.

Damon llama a la puerta con decisión, sin dejar de mirar a lado y lado.

Escucho atentamente, pero no oigo nada.

—Tal vez no esté —murmuro, acercándome más a la puerta y pegando la oreja a la madera.

Estoy seguro de que dijo que estaría aquí, que no saldría del hotel. Si ahora resulta que he obligado a venir a Damon a estas horas para nada, se va a enfadar todavía más.

MI ALTEZA II: Mi Unico Rey ~KOOKMIN~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora