¿Existe el amor a primera oída por la voz de una persona? Seguramente sí, si ella canta como un ángel caído del cielo.
-No cruces la pared. Hablemos así, sin vernos.
Si no podré tomarla entre mis brazos, no la hubieras cruzado en mi camino.
Pero por...
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—Sé que te sientes mal, pero te ves incluso peor.. ¡Ouch!— Sooyoung se quejó por el golpe que le había dado Jiwoo pero enseguida empezó a carcajearse, Jinsol ya estaba acostumbrada a su molesta presencia así que simplemente la ignoró.
Había pescado un resfriado desde la semana pasada pero por querer hacerse la fuerte ahora estaba en cama, rodeada de pañuelos y con la cara rojiza por la fiebre.
—¿Jinsol? Vine cuando Jiwoo me avisó.— Dijo Jungeun entrecortadamente mientras entraba a su habitación y caminaba rápido hacia ella. —Perdón por la tardanza pero Taehyung...
El cerebro de la mayor pareció dejar de escuchar nada más escuchó la mención de ese nombre. De nuevo ese odioso muchacho, parecía tan perfecto que quería darle un puñetazo en la cara.
—Bueno, dejémoslas solas.— Recomendó Sooyoung para luego jalar a Jiwoo del brazo y sacarla rápidamente de la habitación.
—¿Te sientes muy mal? Jiwoo me dijo que tenías mucha fiebre y tenía razón, estás ardiendo.— Empezó a decirle preocupada mientras expandía sus manos por su rostro para comprobar la temperatura y Jinsol no pudo evitar sonrojarse ante el contacto.
La verdad es que tenerla tan cerca sólo la hacía sentir más calor. Incluso empezó a sentirse mareada.
Ahora, teniéndola a pocos centímetros de distancia, se sentió incapaz de dejarla ir.
Quiero ser egoísta y tomarla para mí aunque solo sea esta vez.
Su olor la embriagaba y sus ojos la obligaban a mirarlos, tan hipnotizantes, su suave piel parecía invitarla a tocarla y sus labios.. tan provocativos.
Su sangre hirvió con sólo pensar que Taehyung podría llegar a tener el beneficio de besarla cuando quisiera.
No pudo soportarlo más; jaló de su cintura para acercarla más a su cuerpo y probó el sabor de sus atractivos labios. Todo fue tan dulce y húmedo, pero sobretodo rápido.
La besó con hambre, con la necesidad ardiente que había sentido por ella durante todos esos últimos meses. Después de unos segundos, la lengua de Jinsol irrumpió en su boca y jugó salvajemente con la suya, atacándola, sometiéndola, enrroscándola. Se sentía tan bien que sabía que no podría parar ni aunque intentara.
Las manos de la mayor empezaron a picar por la necesidad creciente de tocarla, pero no quiso ir tan lejos y sólo apretó su cintura con fuerza para acercarla más a ella.
Estaban tan pegadas, su cuerpos perfectamente acoplados entre sí que hasta parecían estar diseñados para encajar.
La necesidad de tomarla la atacó con fuerza de nuevo y volvió a besarla con ferocidad, escuchando como escapaba un pequeño gemido de la boca de la menor. Dios, su voz era tan.. sensual. Ansiosa de volver a escucharla, Jinsol empezó varios ataques igual de intensos por los cuales Jungeun empezó a jadear continuamente entre sus labios.
Antes de que lo notara, tenían quién sabe cuánto tiempo besándose y el rechazo que esperaba de su parte nunca llegó.
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