LO NO CONTADO (HARRY POTTER X DRACO MALFOY)

Capítulo 14

Severus se detuvo en la puerta. ¿Qué fue ese sonido? Lo escuchó de nuevo y se dio cuenta de que venía de la habitación de Potter. A regañadientes, empujó la puerta para abrirla y se quedó en el marco de la puerta, con los ojos adaptándose a la oscuridad de nuevo. El sonido llegó de nuevo, una mezcla entre un gemido y un gemido. Claramente, algo andaba mal con Potter. Severus frunció el ceño. Deseaba poder dejar al chico, pero sabía que tenía que asegurarse de que estaba bien, especialmente considerando sus recientes heridas. Cuando había visto a Potter ese mismo día, estaba seguro de que estaba bien; aunque se había despertado antes de lo esperado y, naturalmente, estaba un poco tembloroso, no había mostrado ninguna señal alarmante que indicara que algo andaba mal; Severus habría podido detectarlos en unos pocos segundos.

Pero Potter había estado bien, y rápidamente volvió a su irritante yo. Severus había tenido la intención de permanecer neutral y tranquilo con el chico, pero después de escuchar la forma en que le hablaba a Draco, ese plan había salido volando por la ventana. Snape se había reprendido a sí mismo por eso después. Si el chico se iba a quedar aquí, incluso por unos días, las cosas debían ir bien. También parecía que Potter se había ganado algún tipo de respeto a regañadientes por parte de Draco; aunque esto no tenía mucho sentido para Severus, necesitaba tenerlo en cuenta.

Claramente no fue fácil permanecer neutral con Potter. Años y años de aversión mutua bloquearon el camino, nublando la mente generalmente lógica de Snape. Racionalmente, sabía que Potter era solo un adolescente, y que los adolescentes eran difíciles de manejar, y que él mismo era el adulto. También sabía que Potter había sufrido varios traumas diferentes. Su reciente descubrimiento del tratamiento de los Dursley agregó una capa completamente nueva a eso. Y esa debería ser una capa que Severus entendiera; él mismo había crecido en un hogar abusivo y todavía estaba lidiando con los efectos de ello; sabía lo profundo que era el dolor.

Sí, sabía todas estas cosas racionalmente. Normalmente era tan bueno siendo racional; su trabajo como maestro de pociones dependía de la precisión y la comprensión. Su trabajo como espía dependía aún más de estas cosas; mantener sus emociones bajo control y pensar con lógica era una cuestión de vida o muerte. Entonces, ¿por qué le resultaba tan difícil hacer estas cosas cuando se trataba de Harry Potter?

Bueno, sabía por qué, incluso si no le gustaba pensar en ello. Por mucho que a Severus le gustara pensar que mantenía sus emociones bajo el firme control de la lógica, todavía estaban allí. Debajo de su mente calculadora, sus emociones estaban sentadas, profundas y dolorosas. A menudo se levantaban cuando menos lo esperaba, el dolor era casi insoportable. Cuando sus emociones se intensificaron, fue como si hubiera perdido temporalmente el control de sí mismo. Severus había experimentado esto una y otra vez a lo largo de los años, y cada vez que sucedía, despreciaba sus sentimientos cada vez más.

Nadie parecía encender sus emociones más que Potter.

Perdido en estas cavilaciones, Severus casi no escuchó el siguiente ruido suave proveniente de la habitación de Harry. Sin embargo, lo escuchó y se acercó a la cama de Potter. Parecía estar atrapado en una pesadilla; Severus casi podía sentir la tensión que emanaba del chico. Severus lo vio dar vueltas y vueltas. Este era el chico de Lily, pensó, algo culpable. El hijo de Lily estaba tan preocupado que no podía dormir normalmente. ¿Qué pensaría Lily si ...

Potter dejó escapar un fuerte ruido; fue casi un grito. Severus saltó. Eso fue todo, tenía que despertar al chico. Se preparó para inclinarse para poder sacudir al chico, pero la puerta dio un chillido dejando saber que alguien la empujó para entrar. Un a cabellero rubia se asomó por esta, caminando hacia la cama y ganándose al lado de ella.

"Draco, yo me encargo, ve a dormir"Le ordenó, pero este hizo caso omiso y se recostó al lado del azabache, rodeando con sus brazos al ojiverde.