¿Existe el amor a primera oída por la voz de una persona? Seguramente sí, si ella canta como un ángel caído del cielo.
-No cruces la pared. Hablemos así, sin vernos.
Si no podré tomarla entre mis brazos, no la hubieras cruzado en mi camino.
Pero por...
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Los meses pasaban volando y los señores Kim se habían arrepentido muchísimo de la pésima actitud que los había hecho perder a su querida hija, buscaban por todos los medios que los perdonara pero no conseguían ningún avance.
Ella seguía quedándose en la casa de los Jeon durante varios meses e incluso había empezado a trabajar, sus padres no podían sentirse más miserables por lo que su hija había tenido que hacer por su ignorancia.
Papá
>Queremos resolver esto >Por favor
Ya es un poco tarde para eso, ¿no?<
>Jungeun, por favor entiende >Nosotros somos de una generacion distinta >Es dificil entender esto
Ni siquiera puedes decirlo> Exprésalo abiertamente> "No podemos aceptar que eres lesbiana">
>No es eso >Solo que es extraño para nosotros >De verdad queremos entender >Por favor >Haremos una cena hoy a las 6 >Ven y trae a tu amiga
—Tsk, ¿estás loco?— Jungeun gruñó al lado de la mayor, estaban en la casa de los Jeon en lo que ahora era como su habitación provisional, aunque más bien era el cuarto de las visitas.
Jinsol estaba acostada en su estómago mientras ella chateaba con el ceño fruncido.
—¿Qué pasa?— Preguntó escalando hasta su hombro y apoyándose allí.
—Mis papás van a hacer una cena hoy, quieren que vayamos.
—¿Por qué no?
—Jinsol, son las mismas personas que han intentado separarnos todo este tiempo.
—Podríamos intentar, no podemos estar peor.— Le insistió acariciando su abdomen por encima de su blusa.
—Manipuladora.— Ambas se rieron de su comentario. —Está bien, pero no les tengas mucha fe.
—No la tengo.
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Definitivamente era la cena más incómoda a la que había asistido en toda su vida.
El señor Kim sonó su garganta, tenso e intentó iniciar un tema de conversación.
—Bueno.. entonces, ¿ustedes van en serio? Digo.. su futuro.. uhm.. ¿se ven juntas en un futuro?— Preguntó nervioso queriendo no decir algo equivocado.
—Sí, papá, queremos un futuro juntas, vamos a casarnos.
El señor se puso colorado sintiendo que había dicho algo malo, pero la realidad es que Jungeun estaba bastante agresiva desde que habían entrado a la casa.
Jinsol acarició su muslo a través del vestido que llevaba por debajo de la mesa, intentando darle una señal para que se calmara un poco. Los señores Kim no habían hecho nada insultante desde que habían llegado y siendo tan cerrados como son, le parecía un esfuerzo admirable de su parte.
—¿Y los hijos? Digo.. planean tener.. oh, mierda.. ¿no pueden?— El señor volvió a trabarse con sus palabras nervioso y Jinsol no pudo evitar carcajearse un poco al igual que los demás en la mesa.
Después de eso el ambiente pareció un poco más ligero y a pesar de que Jungeun seguía a la defensiva, pudieron conversar con un poco más de paz.
—Jungeun.. nosotros, uhm.. decidimos que no vamos a cambiarte de escuela.— Informó la señora Kim mirando a su esposo con duda y este le asintió, aprobando.
La cena terminó siendo un éxito total, mucho mejor de lo que esperaban.
Se despidieron de los señores Kim que aunque estaban tristes porque su hija seguiría quedándose en otra casa, parecían más ligeros que antes.
—Te dije que debíamos venir.
—Tienes razón. No estuvo tan mal.— dijo alargando el "tan".
Jinsol la empujó suavemente del hombro.
—Estuvo muy bien.— dijo alargando el "muy" y Jungeun se rió junto a la mayor.
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