LO NO CONTADO (HARRY POTTER X DRACO MALFOY)

Capitulo 17 Maraton 1/3

Draco se sintió nervioso al ver a Potter practicar Oclumancia con Severus. Había oído hablar de Oclumancia antes, por supuesto, de crecer en Malfoy Manor. Su padre le había dicho que comenzaría a enseñárselo una vez que tuviera la edad suficiente, pero lo habían llevado a Azkaban antes de que eso sucediera. Lo había leído brevemente y Severus le había contado lo básico. Pero en realidad hacerlo era algo completamente diferente, y no quería hacer el ridículo. Especialmente frente a Potter y su padrino. No quería que Potter lo juzgara, y no quería que Severus se sintiera decepcionado de él. Decidió dominarlo.

Vio como el trance en el que Potter estaba parecía romperse; pronto se inclinó, con las manos en las rodillas y la respiración entrecortada. ¿Cómo lo había hecho? Eso realmente no le había llevado tanto tiempo ... ¿y si Draco tardaba más? Y si-?

Severus le estaba haciendo un gesto a Draco para que se acercara a él. Agarró su varita con fuerza y ​​dio un paso adelante. Antes de que se diera cuenta, Severus había levantado su varita y había pronunciado un silencioso "Legilimens".

Las escenas pasaban zumbando junto a Draco en una vertiginosa carrera. Montaba una escoba sobre los jardines de la mansión Malfoy, la brisa agitaba su cabello ... Estaba sentado en un compartimiento del Expreso de Hogwarts con Crabbe y Goyle ... Potter ignoraba su mano extendida, Weasley a su lado ... Su padre le estaba diciendo que lo había decepcionado ...

Draco no estaba seguro de lo que pasó, pero sintió como si estuviera dando algún tipo de empujón débil. De repente, las escenas giratorias se detuvieron y el mundo se enfocó a su alrededor. Draco tropezó un poco, sintiéndose mareado. Se apoyó contra un árbol cercano, tratando de aclarar su cabeza.

"Eso será todo por hoy," dijo Severus, mirando a Draco.

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Draco y Harry estuvieron de mal humor por el resto del día. Al anochecer, una lluvia suave comenzó a caer, rompiendo el silencio de su habitación compartida. Harry había estado durmiendo la siesta, de regreso a Draco, cuando un trueno lo despertó de repente.

"¿Que hora es?" Harry murmuró, sentándose en la cama.

"Alrededor de las cinco", respondió Draco. Harry gimió en respuesta.

"La oclumancia realmente te saca de quicio", dijo Harry unos minutos después.

"Sí, no me siento muy bien", coincidió Draco. Eso era cierto; durante todo el día se había sentido vagamente mareado y con náuseas.

"No entiendo por qué tengo que seguir haciendo esto", dijo Harry, mirando la ventana manchada de lluvia con una expresión amarga.

"Supongo que es una habilidad útil".

Harry bufó. "No era tan útil antes."

"¿Ha tenido lecciones antes, supongo?" Dijo Draco. Sabía que algo le pasaba a Harry basándose en la forma en que reaccionó cuando Severus les dijo que practicarían Oclumancia, pero no estaba seguro de qué era.

"Sí ... Snape me enseñó el año pasado. Trato de enseñarme", se corrigió Harry.

"¿No te fue tan bien?" Adivinó Draco.

Harry negó con la cabeza. "Nop. Soy inútil en eso, para empezar, y Snape y yo no nos llevamos bien exactamente. Fue una tortura."

"Puedo ver lo difícil que sería eso", admitió Draco. "Pero no creo que eso signifique que debas rendirte".

Harry suspiró. "Lo sé", murmura. "No estoy ... no estoy orgulloso de eso. Especialmente considerando cómo resultaron las cosas".

"¿Cómo resultaron las cosas?"