Cap 3: ¿¡Eres hermana de quien!?

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POV Atsumi:

El día de hoy no había sido tan malo como había pensado. Debo admitirlo. Esta mañana estaba toda negativa con la idea de no venir a la escuela y conocer nuevas personas, pero ese pensamiento ha cambiado por completo. Se puede decir que hasta me divertí, algo que nunca me pasaba en la escuela. Tenía un poco de desconfianza de Nadeshiko-chan al principio, aunque eso es normal cuando conoces a alguien, ¿no? Pero dejando eso a un lado, resultó ser una gran chica, además de que nuestra fascinación por los dulces -especialmente los pockys de chocolate- hizo que nos hiciéramos amigas super rápido.

Las clases ya habían terminado y yo me encontraba de camino a los lockers. Nadeshiko-chan iba a mi lado.

-Nee, nee, Atsumi-chan. ¿En donde vives?

-¿Eh?

-No, no pienses nada raro. Jaja. Solo quería saberlo para irnos a casa juntas.

-Ah, ok. Bueno, vivo en...- comencé a explicarle.

-¡Que bien! Yo vivo muy cerca de ahí. Así que, ¿te parece bien si nos vamos juntas?

-Claro, me parece bien. Aun me debes un paquete de pockys.

-¿Ehhh? Pero si tú te comiste uno de los míos.

-Y tú te comiste los míos de chocolate~

-Ok, ok... esta bien... te compraré tres. Tienes un aura asesina y oscura que da miedo.

-Cinco.

-¿Qué?

-Dije cinco y estaremos a mano.

-Pero Atsumi-chan~~~ No seas cruel~~~

-Atsumi-sama para ti.

-Seran cinco entonces. Eres cruel, Atsumi-sama~~

Ambas abandonamos el área de los lockers y comenzamos a caminar. Busqué en mi mochila los dulces que aún me quedaban y tomé una bolsita de gomitas. He visto el paraíso. Nadeshiko por su lado había abierto una bolsa de papitas, y como si nada hubiese pasado, volvió a su estado normal una vez comió el primer bocado. Fue cuando comenzó a hablar de nuevo.

-Atsumi-chan, ¿estarías interesada en unirte a algún club de deportes?

-¿Hmm? ¿Por qué la pregunta?

-Sólo curiosidad. Ademas de que con tu increíble altura no me extrañaría que se te hayan acercado de diferentes clubes para reclutarte.

-La verdad es que eso de estar en equipos no es lo mío.

-Ya veo...- pude notar como Nadeshiko se desanimó un poco al oír mi respuesta.

-Pero no es como si odiara los deportes- le dije, para tratar de animarla un poco.

-¿De verdad?- y con eso volvió a su estado normal- Dime, ¿tienes un deporte favorito?

-La verdad es que sí. Amo el baloncesto- le respondí para luego esperar el sermón de "Pero ese es un deporte de chicos". El sermón nunca llegó.

-¡Genial! Yo también lo amo. No soy buena en el baloncesto, pero si me gusta ese deporte. Siempre he querido intentarlo. Oh, mira. Que casualidad. Ahora mismo estamos pasando frente al club de baloncesto. Veamos si los chicos están practicando.

Nadeshiko me tomó por la muñeca y literal me arrastró hasta la puerta. Las dos nos asomamos y sí, ya los chicos se encontraban practicando. El ver la cancha de baloncesto me traía muy buenos recuerdos. Si me dejaban, entraba corriendo, le quitaba el balón a los chicos y comenzaba a jugar. Mientras los observábamos, a uno de los chicos se le resbaló el balón de las manos, lo cual provocó que rebotara había nosotras. Rayos, nos descubrieron.

La Generación de los Milagros se enfrenta... ¿en el amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora