¿Existe el amor a primera oída por la voz de una persona? Seguramente sí, si ella canta como un ángel caído del cielo.
-No cruces la pared. Hablemos así, sin vernos.
Si no podré tomarla entre mis brazos, no la hubieras cruzado en mi camino.
Pero por...
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—Van a descubrirnos.. ah, Hekki..— Intentaba hablar entre jadeos.
Definitivamente, el instituto no era el lugar más apropiado, pero el miedo de que las vieran sus padres era peor.
Jeon Heejin y Kim Hyunjin estaban besándose ocasionalmente en el baño, donde pensaban que nadie las descubriría.
Su relación no confirmada llevaba años, donde ambas se amaban profundamente desde la secundaria pero fingían ser mejores amigas.
—Muy bien, pero veo dos pares de pies por el espacio de la puerta.
Sus cuerpos se congelaron ante la voz desconocida, o peor aún, no tan desconocida. La hermana de Hyunjin las había descubierto y no estaban seguras de si debían salir y encararla o tirarse por el inodoro y morir ahí.
Finalmente se decidieron por la primera y se encontraron con la fúrica mirada de la chica felina.
—Hyunjin, ¿qué es esto?
—Jennie unnie, permítame explicar..
Heejin había intentado hablarle pero sólo había recibido una cachetada por parte de la mayor.
—Ni se te ocurra dirigirnos la palabra. Nunca más.— Ordenó molesta e indignada y luego intentó jalar a Hyunjin del brazo para sacarla de ese lugar.
—¡No! Espera, Hekkie.— Hyunjin intentaba soltarse pero su hermana la jalaba sin ningún atisbo de compasión.
—Basta, ¿qué está pasando aquí?— Jungeun iba tranquilamente al comedor cuando escuchó el alboroto en el baño y decidió ir a ver qué estaba sucediendo.
—Tú también eres una de esas, fuera de aquí.— Jennie le dijo con odio. —Me das asco.
Jungeun se sorprendió de ser atacada sin apenas hablar pero eso no evitó la molestia que nació en ella.
—¿Disculpa? Ni siquiera me conoces, que ni se te ocurra ensuciar mi nombre así.
Jennie soltó a su hermana para empujar a Jungeun hacia una pared de manera brusca. —No me contestes.— Le ordenó pausadamente. Jungeun se había quedado congelada cuando sintió la agresividad de la mayor ya que no esperaba algo así. —No te metas conmigo.— Finalizó Jennie bufando para luego llevarse a Hyunjin a rastras.
Jungeun no pudo hacer nada más que tirarse al piso a llorar por el susto que había pasado al igual que la otra chica que estaba ahí.
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