SALEM [Larry Stylinson] terminada.

PARTE III

Louis abrió sus ojos finalmente concentrándose en ese canto amornioso pero a la vez escalofriante.

Se quedo helado al darse cuenta de lo que era, y por su mente pasó un recuerdo de su madre que le decía:

—Las brujas siempre van a ser parte de nuestra historia, de Salem entero...y por eso siempre van a existir Louis. Aunque no las veas ellas van a permanecer siempre, se juntaran junto a su aquelarre a celebrar la existencia de Satan...y si algún día las vez reunidas jamás las molestes...solo corre de allí, ellas son sabias mujeres Louis, percibirian tu alma pura en un segundo hijo.

LOUIS: ¿Las escuchas?—Susurro en un hilo de voz.

ZAYN: Oh mi maldito Dios...son...no se que son, debemos espiar que hacen Louis, por favor.

Los ojos de Zayn brillaban de emoción por ir a 'explorar' mientras que Louis solo se quedo parado, estaba helado.

Recordaba todo lo que le había dicho su madre y lo entendía, pero por alguna tonta razón solo asintió sin decir una palabra.

Mientras más se acercaban la voces se hacian más fuertes y claras, sabia que eran muchas más de las que paso por su cabeza.

Se detuvieron lo suficientemente cerca, escondidos detrás de un gran arbustó.

Era lo más escalofriante que había visto en toda su vida, cerca de quince mujeres reunidas en ronda, y en medió de ellas una vasija.

Una de ellas, la más joven quizás, tenía un rodete alto peinado perfectamente, su pelo era rubio oscuro, tenía una tunica negra que iba desde su garganta al piso. Fue quien acerco a la vasija, poniendo la palma de su mano en ella y otra en el suelo de tierra mientras recitaba en voz alta unas palabras inentendibles para Zayn y Louis.

De pronto el ojiazul se empezo a sentir mareado, como si la energia que se manejaba allí fuera mucho más fuerte, y desconocida para el.

Quiso advertirle a Zayn que se fueran de allí, pero sus ojos conectaron con unos celestes. Era la chica que ahora tenía la vasija en sus manos, su mirada era escalofriante y dura, como si dijiera "te encontré pequeño iluso", tenía una sonrisa ladeada, y a pasos firmes se acerco más a ellos, diciendo en alto.

—¡Bella, tenemos intrusos!—Al terminar de decir esas palabras con una pequeña sonrisa en su cara, una chica que Louis no había visto se alineó a ella.

No alcanzo a escuchar que fue lo que dijo la ultima porque Zayn lo empujo con un grito de "¡Corre!"

Fue imposible saber cuanto corrio, y más aún saber cuando había perdido de vista a Zayn.

En algún punto el bosque se torno más oscuro, toda la vida silvestre ahora estaba totalmente muerta, y por alguna razón una neblina espesa se colaba por el oscuro cielo.

Paró cuando pensó que ya estaba demasiado lejos, sus pies dolían y su cabeza pesaba.

Solo recuerda que lo ultimo que escucho fue el crujir del piso y una carcajada suave, antes de caer desmayado al piso.

[...]

                           
Se despertó sobre un piso duro, su cabeza dolía el doble ahora mismo. Se paro de forma brusca, recibiendo a cambio un mareo más fuerte, agarro su cabeza con fuerza soltando un quejido hasta que escucho una voz.

—¿Estas bien?—Preguntó llamando toda la atención. Finalmente Louis se dio cuenta que alguien más lo acompañaba.

—¿Donde estoy?—Preguntó ignorando totalmente la anterior pregunta.

—¿Es que acaso no te enseñaron que es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta? Pero como no tengo ni un invitado desde hace décadas te la voy a dejar pasar, sigues en el bosque, pero ahora estas en mi casa!—El extraño chico hablaba rapido y entusiasmado, no tendría más de 18 años, pensó Louis.

—Tu...que? No puedes vivir aqui!

—¿A caso estas diciendo que mi casa es fea? Eso no te lo voy a permitir...esta bien, esta un poco descuidada pero no tengo tiempo para limpiar solo vengo un día al año.— Aunque su tono era de alguien molesto, su cara reflejaba todo lo contrario.

—No, no entiendes. Escúchame...me escape de unas mujeres, ellas estaban haciendo algo malo en el bosque...quiero decir, no se lo que hacian ¡Pero parecía algo malo! Debemos volver al pueblo.—Louis lucia nervioso y exaltado al tratar de explicar lo que había visto hace algunos momentos.

—¿Que cosas dices? Además... Hoy no puedo salir de casa... Madre no me deja.—Louis juraría por sus hermanas que por un segundo los ojos de ese pequeño ser se habían vuelto de un negro oscuro desesperante.

Louis finalmente se detuvo a mirar el lugar donde estaba.

Parecía una maldita casa abandonada, estaba seguro que aqui no vivía nadie... Fue cuándo comenzó a conectar cables en su mente, y todo llevo a lo que en realidad venia a buscar... Estaba en la casa de Caroline.

Trago saliva y junto agallas para preguntar.

—¿Co-como llegue aqui?

—La verdad no se mucho...Bella y Gigi solo te trajeron y me dijieron que te vigilara
—Dijo sin ningún problema.

Bella, Bella, Bella...

Había escuchado ese nombre en algún lado...

Claro que si, era una de las mujeres que estaba en la celebración.

Un escalofrío se planto en su espina dorsal, y su cuerpo entero tembló.

—¿Y-mmh, entonces como es tu nombre?—Rezaba internamente para que no dijiera lo que pensaba.

—Depende, algunas personas me dicen Harry y otras...Edward.—Ladeó una sonrisa cínica al soltar su nombre.

Por la cabeza de Louis paso que posiblemente seguia desmayado o que todo era un sueño...o quizás todo era una broma tonta.

Yodo eso desapareció cuando el pequeño ser volvio a hablar.

—¿Y tu nombre como es? Acompáñame...—Dijo normalmente.

Aunque el miedo paralizaba a Louis, el ser de ojos verdes de alguna forma no le daba una mala impresión, era raro pero la energía que tenía era muy diferente a las que sintió antes.

Harry comenzó a caminar, su caminata era fantasmal, suave, como si nunca terminara de tocar el piso. Lo guió a una escalera que daba a un segundo piso.

—Mi nombre es Lo-louis.—Dijo finalmente cuando ya se encontraba al lado de Harry quien lo miro con una cara burlesca como si oliera el miedo que emanaba Louis, pero sin embargo no lo menciono, pero para el de ojos azules fue suficiente para volver a su antigua posición.

No debía mostrarse débil y miedoso jamás, ¡Además que el aspecto de Harry ni siquiera daba miedo!

Vestía una camisa grisácea que tenía volados en el pecho, un pantalón no tan ajustado, más aun parecía diseñado justo para su medida, sus rizos eran de color chocolate oscuro, y se movian perfectamente causando un movimiento de un corto revote, calzaba zapatos negros con una hebilla a los costados de color plateada.